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miércoles, 31 de octubre de 2012

Los piononos de Santa Fe, uno de los dulces más conocidos de Andalucía

Santa Fe, una localidad a unos 11 kilómetros de Granada, además de la cuna de la Hispanidad -allí firmaron las Capitulaciones los Reyes Católicos- es la cuna del pionono, uno de los dulces más apreciados de Andalucía y practicamente desconocido fuera de esta Comunidad. Se compone de dos partes, una fina lámina de bizcocho enrollado formando un cilindro (la base del pastel), emborrachado con algún tipo de líquido muy dulce que le da una textura agradable y fresca, coronado con crema tostada. Cuentan los granadinos que la historia del pionono arranca de 1987, cuando Ceferino Isla abrió un obrador de pastelería en el centro de Santa Fe (donde actualmente se encuentra la popular Casa Isla). Parece que el hombre era muy religioso y quiso rendir un homenaje al Papa Pio IX (Pio Nono), el último Papa Rey, y lo hizo dando su nombre a este postre de influencia arabe. En este contexto Ceferino maduró su idea de “crear” un nuevo pastel que no sólo llevara el nombre del Papa, sino que además recordara la figura papal: aspecto cilíndrico y algo rechoncho (bizcocho humedecido enrollado sobre sí mismo), revestido como el Papa con un balandrán blanco (canastilla de papel en cuyo interior se deposita el bizcocho humedecido), y coronilla de crema azucarada y tostada sobrepuesta al cilindro de bizcocho, (que quiere simbolizar el solideo con el que el Papa cubre su coronilla). Los primeros indicios de aparición de un pastelillo parecido al pionono los encontramos en la España hispano-musulmana entre los siglos X y XI, en pleno apogeo de las artes y las ciencias de Al-Andalus por lo que hay quien dice que Ceferino Isla solo recuperó una antigua receta para su pastel. Cada una de las pastelerías que elabora este dulce se guarda algún secreto de su receta original por lo que es difícil hacerlos en casa, aunque este enlace desvela una forma de prepararlos.

La Mimbre, en el bosque de la Alhambra, para las noches de verano en Granada

Rafael Alberti, Antonio Gala y Miguel Rios, entre otros personajes, han disfutado de las comidas del restaurante La Mimbre de Granada, que está en un lugar mágico en pleno bosque de la Alhambra. Ensladas de aguacate, de remojón granadino, sopa andalusí, rabo de toro, choto al ajillo, bacalao al horno y otros platos de la cocina andaluza acompañados por vinos de la tierra como Barranco Oscuro, Señorío de Nevada, Pago de Almaraes o Señorío Nazarí se pueden degustar, si hace buen tiempo, en su terraza de verano o dentro del local decorado al estilo andaluz con cerámica y patas de jamón colgando. De postre hacen unas magníficas natillas y tienen riquísimos piononos, unos pasteles de crema y bizcocho borracho típicos de esta provincia. El restaurante La Mimbre nació en Granada en 1890 aproximadamente, teniendo, en principio, como meta, ser únicamente un quiosco para los viajeros que subiesen al barrio de la Alhambra.

martes, 30 de octubre de 2012

La ciudad palaciega y amurallada de la Alhambra de Granada y el Hotel Alhambra Palace, para dormir en su bosque encantado

La Alhambra o colina roja de Granada es el monumento español más visitado, ya que lo recorren más de 3,2 millones de personas al año. Desde que Al Ahmar, fundador de la dinastía nazarí, instaló en el siglo XIII su corte en la colina Sabika, la Alhambra (“la roja” en árabe) ha sido la referencia del refinamiento y la gracia que pueden alcanzar el arte y la arquitectura islámica. Así lo reflejan los versos del visir Ben Zamrak (1333-1393) grabados en caracteres arábigos sobre la fuente de los Leones, que acaba de ser restaurada: “En apariencia, agua y mármol parecen confundirse, / sin que sepamos cuál de ambos se desliza. / ¿No ves cómo el agua se derrama en la taza, / pero sus caños la esconden enseguida? / Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas, / lágrimas que esconde por miedo a un delator. / ¿No es, en realidad, cual blanca nube / que vierte en los leones sus acequias / y parece la mano del califa, que, de mañana, / prodiga a los leones de la guerra sus favores?”. La Alhambra es una ciudad amurallada palaciega andalusí que ocupa todo el terreno de la Sabika y alberga un rico complejo palatino y una  fortaleza que alojaba al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada que tenía allí sus escuelas, mezquitas y talleres de trabajo. Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no sólo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza de su entorno: arrayanes, mirtos, agua y vegetación.

Ortiguillas, un bocado gaditano de mar

Las ortiguillas, también conocidas como sesos de mar, son uno de los platos más populares de la provincia de Cádiz, y se llaman así porque en crudo contienen células urticarias al igual que la ortiga de tierra. Esta extraña delicatesen marina es una anémona perteneciente al grupo de los celentéreos, que despliega hasta 150 tentáculos pardo-verdosos, con las puntas de color rosado pero que, a pesar de su extraño aspecto en crudo, está riquísima. Un vistoso animal primario marino que vive fijado a las rocas submarinas y que los buzos recolectan con un cuchillo sin punta. Son comestibles y muy apreciadas por su intenso sabor a mar. Se sirven de diferentes formas: en revueltos, en croquetas o en su variante más conocida, rebozadas en harina y, sobre todo,  fritas. En esta dirección web se ofrece un listado muy completo de restaurantes donde las sirven, aunque se recomienda llamar antes del desplazamiento para asegurarse de que las tienen ese día en la carta. Hay que tener en cuenta varias cosas para obtener buenos resultados culinarios: antes de cocinarlas las dejan en vinagre (con agua) para neutralizar las células urticantes; luego se rebozan con harina, huevo batido y se fríen  a 180 grados con aceite de oliva hasta que quedan crujientes por fuera.

