Las vistas desde la cúpula y la obra de Foster en sí son un aliciente suficiente para entrar al Reischtag que es el Parlamento alemán y es uno de los edificios más curiosos de Berlín. Fue construido a finales del siglo XIX con el dinero que dio Francia después de la guerra de Prusia como compensación. Hay visitas en muchos idiomas y te tienes que registrar unos días antes por el internet. Pero lo que es la visita del domo o la cúpula, es gratuita y abre hasta la media noche pero es mejor es llegar a las primeras horas de la mañana. El Parlamento alemán fue destruido en 1933 por un incendio, lo que fue uno de los motivos de que Hitler emprendiera una cacería de comunistas.
El edificio que visitamos ahora fue diseñado por Norman Foster durante los años 90. La primera sesión tuvo lugar en 1999 y en la actualidad puedes asistir a los debates desde un balcón. La remodelación de Foster destaca especialmente por la espectacular cúpula que resalta sobre el resto del conjunto. En la terraza hay unas vistas increibles de toda la ciudad. La cúpula es una estructura de cristal y metal con una rampa en espiral que recuerda al Museo Guggenheim de Nueva York. Aconsejo que previamente se coja una de las audioguías gratuitas, que en distintos idiomas, incluído el español, durante 20 minutos relatará datos interesantes del Reichstag y de la ciudad.
El restaurante del Reichstag, con terraza, no sólo brinda vistas impresionantes de la cúpula de Foster, sino también de todo Berlín. Tienen comida tradicional alemana: carnes de reno, jabalí y puedes reservar en el mismo día. Recientemente se ha establecido un sistema de reserva anticipada, que es la única forma de conseguir las entradas para visitar el Reichstag. Ahora sólo se pueden reservar entradas enviando un mail a la siguiente dirección: kuppelbesuch@bundestag.de. En este mail hay que detallar los datos de las personas que quieren visitar el Reichstag: nombre, apellidos, y fecha de nacimiento.
El edificio que visitamos ahora fue diseñado por Norman Foster durante los años 90. La primera sesión tuvo lugar en 1999 y en la actualidad puedes asistir a los debates desde un balcón. La remodelación de Foster destaca especialmente por la espectacular cúpula que resalta sobre el resto del conjunto. En la terraza hay unas vistas increibles de toda la ciudad. La cúpula es una estructura de cristal y metal con una rampa en espiral que recuerda al Museo Guggenheim de Nueva York. Aconsejo que previamente se coja una de las audioguías gratuitas, que en distintos idiomas, incluído el español, durante 20 minutos relatará datos interesantes del Reichstag y de la ciudad.
El restaurante del Reichstag, con terraza, no sólo brinda vistas impresionantes de la cúpula de Foster, sino también de todo Berlín. Tienen comida tradicional alemana: carnes de reno, jabalí y puedes reservar en el mismo día. Recientemente se ha establecido un sistema de reserva anticipada, que es la única forma de conseguir las entradas para visitar el Reichstag. Ahora sólo se pueden reservar entradas enviando un mail a la siguiente dirección: kuppelbesuch@bundestag.de. En este mail hay que detallar los datos de las personas que quieren visitar el Reichstag: nombre, apellidos, y fecha de nacimiento.
Y después de recorrer la cúpula de Foster hay que visitar el Museo Judio, sin duda una de las contribuciones más importantes y a la vez controvertidas en los últimos años en Berlín, diseñado por Daniel Libeskind. Es una obra plena de simbolismo que ilustra de manera teatral, alegórica y lúgubre la tortuosa y siniestra historia de los judíos en Alemania. El edificio se ubica en una zona del antiguo Berlín occidental, en el barrio emergente de Kreuzberg que linda con Mitte. La espectacular construcción de Daniel Libeskind para el Museo ya se ha convertido en un monumento emblemático de Berlín. El singular edificio revestido en zinc propone una relación absolutamente novedosa entre arquitectura y contenido museístico. El diseño, que Daniel Libeskind llama between the lines (entre líneas), describe las tensiones de la historia judeoalemana a partir de dos ejes: uno recto pero quebrado en varios fragmentos y otro articulado con final abierto. En los cruces entre ambos se encuentran los vacíos (voids), espacios huecos que atraviesan todo el museo.
Museo Judio. Lindenstraße 9-14
Estoy deseando visitarlo. En unos días estaré por allí. Gracias por tus consejitos
ResponderEliminarQue suerte, te encantará Berlín. Ya me contarás que es lo que está de moda. Ya verás las tiendas y los museos, como son! Y como se ha reconstruido y reinventado la ciudad en tan pocos años
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