"El gazpacho, de Morón para abajo" cuenta Raimundo, un gastrónomo, cocinero, pintor y poeta que ha hecho de la cocina mozárabe y andaluza su pasión y su forma de vida desde los años 60. Fue entonces cuando restauró el antiguo convento de clarisas del siglo XIV , en la calle Argote de Molina, cerca de la Giralda y la Catedral de Sevilla, y abrió el restaurante Mesón Don Raimundo, que todavía lleva gracias a la ayuda de sus dos hijas que continúan la tradición y el negocio familiar, innovando y metiendo su toque para adaptarlo al mundo actual. Raimundo, que llegó a tener trabajando para el a 75 personas, adora contar como se hace su ajoarropao caliente, una mezcla entre el gazpacho, la sopa de tomate y la de ajo, que tomaban los jornaleros, levanta el ánimo y que es de lo más rico que he probado porque él lo prepara con maestría. Raimundo es además coleccionista de arte, tanto en el restaurante como en el hotel La Gloria- un tres estrellas con encanto que abrió la familia en el antiguo convento en 2003-, las paredes están llenas de cuadros valiosos, armaduras y recargados objetos de decoración, lo que hace resaltar el lugar por su singularidad. En este Mesón se precian de tener una carta tan amplia que puedes estar meses yendo a diario a comer sin repetir plato.
En este undécimo encuentro de #comeycomparte con @tapasporsevilla, @monirocampeona, @angelfdezmillan ,@rosaperiodista, Benito Caetano, Esther y @SusanaAgma, los blogueros hemos podido probar toda una degustación de cocina mozárabe: chocos con uvas, bacalao con pasas, hamburguesa de ave con mostaza casera de manzana, langostinos con arroz y ciruela y unos postres mozárabes a los que no faltan las frutas, el almibar, el azahar y la canela como las ciruelas pasas en arrope. Todo un lujo al paladar a precios razonables puesto que comer sale por unos 20 euros. Sin duda probarás platos difíciles de encontrar en Sevilla, aunque el restaurante también está especializado en frituras andaluzas y en platos como el embuchado de marisco o el adobo gaditano, todo con productos de primera calidad y un servicio muy cuidado y multirracial ya que hay senegaleses, polacos y, por supuesto, sevillanos.
El edificio por si solo ya merece una visita. Tiene mucha historia, ha sido un convento en el que se formaba a las monjas para convertir a los indígenas colonizados por Cristóbal Colón, el primer edificio de la Caja Postal, un colegio mayor y un famoso obrador de pastelería llamado La Gloria. El hotel actual tiene 35 acogedoras habitaciones, algunas de ellas con vistas a la Giralda, y una suite con un balcón que en Semana Santa se convierte en un privilegiado lugar para ver el paso de las cofradías sevillanas. El hotel Convento La Gloria es un sencillo y cómodo tres estrellas que se distribuye en tres patios interiores en los que la luz inunda las galerías. Luminoso, céntrico -está en pleno barrio de Santa Cruz-, sencillo y diferente por su decoración y la cálida atención de sus propietarias. El callejón por donde se entra se llamó Calle de las Brujas que por supuesto eran buenas y, según la leyenda, siempre preservaron el edificio de ser destruido. El mero hecho de salir a la calle desde este hotel y pasear por el entorno se convierte en una experiencia impagable.
La habitación sale por poco más de cien euros en temporada alta, que en Sevilla es sobre todo Semana Santa y la época de Feria, pero en temporada baja en la ciudad -julio y agosto- se pueden conseguir precios bastante más baratos. Para completar la oferta, Inma y su hermana, las hijas de Raimundo están a punto de abrir en una esquina del edificio un bar de tapas en el que mantendrán la comida tradicional andaluza pero darán salida a otro tipo de cocina. Ahora solo falta que Raimundo cumpla su promesa: ordenar sus recetas y sus conocimientos, que acumula en cuartillas, y publique ese libro de historia y recetas de la cocina mozárabe que a muchos nos encantaría tener. Todo un placer para el paladar.
Mesón Raimundo y Hotel Convento La Gloria
Calle Argote de Molina, 26. 41004 Sevilla. Tfno: 954293670.