lunes, 29 de octubre de 2012

Gran Vía, el latido centenario y cálido del corazón de Madrid





















Ha cumplido sus primeros cien años de vida desde que, a principios del siglo XX, se convirtió en un proyecto arquitectónico que modernizó la fisonomía de Madrid. Desde entonces, la Gran Vía se ha llenado de luces de neón que la iluminan de noche, teatros donde se representan musicales, comercios, cines, hoteles  y se ha convertido en uno de los marcos más representativos de la capital de España. La Gran Vía nació 1910, cuando un tejido de calles estrechas y sombrías dejó paso a esta monumental avenida que partía en dos el casco histórico de la ciudad. Entre el Barrio de Salamanca y el de Chamberí, la Gran Vía es hoy un conjunto arquitectónico de enorme valor que reúne el inventario de los estilos que predominaron durante la primera mitad del siglo XX: historicismo, modernismo, art-déco y racionalismo.

Croquetas y cocina de calidad en el nuevo Mesón Tortuga de Gines, en Sevilla

Croquetas de hasta diez sabores: de chipirones en su tinta, de pimientos de piquillo, de cabrales con avellana, de cordero con miel y canela, de espinacas....son la especilidad del Mesón  Tortuga (antiguo Isla Tortuga) que está abierto de nuevo en la localidad de Gines, a solo unos 10 kilómetros de Sevilla.  Sin duda son riquísimas, pero además la pareja de propietarios ha preparado también en esta nueva etapa del Mesón, que ha pasado por distintos avatares, una estupenda carta que tiene platos exquisitos como las barenjenas rellenas de salmón y setas con salsa de apio o los chichiquis (parecido a la prueba de la matanza), diversas y originales ensaladas, como la de champiñones al horno con torta del Casar, o la carrillera de cerdo ibérico con mus de setas. Sin olvidar postres de "chuparse los dedos" como la tarta de castaña con chocolate, la de zanahoria o la de guayaba cubierta de coco. Tienen menús para reuniones desde 23 euros. La bodega es buena y el rioja de la casa está rico y tiene buen precio. El servicio es estupendo y la relación calidad precio inmejorable. El cocinero y propietario es vasco lo que se nota en la carta y la materia prima exquisita. Ahora además hacen croquetas por encargo y siguen innovando con nuevos sabores como la morcilla, el humo, carrillera y otro montón de exquisiteces.


Mesón Tortuga
Av. Europa, 90
41960 - Gines, Sevilla
Teléfono: 954 71 91 77

domingo, 28 de octubre de 2012

Castillo de Peñafiel, en Valladolid, historia y Museo del Vino


Mucho antes del siglo X, la historia del Castillo de Peñafiel ya habla de luchas y poder, de condes y reyes, de intrigas y amores. Comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Tuvo distintos señores y dueños, pero ninguno como Don Juan Manuel, el príncipe escritor, sobrino de Alfonso X el Sabio y, como tal, nieto del gran rey Fernando III el Santo, que intervino activamente en política y fue el autor de "El conde Lucanor". Esta fortaleza medieval vallisoletana fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero porque alberga desde 1999 un Museo del Vino que recibe unas 100.000 visitas al año. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales. La planta del castillo sigue la figura del promontorio donde se asienta, una estrecha y alargada franja de terreno en forma de buque. Las murallas se extienden a lo largo de mas de 200 metros con torres vigía almenadas y una única puerta de acceso. Peñafiel constituyó junto con su castillo un punto fundamental en la línea defensiva del Duero, tanto para cristianos como para musulmanes allá por los siglos IX y X. Desde el cerro, el castillo dominaba los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas, y protegía a la población. En la falda del castillo de Peñafiel están las bodegas subterráneas de Protos. Protos, un término que viene de la lengua griega, y se traduce como “primera”, fue la primera bodega, que se llegó a crear en dicha zona, en el año 1927. La nueva bodega, que es fácil de identificar, ha sido un diseño de los prestigiosos arquitectos Richard Rogers & Partners y Alonso Balanguer y Asociado, que buscaron respetar el entorno y la naturaleza, que tanta riqueza da a la zona. Peñafiel es un municipio ideal para visitar durante una escapada de fin de semana, para conocer su valioso patrimonio integrado por el Castillo, la Plaza del Coso, la Torre del Reloj, varias Iglesias, Ermitas o lo queda de sus antiguas murallas. La visita al Museo del Vino permite un recorrido por la exposición permanente descubriendo desde la planta de la vid hasta su consumo, todo ello acompañado de la historia y tradición que siempre han envuelto a esta tierras vallisoletanas en lo referente al vino. Algunos días festivos y en fechas señaladas hay autocares gratuitos en la falda de la montaña para subir al público. Dichos autocares funcionan durante el horario de apertura del museo y salen cada media hora, aproximadamente.

Horario de visitas
1 Abril a 30 Septiembre, de Martes a Domingo y Fiestas de 11h a 14h30 y de 16h30 a 20h30. Lunes cerrado
1 Octubre a 31 Marzo, de M a D y F de 11h30 a 14h y de 16h a 19h. L cerrado
Cierra el 24, 25 y 31 diciembre y el 1 y 6 enero.
Castillo de Peñafiel
47300 Peñafiel (Valladolid)
+(34) 983 881199
museodelvino@dip-valladolid.es

viernes, 19 de octubre de 2012

El Gran Cañón del Colorado, en el desierto de Arizona, una maravilla natural incomparable

