Creta, de la leyenda del Minotauro a las espléndidas playas de Balos y Preveli

Creta es una isla paradisiaca en el Egeo con increíbles playas rodeadas por un impresionante relieve de rocas que recortan la costa y tres cordilleras que hacen de este lugar un paraje sin igual entre las islas del mediterráneo. Heraklion es la capital de Creta y la tercera ciudad en importancia de Grecia, con más de 100.000 habitantes. Es una ciudad moderna en la que se concentra bastante el turismo de la isla con una fortaleza veneciana que se conserva en perfecto estado y que resguarda la entrada del puerto. Además hay que ver la iglesia de Agía Ekaterini con una gran colección de iconos, el Museo Arqueológico que alberga alfarería, miniaturas, joyas y frescos de la cultura minoica, el Museo Histórico donde puede admirarse «la vista del Monte Sinaí», única obra expuesta en la isla del pintor Domenico Theotocópuli, «El Greco» y la Catedral de San Menas (s. XIX). Hay que tener en cuenta que Heraklion es ciudad y no tiene playas, sino puerto, aunque a dos kilómetros encontramos ya estupendas playas. La ciudad tiene conexión aérea con muchísima frecuencia desde Atenas a su aeropuerto y conexiones días determinados con Mykonos, Santorini, Rodas y Salónica. También se puede llegar a Heraklion en ferry regular que, aunque más económico, es bastante incomodo, ya que un trayecto Pireo - Heraklion dura aproximadamente 15 horas. En la isla no hay que perderse Chania, también llamada Hania o Xania, que es la segunda ciudad más poblada de Creta-en la foto de arriba-y tiene mucho más encanto que la capital. La zona turística está alrededor de un precioso puerto veneciano amurallado rodeado por una red de callejuelas con un ambiente encantador. Chania tiene un espléndido pasado griego, veneciano y turco. Paseando por la ciudad te encuentras con una pintoresca y colorista arquitectura en la que se mezclan restos de las fortalezas venecianas, mezquitas e iglesias ortodoxas.

Pero el mayor atractivo turístico de la Isla de Creta es quizás el arqueológico, centrado en los palacios-ciudades que dieron origen a la cultura Cretence o Minoica: yacimientos arqueológicos como Knossos, Faustos, Malia, Gurnia y Hagia Triada. Knossos fue el mayor de los palacios cretenses y revela las características del mundo griego de la Edad de Bronce. Está 6 kilómetros de Heraklion y es el laberíntico palacio minoico más importante, con  maravillosas pinturas murales, baños, columnatas y la Villa de Ariadna que te hace revivir los mitos de Ariadna, Teseo y el Minotauro. Según la mitología griega, Rea ocultó a Zeus en el monte Ida. Cuando Zeus raptó a Europa la llevó a Creta y de su unión nacieron tres hijos, uno de los cuales fue Minos, cuya esposa dio a luz al Minotauro que fue encerrado en el Laberinto. Teseo mató al Minotauro y escapó del laberinto ayudado por Ariadna, hija del rey Minos. Creta desde el año 3000 al 1200 a. C. fue el centro de una próspera civilización denominada civilización minoica o del Egeo, contemporánea de Egipto y Mesopotamia, que desapareció al parecer tras una erupción del volcán de Santorini. Su especial situación geográfica y su continuo cruce de culturas ha determinado su historia, sus mitos y sus tradiciones.

En Creta se encuentran algunas playas muy especiales que propician el turismo, ideales para tomar sol , nadar, y practicar deportes acuáticos. Muchas de las playas están bastante llenas los meses de verano, mientras que otras permanecen casi desiertas. Hay algunas muy buenas alrededor de Hania, en el centro de la isla, aunque en la costa suroeste está la Playa Preveli, que atrae a las multitudes y es una de las más fotografiadas de la isla, por su formación de roca bastante espectacular en el mar. Otra de las más populares esta en Rethimno, también en el centro de la isla por la parte norte. Es una playa ancha de arena y palmeras, ideal para los turistas que han pasado el día explorando las calles del pueblo. El pueblo (con el mismo nombre que la playa), se ha mantenido prácticamente igual a lo largo de los años, lo cual le da un aire señorial y con historia. La playa en el mismo núcleo urbano de Rethimno es perfecta si quieres mantenerte cerca de la acción, pero para un agua más clara y limpia, y con menos gente por los alrededores, lo mejor es alejarse del pueblo y explorar en las cercanías, donde podemos encontrar verdaderas . Al norte, está la playa de Balos,en una población pesquera que ha mantenido gran parte de su encanto. En la parte de la costa sur,  las playas de Ayia Galini y Plakias se han convertido en pequeños centros turísticos, aunque haciendo escapadas por los alrededores, hay playas y calas aisladas para nosotros solos. Los cretenses son muy aficionados a la vida callejera y a menudo van a comer o cenar en alguna taberna o simplemente a beber un buen café griego o un raki , la típica aguardiente griega, es la excusa perfecta para estar en compañía, jugar a domino o escuchar buena música ya que no es raro encontrar músicos sentados en una mesa tocando música típica cretense y compartiendo una botella de raki. También hay que probar los estupendos vinos de la tierra. Creta es una isla muy grande que requiere al menos una semana para conocerla bien.

