Si incluso a las personas más críticas que conozco les gusta este local, por algo será. Está en una esquina de la Calle Bailén, enfrente del Palacio Real y de la Catedral de la Almudena, donde lleva más de 100 años atendiendo al público de Madrid. El Anciano Rey de los Vinos empezó como una tasca que ofrecía vinos olorosos, generosos y dulces, siempre acompañados de galletitas y unas torrijas y pestiños estupendos que siguen haciendo en la actualidad. Pero ahora es más que eso, tienen una amplia oferta de vinos y, para los que no les guste, está el vermú de grifo de la casa. Si lo pides con soda, es frecuente oir al camarero con sorna diciendo algo así como .."marchando un vermú estropeao". Para acompañar las bebidas hay canapés variados (salmón ahumado, anchoa con tomate, cabrales, roquefort) y también escabeches, bacalao, albóndigas caseras, huevos rotos, callos, empanadilla de espinacas… En la Semana Santa madrileña es más que una obligación para cualquier castizo que se jacte de serlo. Esta típica taberna viene desde el año 1.886, entonces era Casa Pedro, cuando se tomaba café de pucherete , te y aguardiente. En 1909 la abre Luis Montón con las marcas de vino" el viejo", el anciano" y " el anciano rey" de ahí salió su original nombre, el cual mantiene, igual que los azulejos de su decoración.
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