Uno de los paisajes más impresionantes de la tierra, el Gran Cañón del Colorado es uno de los lugares que no se puede dejar de ver en un recorrido por los Estados Unidos. Está en medio del desierto de Arizona y es inmenso, impresionante, un fenómeno natural incomparable. Asomarse a su borde es como encontrarse ante el gran misterio de la tierra: tardó seis millones de años en formarse y alguna de las rocas de sus muros tienen 2000 millones de años de antigüedad. Los dos bordes o riberas del Gran Cañón son experiencias muy distintas: les separan más de 320 kilómetros por carretera y rara vez se visitan ambas orillas en un solo viaje. La mayoría opta por el borde sur debido a su fácil acceso, a la oferta de servicios y a sus impresionantes vistas. El borde norte solo es visitado por el 10% de los viajeros que van al borde sur. Además, las temperaturas en el sur son más frescas y cuenta con praderas de flores silvestres, álamos temblones y píceas. Gran parte del Gran Cañón ha sido declarado Parque Nacional, hecho que tuvo lugar en el año 1919. Décadas después, en el año 1979 sería declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Como causa de la erosión del Río Colorado, el Cañón exhibe claramente varias capas sedimentarias, dejando a la vista de todos la historia de la tierra. El North Rim, suele ser frecuentados por los jóvenes y por quienes gustan de acampar. Cabe indicar que las temperaturas en este lado del cañón son más bajas comparadas con el South Rim, debido a que se encuentra a una altitud mayor, aproximadamente 300 metros por encima. Una buena experiencia es bajar a mula hacia la base del cañón. Este recorrido se hace desde la Villa Gran Cañón, en el South Rim, y se encuentra en muy buenas condiciones y con muchos puntos de agua potable, muy necesaria porque el calor en la base se puede hacer insoportable. Otra actividad que se lleva a cabo en el cañón es el canotaje a través del Río Colorado. Existe un recorrido desde Lee´s Ferry hasta Diamond Crick que dura aproximadamente 6 días en barcas equipadas con motor.  Las versiones estadounidenses raramente lo reconocen, pero al Gran Cañón lo descubrió el español García López de Cárdenas en 1540. Pero para él fue una decepción, pues lo que andaba buscando eran las siete ciudades de oro, otra quimera como la de El Dorado. Así que dio media vuelta y se olvidó del asunto… aunque lo dejó consignado para nuestra fortuna. Todos los tópicos que sobre él circulan son ciertos. Es como si la corteza terrestre hubiera sido cortada por un cuchillo gigantesco que le ha hecho una hendidura extravagante para recordarnos que somos pequeños, que podemos caernos dentro y no volver a salir nunca más. Ver cómo amanece en el Gran Cañón es uno de esos espectáculos de la vida que no deberíamos perdernos. La forma más habitual para el turista es llegar al gran cañón en cesna desde Las Vegas, aunque las agencias de viaje ofrecen muchos recorridos, entre ellos excursiones en helicóptero, avión o autobús de medio día o de día completo.

El monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena, en el corazón de la ruta del vino de la Ribera del Duero

En el corazón de Castilla, entre Valladolid y Peñafiel, fundado en 1143 por Doña Estefanía de Armengol, condesa de Urgell , para colaborar en la repoblación de los señoríos de Curiel, Peñafiel y Cuéllar, se alza el monasterio de Santa María de Valbuena, la actual sede de la Fundación Las Edades del Hombre, después de restaurar y acondicionar su interior. La sencillez de la arquitectura, marcadamente espiritual, contrasta con su barroco retablo. El claustro es, en su parte alta, gótico y renacentista, y nuevamente cisterciense en el cuerpo bajo, con sus arcos divididos en dos y rematados por medallones. El monasterio de Valbuena estaba ocupado en 1151 por monjes cistercienses venidos de la abadía francesa de Berdones. Su auge se extendió durante los reinados de los diversos monarcas castellanos hasta Alfonso X el Sabio, en las postrimerías del siglo XIII. Tras algunas fases de decaimiento y posterior resurgir, el monasterio de Valbuena, como todos los bienes en poder de las órdenes religiosas, se vio afectado por el decreto de desamortización de Mendizábal de 1835, fecha en la que pasó a manos privadas. El magnífico monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena, en la tierra vinícola de la Ribera del Duero, tiene una estructura que respeta las características benedictinas del císter: iglesia, claustro, sala capitular, refectorio, dormitorios, etc. Hoy, debidamente restaurado en toda su fábrica, es la parroquia de la localidad de San Bernardo, núcleo de población perteneciente al municipio de Valbuena de Duero.
En los años cincuenta del pasado siglo se asentó junto al monasterio uno de los llamados “poblados nuevos de colonización”, que adoptó el nombre de San Bernardo. San Bernardo tiene en la actualidad menos de 250 habitantes. De las 1146 hectáreas de superficie con la que cuenta la mitad son de monte, pinar y ribera; la otra mitad son de cultivo. La zona, eminentemente llana, muestra un bonito paisaje y una enorme vegetación por lo que podemos disfrutar de una atmósfera limpia, sin contaminación. La orden del Císter se formó a finales del siglo XI cuando Europa vivía un momento de fervor religioso y de regreso a los auténticos valores evangélicos. Retomaron la pureza del ora et labora y establecieron sus monasterios en lugaresdonde hubiera agua clara y alejados de los nucleos habitados. Los monjes recibieron las tierras en las que plantaron viñedos y se dedicaron a la ganadería. Fue el Císter quien trajo hasta esta ribera del Duero las primeras cepas, iniciando así la costumbre de un cultivo que vive hoy momentos de gran empuje. Con el trabajo de diferentes cultivos en torno a los monasterios, entre ellos el de la vid, buscaban mantener una economía saneada y permitir el autoabastecimiento. También poder proporcionar a cada monje su ración diaria de vino, cercana al medio litro. La Ruta del Vino Ribera del Duero, es actualmente una de las más visitadas dentro de nuestro país y reconocida en el panorama internacional. Con un total de 21.000 hectáreas de viñedo plantado, la ruta abarca 115 kilómetros que aglutinan municipios de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid, y que se abre al visitante animándole a descubrir el maravilloso mundo del vino. Cada año, alrededor de 50 millones de litros de vino nacen en esta tierra que cuenta en total con más de 260 bodegas amparadas dentro del marco de esta Denominación de Origen.