Isla de Armona, la mejor puesta de sol de la costa del Algarve, en Portugal

La forma de llegar ya es fántastica, puesto que vas en un barco desde Olhao, Faro o Fuseta, que tarda unos 20 minutos,  disfrutando de un paisaje precioso del Parque Natural de la Ría de Formosa. La praia da Armona se sitúa en el extremo occidental de la isla de Armona, en el Algarve portugués, en las proximidades de Barra Grande, un pequeño poblado de pescadores y mariscadores, y, una vez más, es necesario atravesar los laberintos de arena y limo de la Ria Formosa para llegar a ella. En la isla, como en las vecinas de Culatra o Farol, no hay tráfico, solo unos pocos bares como El Tolinha, con comida típica de la zona , casera, abundante y a buen precio.

Las playas son preciosas, arena dorada, aguas transparentes y dunas. Puedes bañarte y pasear sin necesidad de tener que ir esquivando a la gente y a las toallas. Hay mucho marisquito, para quien quiera entrenerse, mariscar y darse un homenaje de navajas, berberechos,coqiuinas y almejas. Pero además de comert, en esta reserva natural puedes ver refugios de camaleones y gran varidad de aves.  La isla tiene bastantes casas en la zona más urbanizada que en origen eran de pescadores aunque hay construcciones nuevas y un único camping que pertenece a una cadena que se llama Orbitur. Está compuesto de bungalows, que son apartamentos individuales, situadaos en la arena al lado de la playa, sin espacio para tiendas de campaña. El camping o el alquiler de casas es la única manera de pernoctar en la isla ya que no hay hoteles ni apartamentos. La barrera arenosa es muy amplia, se pierde de vista y se extiende hacia oriente, hasta la Praia da Fuseta, estupenda para dar caminatas o recorrerla en barco. Los bancos de arena junto a la bocana forman unas agradables piscinas naturales. De la isla de Armona dicen los portugueses que tiene "una puesta de sol de otro mundo". Hay un caminito de cemento, de unos dos metros de ancho, que recorre la isla de norte a sur. Es el único camino asfaltado que se puede encontrar en la isla, nada de carreteras, ni coches, ni aceras. A cada lado del caminito están las casitas. Hay centenares de todos los colores, más grandes, más humildes... y también una serie de tiendas a lo largo de la isla donde puedes comprar fruta, verdura y cualquier cosa que necesites. Restaurantes hay pocos, está el Carlos Bar, el Tolinhas, el café Convivio, el Barbacana y otro más al final del camino casi llegando a la playa que llevan unos ingleses. Frente a la población de Fuseta, en el extremo este de la isla se encuentra la Playa Fuseta. Esta es la zona donde la Ría Formosa comienza a mostrarse más estrecha y hasta es posible llegar nadando desde tierra firme a la isla.

Alcoutim, una ciudad portuguesa fronteriza y bella, a orillas del Guadiana

Es una villa serrana que tuvo minas de cobre, hierro y magnesio hasta el periodo romano. Los minerales se transportaban desde el rio Guadiana hasta otras zonas del imperio. Alcoutim es un bonito pueblo a orillas del río Guadiana, a unos 40 km al norte de Vila Real de Santo António, perteneciente al distrito de Faro en la region del Algarve.  