Carretera San Bernardo, s/n
San Bernardo
Valladolid - España
Horario: ee martes a domingo
-         Invierno: De 10:00 a 14:00 Horas y De 15:00 a 19:00 Horas
-         Verano: De 10:00 a 14:00 Horas y De 16:00 a 20:00 Horas 

martes, 16 de octubre de 2012

Salamanca: monumentos, literatura y tapas


Algunos de los mejores escitores en lengua castellana vivieron en Salamanca, como Fray Luis de León, Unamuno, San Juan de la Cruz o Torrente Ballester que acudía cada sábado al café Novelty de la Plaza Mayor a tomarse unas croquetas y una copa de tinto de la Ribera del Duero. Y ninguno de ellos pasaría por alto la fachada de la Casa de las Conchas  (Compañía, 2) o justo enfrente, el claustro barroco de la Clerecía, ni la Plaza Anaya ni, desde luego, la Plaza Mayor, una de las más famosas de España, con los soportales dieciochescos de Alberto de Churriguera que vieron morir corneado al diestro Pedro Romero. Unamuno llamaba a este foro de 88 arcos "espacio monumental anclado en el tiempo". Esta Plaza es ante todo un punto de encuentro tanto en lo que se refiere al trabajo como al ocio. Durante su historia fue espectadora de los más variados usos desde partidas de ajedrez, a espectáculos taurinos, y sus antiguos jardines.  La ciudad de Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 y cuenta con la Universidad más antigua de España, del siglo XII, que hay que visitar. Y después de entretenerse buscando el astronauta o el dragón que se come un helado en la fachada de la Catedral nueva;  la rana escondida en la extraordinaria fachada plateresca  de la Universidad o pensando en el "decíamos ayer" con el que el ilustre profesor Unamuno regresó a sus clases después de cuatro años de cárcel, es el momento de tapear en alguno de los bares que hay en el entorno de la Plaza Mayor. La Covachuela era una tasca que, desde 1895, servía vinos y comidas en la zona de atrás de los soportales. Hace unos años se desplazó unos metros en un nuevo local también entre los muros de la misma plaza, aunque conserva el ambiente tradicional de la vieja bodega de muros de piedra. Tiene una zona de restaurante de cocina tradicional castellana y otra de tapeo con pinchos de huevos rotos y farinato, angulas, ensaladilla, pimientos rellenos y otras exquisiteces para reponer fuerzas después de una visita a la ciudad monumental.  La Covachuela es famosa por su carrillera, su lubina, su risoto y su secreto ibérico. También está el Mesón Cervantes, donde sirven excelente morucha (una carne autóctona de sabor fuerte), en la misma plaza Mayor.En Salamanca, las especialidades gastronómicas son numerosas, como la chafaina, arroz con trocitos de chorizo y de carne, las chichas, a base de carne de cerdo, el cochinillo al fuego, el hornazo que es una, empanada rellena de carne, chorizo, jamón y huevos duros.

Café Novelty
Calle de Rua Mayor, 2 37002 Salamanca
923 21 99 90

La Covachuela
Plaza Poeta Iglesias 2-4, Salamanca
923 26 23 25
Parador de Salamanca: calle de Teso de la Feria, 2. Tel.: 923192082 Email: salamanca@parador.es (http://www.paradores.es/) 

lunes, 15 de octubre de 2012

El Hotel de las Letras,estupenda opción para alojarse en el centro de Madrid

Habitaciones modernas y cómodas, servicio amabílisimo y estupendos desayunos hacen del Hotel de las Letras de Madrid una opción excelente para alojarte cuando vayas de visita a la ciudad. El hotel tiene referencias literarias y alberga una biblioteca con muchos libros, huye de tópicos, es moderno y acogedor. Pero lo mejor de todo es su ubicación, en pleno corazón de la Gran Vía, cerca de museos, tiendas, casco histórico, zonas de compras como la calle Fuencarral y, por supuesto, perfectamente comunicado con trenes, aeropuerto y otras zonas de la ciudad. El hotel está a 10 minutos a pie del Museo Thyssen-Bornemisza y del Museo del Prado, a 500 metros de la Puerta del Sol y la estación de metro de Gran Vía, a solo 150 metros. El edifico es de principios del siglo XX y está declarado Patrimonio de la Comunidad de Madrid. &nbsp
En la terraza del hotel, el Ático de las Letras, los urbanitas se refugian cóctel en mano al atardecer, aunque a 15 euros la copa, con unas vistas estupendas al skyline madrileño y a la parte más animada de la Gran Vía y en el salón de abajo, con aire de biblioteca, cómodas butacas y prensa diaria disponible, hay un buen servicio cafés,copas y cócteles, aunque también se puede comer o cenar. La entrada directa está en la esquina de Caballero de Gracia con Clavel... con mucha luz (toda la fachada de Caballero de Gracias es cristalera), y tienen una cocina de autor  bien servida. Incluso en el menú de 18 euros, te encuentras con gratas sorpresas. Tienen también unas ofertas cerradas de menús de comida japonesa, a 20 euros, y a la carta la oferta se amplía aún más. Algunas de las habitaciones de la quinta y la sexta planta tienen terraza con suelos de madera de IPE y con jacuzzi para disfrutar del cielo de la ciudad. 
Gran Vía, 11 Madrid, 28013
Distrito: Centro
Cómo llegar: L1,L5,Gran Vía

domingo, 14 de octubre de 2012

La Central de Callao, una de las mejores librerías de Madrid, con bistró y bar de copas

Más de 70.000 volúmenes llenan las estanterías de la nueva librería La Central de Madrid, donde además de comprar libros se puede comer y beber en su cafetería. En una época en la que prima lo digital y en la que el soporte papel está en cuestión, unos libreros catalanes se han empeñado en reformar un precioso edificio de la calle Postigo de San Martín, junto a Callao y la Gran Vía madrileña para poner allí su preciosa tienda. La Central es una cadena de librerías bien conocida, que tienen en Madrid la librería del Reina Sofía y la de la Fundación Mapfre. Esta nueva librería es la primera absolutamente individual y se caracteriza por el cuidadoso proceso de selección y el gusto por lo que hacen por parte de sus libreros alos que se nota que disfrutan con su trabajo. El edificio es uno de esos palacios burgueses que abundan en el centro de Madrid, huella de grandes familias del XIX, restaurado por un arquitecto aragonés,  Ricardo Marco, y el equipo de Miguel Sal, un arquitecto experto en proyectar librerías.
Cada piso, rodea el Patio central, y a veces el visitante se topa con habitaciones inesperadas, lo que da una sensación de laberinto. Los lectores también tienen zona para sentarse a leer, una habitación aislada, como un remanso de paz. La planta baja alberga un gran bistró, dirigido por dos firmas de Barcelona, Xocoa y Demasié, donde hay que probar la repostería, el chocolate sobre todo, pero donde también se puede almorzar hamburguesas, tostas y ensaladas a precios razonables. Y ya en el sótano del local está El Garito,  un lugar de copas como su nombre indica y que empieza su actividad justo cuando la librería cierra. Cada rincón es una sorpresa en este edificio. Desde la sección de niños (literalmente de cuento), hasta el rincón del futbolín. La calle Postigo de San Martín, donde está el edificio, toma su nombre de un arrabal extramuros, es decir, una barriada que quedaba fuera de las murallas, allá por el siglo XII. De ahí la palabra Postigo o puerta, pues era una entrada a la muralla de la ciudad. Y mucho antes, en el siglo XI, cuando Madrid era una fortaleza mora, San Martín, fue un monasterio de monjes benedictinos cluniacenses, que acompañaban a Alfonso VI en la conquista de Madrid.
 La Central
Teléfono: +34 902.88.49.90
Horario:
La librería abre de lunes a sábado, de 9:30-22:00 h y domingos de 10:00 a 22:00 h.
El bistró abre de lunes a miércoles de 9:00 a 1:00h, de jueves a sábado de 9:00 a 2:00 h y domingos de 10:00 a 22:00 h.
El garito abre de miércoles a sábado de 20:00 a 2:00 h
Dirección: Postigo de San Martín 8, Madrid.

Comprar y comer en el nuevo Mercado de San Antón, en el corazón de Chueca, en Madrid

Ubicado en pleno corazón de Chueca, el barrio más colorido de Madrid y después de cinco largos años de obras, por fin está a pleno rendimiento el mítico Mercado de San Antón de la calle Augusto Figueroa. Pero ya no es solo el mercado tradicional en el que los vecinos de toda la vida, acostumbraban a comprar. Los precios económicos y el ambiente familiar que se respiraba dan paso a un diseño vanguardista y un concepto de 'cooking' en el que los carritos de la compra se sustituyen por 'delicatessens' para degustar en el mismo lugar. El edificio tiene tres alturas y tres conceptos distintos de comercio. Uno de los puntos más innovadores es el restaurante de la tercera planta, donde la cocina está abierta para preparar y servir al cliente el producto de carne o pescado que acaba de comprar. Basta con advertir al carnicero o pescadero que le envasen el producto para el 'Cooking de la Cocina de San Antón'. El restaurante de la última planta, rodeado de cristaleras que permiten ver el cielo de Madrid ofrece además menús por 12 euros y productos para todos los bolsillos. En la primera planta nos encontramos con las tiendas típicas de un mercado: la carnicería, la charcutería, panadería, pescadería, la tienda de congelados. Pero no son puestos normales, son  25 tiendas con un gran gama de productos nacionales e internacionales, variados, diferentes, de altísima calidad y casi gourmet a unos precios, eso sí, algo elevados.  Hay conexión wifi gratis y el reparto a domicilio (también gratis) lo hacen conjuntamente todos los tenderos.
Hay carnes exóticas de cebra, canguro o venado en el puesto Hamburguesas Nostra, que ofrece una interesante y muy sabrosa, oferta de hamburguesas o panes y bollos parisinos, setas de todo tipo o tulipanes. La zona de restauración está situada en la segunda planta  donde se puede encontrar una vinoteca amplia, un puesto de comida griega, otro italiano, otro gallego, un asador, una ostrería, un puesto de salazones para combinar con sidra, un tienda de sushi para comer allí o llevar a casa, un puesto de batidos y una coqueta pastelería con muffins, cup cakes y porciones de tentadoras tartas como la Red Velvet o de chocolate. Todo lo puedes degustar allí en unos taburetes situados a lo largo de la gran barra que rodea la balconada. Hace diez años el mercado de San Antón era un mercado oscuro, viejo, con unos puestos poco refinados, ahora es un mercado de gran categoría, luminoso, limpio, vivo. La oferta del mercado se completa con un área -en la segunda planta- destinada a la realización de cursos, exposiciones y eventos culturales y gastronómicos, abierto al mercado y completamente conectado con su actividad. El mercado de San Antón quiere ser como un mercado de abastos cualquiera pero además, para atraer al público, ha inventado un nuevo espacio: la Musiquería, un nombre que han querido que vaya en consonancia con los otros puestos. No venderán vinilos, ni CDs, ni entradas para musicales. Ofrecerán conciertos gratuitos casi a pie de calle, justo a las puertas del mercado. Los músicos, cuya única condición para actuar es que sean desconocidos pero emergentes, se subirán cada miércoles a las 19.00 a un escenario hecho de palés, y durante una hora y media deleitarán a paseantes y clientes. El edificio tiene un aparcamiento de 80 plazas, itinerarios accesibles para minusválidos y paneles solares para la electricidad y el agua caliente. El escritor retratista de Madrid Benito Pérez Galdós ya citaba en Fortunata y Jacinta los puestos callejeros, origen del antiguo mercado de San Antón que tomaba su nombre de la calle colindante, hoy llamada calle Pelayo.
Calle de Augusto Figueroa, 24 28004 Madrid, Comunidad de Madrid
913 30 07 30

Hotel SPA y Bodega Arzuaga, buen punto de partida para conocer "la milla de oro" de la zona vinícola de la Ribera del Duero


Dicen allí que un mal vino estropea una comida excelente y un buen vino hace que un plato mediocre se convierta en una delicia. Para recorrer la llamada "milla de oro" de la zona vitivinícola de la Ribera del Duero -los municipios de Quintanilla de Onésimo, Peñafiel y Pesquera del Duero, entre otros- un buen punto de partida el el Hotel Spa Arzuaga, ubicado en un complejo donde esta familia tiene también su bodega y un enorme restaurante de estilo castellano decorado sin ningún encanto especial pero donde se come muy bien y está atendido con gran profesionalidad. Está en Quintanilla de Onésimo, a 35 kilómetros de Valadolid y a unos 18 de Peñafiel y, además de una zona más antigua y fea de estilo castellano, tiene una ampliación del edificio modernísima, a de piedra y perfectamente encajada con el entorno de encinas y viñedos. Es un 5 estrellas pero tiene paquetes de ofertas que incluyen circuitos por el SPA -uno de los mayores de la zona-y tratamientos con vinoterapia; visita a la finca, a la bodega, al cercano monasterio de Santa María de Balbuena, al museo del vino y el castilllo de Peñafiel e incluso un vuelo en globo sobre esta comarca vinícola y otras actividades aunque esto último, claro, se paga aparte. En el pack también incluyen una cena con jamón y productos de la zona,entre los que destaca un pincho de lechazo al sarmiento que te deja mudo y vinos de la bodega. Durante la visita a la finca La Planta, que adquirió Florentino Arzuaga, el patriarca de la familia en 1982 y que acabó convirtiendo en unos impresionantes viñedos, se puede pasear entre ciervos y jabalíes que campan a sus anchas por algunas zonas.
La guía, profesional y conocedora de los vinos de la zona y de su elaboración, explica de forma amena y didáctica todo el proceso que lleva la plantación, vendimia y elaboración de los vinos. Aún así lo mejor del hotel es el SPA, con unas impresionantes vistas de los viñedos desde los jacuzzis. Además, el desayuno, incluído en el precio de la habitación, esespectacular. Un desayuno fuera de lo común tanto en calidad como en cantidad y a la carta. Camareros muy profesionales con una calidad de servicio exquisita y una rapidez fuera de lo común. Todo extaordinario, destacando las tostadas recién hechas con pan, tomate, aceite de oliva Arzuaga hecho por ellos y jamón ibérico, zumo de naranja natural (jarras en abundancia), bollería o, si lo prefieres, huevos de la manera que desees preparados al momento. Y entre los vinos de la familia que puedes adquirir desde 13 a 200 euros, destaca el Amaya, que cuesta 50 euros la botella y es diferente al resto porque para su elaboracion se vendimia la uva de manera manual y la fermentación se hace con racimos completos.. Si otros diseñadores de moda como Ion Fiz y David Delfín ya tenían su propia botella de vino Amaya Arzuaga no podía ser menos y es que a la diseñadora burgalesa lo de la enología le viene de familia. Pero las bodegas tienen otros vinos como el Pago Florentino u otros como el Arzuega Crianza hasta el Arzuaga Gran Reserva. El Duero es testigo de excepción de estas tierras, y un recorrido por su ribera bien vale unos días. Podemos llegar hasta Pesquera, un pueblo famoso por sus bodegas como Pesquera, Emilio Moro o Valpincia y donde el Duero hace acto de presencia. A escasa distancia de Pesquera se encuentra el yacimiento arqueológico de Pintia. El Duero pasa también por Valbuena de Duero, donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que es sede permanente de la exposición itinerante de arte religioso las Edades del Hombre.
Ctra. N.122 Aranda-Valladolid, Km. 325
47350 Quintanilla de Onésimo
(Valladolid)
Telf. +34 983 687 004  

miércoles, 10 de octubre de 2012

Alunado, entre los mejores vinos blancos de Extremadura

Dicen los expertos que Alunado es el mejor vino blanco de Extremadura. Es un vino elaborado en barrica, con la única variedad chardonnay, proveniente de un viñedo de 20 años de edad, localizado en una de las zonas más frescas de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. En su elaboración se lleva cabo una cuidada selección de  los mejores racimos en el viñedo. El mosto se obtiene con un prensado suave y se fermenta en barricas nuevas de roble francés y criado sobre lías durante 6-8 meses. Es frutal, cremoso y perfecto para acompañar platos de pescado, carnes blancas, ahumados o para tomar solo de aperitivo, además de asequible de precio. Se elabora en las bodegas de Pago los Balancines que está formada por un grupo de apasionados por el mundo del vino y una región recia capaz de extraer de la tierra vinos de gran delicadeza. Fundada en 2006, la bodega nació con el objetivo de elaborar vinos diferentes, con matices sutiles que se posicionen como referente de calidad de una zona hasta ahora poco reconocida. Los vinos Alunado, Huno, Huno Matanegra, Crash y Salitre son los estandartes que han visto la luz desde que la bodega inició su andadura. Tanto el Alunado como el Huno están entre los 10 vinos extremeños más puntuados por los especialistas. Se encuentra en el paraje que lleva su mismo nombre y que está ubicado en Oliva de Mérida, un pequeño municipio de la provincia de Badajoz. Aquí, tienen la mayor parte del viñedo en propiedad, aproximadamente 51 hectáreas de las variedades tempranillo, garnacha tintorera, cabernet sauvignon, syrah, petit verdot, graciano y bruñal. La bodega se ha planteado como objetivo elaborar vinos diferentes, con matices sutiles y un cierto grado de complejidad. Para ello, trabaja con sumo cuidado cada una de las fases de elaboración del vino, primero en la viña, posteriormente en la recogida de la materia prima y finalmente en la bodega, que cuenta con todos los avances técnicos. Pago Los Balancines recibió el Premio Gastronia a la mejor bodega del año 2010, concedido por la Asociación de Gourmets de Madrid, que destacó su "novedosa y agresiva apuesta comercial".

Bodega: Pago los Balancines.
Paraje la Agraria - 06475 Oliva de Mérida (Badajoz

La Granja de San Ildefonso, esplendor barroco y palaciego, en la provincia de Segovia

A 90 kilómetros de Madrid y a 11 de Segovia, su acueducto y su afamado cochinillo, y casi a la sombra de los verdes Pinares de Valsaín, La Granja de San Ildefonso ofrece todo lo que uno puede desear para una escapada de fin de semana: buena gastronomía, actividades en la naturaleza y un denso pasado histórico, así como, por supuesto, la posibilidad de desconectar y relajarse. Hay diversos recorridos estrechamente ligados a la historia de la Granja, como la Ruta del Vidrio; la que recorre sus Parques y Jardines o la Ruta Monumental, que permite visitar la gran cantidad de edificios históricos de la localidad, como el Palacio Real y su Colegiata, levantado por orden del primer Borbón que reinó en España, Felipe V. La Granja es un precioso pueblo segoviano de no más de 6.000 habitantes, de inspiración francesa, donde hay que pasear por sus jardines, probar sus judiones y visitar la Antigua Real Fábrica de Cristales, la iglesia del Cristo del Perdón o la ermita de San Ildefonso, entre otros monumentos.
Aunque el pueblo fue ya conocido en la Edad Media por ser un importante enclave cinegético, La Granja de San Ildefonso es realmente famosa por su Palacio Real construido en el año 1721 por Felipe V,  con la idea de que éste fuera una réplica del gran palacio de Versalles. Situado en la cabecera del río Eresma junto a los frondosos bosques que ya habían elegido los Reyes Católicos como lugar preferente de caza, acabó convirtiéndose en sede de la Corte por la repentina muerte de Luis I, heredero al trono sobre el que había abdicado Felipe V.  Luego, fue residencia de verano de los Reyes hasya que Isabel II implantó la moda de ir a veranear a San Sebastián.. Allí se firmaron los Tratados de San Ildefonso. En sus jardines se encuentra uno de los laberintos más grandes de España y numerosas especies de plantas y árboles. Estatuas de mármol blanco, y jarrones del siglo XVIII, decoran los parterres y avenidas del jardín, que se completan con grandiosas esculturas en las 26 fuentes, en plomo pintado imitando bronce. El agua que alimenta sus surtidores llega desde un gran depósito llamado El Mar, situado por encima de la zona ajardinada. Por la fuerza de la gravedad, como en el siglo XVIII, el agua de algunos surtidores alcanza los 40 metros de altura, como el de la fuente de la Fama. En la actualidad solo funcionan a diario algunas fuentes. Sin embargo tres veces al año coincidiendo con la festividad de San Fernando (30 de mayo), de Santiago (25 de julio) y San Luis (25 de agosto), se activan ocho conjuntos de fuentes, mostrando un bonito espectáculo.
La visita al Real Sitio de La Granja se puede completar con dos pequeñas escapadas: una a Valsaín, lugar donde se erigió el primero de los palacios reales y por donde discurre uno de los Senderos de los Reales Sitios (se puede conseguir un folleto en la caseta de la Oficina de Turismo de La Granja, frente a la Puerta de la Reina), el que llega a la Boca del Asno y su Centro de Interpretación (tel. 921 12 00 13). Y la otra hasta el Palacio Real de Riofrío, el inhabitado edificio que mandara construir Isabel de Farnesio, recuperado en los años sesenta del pasado siglo.

domingo, 7 de octubre de 2012

Cristina Calvache, un vino blanco con identidad propia, de Alboloduy, en Almería

En 2004 nació en Alboloduy una pequeña bodega familiar que elaboraba los vinos que han dado fama a este pueblo almeriense.Ya a finales del siglo XIX el vino eclosionó en este pequeño municipio de 700 habitantes a solo 36 kilómetros  de Almería capital, que alberga una larga tradición productora desde que sus habitantes vendimiaban las excelentes cosechas de variedades autóctonas como las uvas Jaén Blanca y Tintilla.   Frente a la tentación de cultivar variedades foráneas mas productivas han mimado unas cepas de mas de 60 años de la variedad autóctona Jaén Blanca. Los viñedos están situados en la zona de Campillo, Montenegro, Enix y Canjáyar, entre los 1.000 y 1.300 metros de altura. Dentro de estas bodegas de Albodoluy destaca la colección de vinos Cristina Calvache, concretamente su vino blanco procedente de esta uva autóctona de esta zona de la Alpujarra baja almeriense. Es un vino afrutado, seco y ligero, de color pálido, limpio y brillante, estupendo para acompañar arroces, pescados o ensaladas. Cristina Calvache, enóloga, dirige este proyecto de la familia Calvache, emprendedora donde las haya, desde el pueblo de Alboloduy en la Ribera del Andarax (Almeria). Siete medallas de Oro, cuatro de Plata y una de Bronce repartidas entre los distintos vinos de la «Colección Cristina Calvache» son la excelente cosecha de premios obtenidos en los mas prestigiosos concursos de vinos de Europa.
Este blanco cuesta unos 12 euros, según donde lo compres y fuera de Almería se puede encontrar en algunas tiendas gourmet y en internet a través de páginas como www.yotraigoelvino.com  Es uno de los vinos blancos con más identidad de Andalucía, aunque la colección tiene también rosados y tintos apreciables. Cuentan los expertos que es un hecho constatado que las uvas procedentes de tierras altas tienen más calidad: la radiación solar es mayor, la diferencia térmica entre el día y la noche es mayor, los vientos de altura proporcionan una mayor sanidad de la uva, lo que permite un tipo de viticultura que no necesita recurrir a pesticidas. La provincia de Almería es una de las más montañosas de España, con una altitud media superior a los 900 metros. La comarca de la Ribera del Andarax, enmarcada en los valles del rio Andarax y Nacimiento, al amparo de las sierras más altas de la provincia, Sierra Nevada y Sierra de Gádor, es una de las zonas de cultivo de viñedos más importantes de Almería que poco a poco se va convirtiendo en un revulsivo para la economía de esta zona.

viernes, 5 de octubre de 2012

De la calle La Bola a la Alameda del Tajo de Ronda, la ciudad soñada de Rilke

Tiene un recorrido de aproximadamente un kilómetro y es la arteria comercial de la ciudad malagueña de Ronda, conocida popularmente como calle La Bola. Hay comercios nuevos y de toda la vida como la zapatería La Bomba o la juguetería El Pensamiento -donde hay antiguos caballitos de madera, coches de latón o juguetes de chapa difíciles de encontrar en otros sitios- y bares de todo tipo, así como casas con escudos señoriales y preciosos balcones de forja. Su nombre real es Carrera Espinel pero los rondeños la llaman Calle de la Bola desde que , según cuenta la tradición, unos niños  formaron una gran bola de nieve, aprovechando su leve pendiente, en uno de los raros años de nieve en Ronda. También cerca, en el barrio del Mercadillo, se encuentra buena parte del legado artístico modernista de la ciudad, destacando el edificio del Círculo de Artistas o Casino de Ronda, lugar en el que Blas Infante organizó la primera asamblea andaluza, situado en la plaza del Socorro, el kiosko y las farolas de la Alameda del Tajo, el mirador del Paseo de Blas Infante, o la farola de la plaza de Carmen Abela, así como numerosas viviendas privadas. En el lado izquierdo está el Parador, con un mirador que merece la pena porque hay unas buenas vistas del Puente del Tajo y de la sierra. Al final de La Bola está el bar El Maestro, que se llama así porque allí desayunaba un mollete  y zurrapa de lomo el torero Antonio Ordoñez, donde hay que entrar y pedir un arroz recien cocinado o una de sus especialidades: seranitos o costillas guisadas.
Muy cerca, en la calle Nueva, esta el bar Tragatapas- filial del famoso Tragabuches del premiado cocinero malagueño Dani García-,  de decoración moderna, algo minimalista y terraza, mesas altas con taburetes en el interior, y muy buen tapeo. Para comer en la ciudad hay que probar todo lo que ofrece la sierra de Ronda, desde productos de cerdo ibérico a quesos artesanos de pueblos cercanos como El Bosque, Setenil de las Bodegas o Villaluenga del Rosario, pasando por las setas y tagarninas que se recogen en la zona. Algunos platos típicos tradicionales son el conejo a la rondeña, el lomo relleno de piñones, el cochifrito, la tortilla a la rondeña o la sopa de almendras y alcachofas. Y de postre las famosas yemas de Ronda de la pastelería Las Campanas en la preciosa plaza del Socorro. En Ronda no hay que perderse la espectacular Alameda del Tajo finaliada en 1806 gracias al dinero recaudado con las multas que ponían a quienes eran sorprendidos en "comportamientos escandalosos" y el Mirador del Tajo que ofrece una panorámica impresionante del hermoso emplazamiento de la ciudad. Se observa el su fondo el agua verdosa del río Guadalevín desde más de cien metros de altura. Al norte, la sierra rondeña, al sur, las múltiples terrazas de los Jardines de Cuenca. También hay que visitar la famosa Plaza de Toros de 1785, con una gran portada barroca de piedra enmarcada pr columnas toscanas que es la más antigua del mundo.

En su interior hay un enorme ruedo con barrera de piedra y dos pisos de gradas con arcos y columnas. A unos diez minutos andando está el Palacio de Mondragón, un edificio andalusí donde se alojaban los Reyes Cató
licos cuando visitaban la ciudad, situado a la otra orilla del Tajo, en la zona más antigua de Ronda conocida como La Ciudad. Ronda, la "Ciudad Soñada" como la bautizó el poeta Rilke, se encuentra escondida en plena sierra. Tras Granada y Sevilla, es la tercera ciudad más visitada de Andalucía. Dividida en dos por el Tajo, tiene un número importante de aparcamientos públicos a precios razonables y bien señalizados, pero siempre queda la opción de estacionar el vehículo en la calle. La ciudad es para pasearla pero eso si con unos buenos zapaos de suela gorda porque muchas calles son empedradas.
 
Restaurante Tragatapas
Calle Nueva, 4. Ronda (Málaga)
Teléfono952 87 72 09

Juguetería El Pensamiento
Carrillo Godino Hnos.
Carrera Vicente Espinel, 16
29400

Confitería Las Campanas  
Dirección : Plaza del Socorro nº 2, 29400.
Teléfono : 952 87 22 73