Pero Alcoutim también es conocido porque en el siglo XIV se firmó el tratado de paz entre Castilla y Portugal, aunque tras la pérdida de importancia del rio Guadiana el municipio pasó a ser una zona estancada que hoy está en proceso de recuperación. Se trata de un puerto fluvial cuya arquitectura es típica del Algarve, con casas blancas rodeadas de un anfiteatro de colinas en las que destaca su castillo y los veleros anclados a la orilla de su río. En su casco antiguo realza su iglesia parroquial. Alcoutim es una villa historica, como atestiguan los abundantes vestigios arqueológicos que se encuentran en la zona. El municipio, está flanqueado al sur por el rio Guadiana, en tiempos navegable hasta Mértola, siendo un importante medio de comunicación. Las memorias de aquella época son recuperadas en el Museu do Río, uno de los espacios museológicos con los que cuenta el municipio. Destaca también el Núcleo de Santa Justa, una antigua escuela de los años 50 rehabilitada, y el Núcleo de Vaqueiros, dedicado a los trabajos agrícolas. El castillo de Alcoutim tiene forma de polígono irregular, con una superficie aproximada de unos 3.100 m2. Actualmente se conservan dos puertas: La principal, orientada hacia el norte, y otra hacia el este. Ambas son ojivales, lo que indica que se tratan de las de Mértola y del Guadiana mandadas abrir en tiempos de don Dionís. En el patio de armas se ha habilitado el pequeño museo donde pueden contemplarse objetos de distintas épocas, así como parte de la cimentación más primitiva de la fortaleza, y también algunos sarcófagos de piedra encontrados allí mismo. El resto del patio es un cuidado jardín que, aunque impropio de un sitio semejante, convierten el recinto en un agradable lugar. Se puede llegar a Alcoutim bien desde el sur de Portugal, por la carretera desde Castro Marim, o bien desde Sanlúcar de Guadiana en España, cruzando el río en barca, con lo cual se puede aprovechar para visitar el castillo de San Marcos. Es aquí donde el río se transforma con la marea y los barcos a menudo tenían que esperar horas para que las mareas bajasen. Alcoutim es una ciudad en laderas empinadas de calles empedradas, pequeñas plazas y un paseo pavimentado a lo largo del frente del río, que está poblado por un puñado de cafés y restaurantes. El río es muy estrecho en este punto y varios barcos de vela y embarcaciones fluviales flotan suavemente sobre las aguas , con un telón de fondo del material, colinas verdes. La cocina de Alcoutim sabe a sierra, con sus platos de carne de cordero y de cerdo, con la presencia de los conejos, liebres, perdices y jabalíes en tiempo de caza. Pero se puede tomar un tentempié con solo vino casero y el sabroso pan cocido en los viejos hornos de leña, con aceitunas, jamón, embuchado de carne, chorizo, quesos de cabra y de oveja preparados según recetas de hace siglos. 

A las afueras del municipio hay una  playa fluvial situada muy cerca de la frontera española que es muy visitada por la limpieza y agradable temperatura del agua, así como por sus completas infraestructuras: césped con zonas de sombra, campo de voleibol playa, aparatos de gimnasia, aparcamiento, duchas, y servicios sanitarios, acceso para minúsvalidos y sillas adaptadas para el baño. El acceso se realiza a través de la carretera que une Alcautim con Vila Real de Santo António. Para que este “oasis” pueda ser aprovechado plenamente por personas discapacitadas, la playa está equipada con un Tiralot, equipamiento que permite a personas con discapacidades motoras y personas con movilidad reducida acceder fácilmente al arenal y al agua.

Tres Palmeiras y Zé María e Lita, los reyes del grelhado en Tavira

Tavira, un pueblo que ha sabido conservar su carácter tradicional y alardea de tener un ritmo de vida tranquilo en una región abarrotada de turistas, a solo 35 kilómetros de la frontera con España. Tavira es uno de mis pequeños secretos escondidos del sur de Portugal y mi ciudad favorita del Algarve. Tavira es -sin duda- una de las ciudades más bonitas del Algarve y merece una visita. Dispone de un casco histórico bien conservado, con algunos restos de murallas de un antiguo castillo e iglesias centenarias, y pasear por las calles del centro de la ciudad es un auténtico placer. Una de sus especialidades gastronómicas son los pescados y carnes a la parrilla, llamados “grelhados”. Precisamente, los grelhados son la especialidad -y casi los únicos platos- que se pueden encontrar en dos de los restaurantes de "tarifa plana" que recomiendo en la capital del rio Gilao: El "Tres Palmeiras", frente al hipermercado Continente, y el "Ze María. O rei do grelhado" en la freiguesía de Santiago. El "Tres Palmeiras" es un restaurante popular donde nada más llegar te ponen una ensalada, patatas cocidas y pan con tomate o piri piri-picante-, despuéste traen un platazo de sardinhas y después los peixes-el pescado-que les acaba de llegar: róbalo, dorada, besugo, carapau o bacaladiñas...con tu cerveza y tu vino, más un cesto de fruta para elegir...todo por unos 13 euros. Eso sí ,es un sitio caluroso en verano, con mesas pegadas unas a otras y al que hay que llegar pronto porque siempre está muy frecuentado, sobre todo por portugueses, pero el pescado es fresquisimo y te lo sirven en su punto.

Mejor en calidad, porque es más fresquito y tranquilo y la atención es estupenda, está también "Ze María e Lita, O Rei O Grelhado", donde te cobran por bandeja de pescado. Un menú con ensalada y un montón de peixes grelhados del día-salmonetes, corvina, besugos, sardinas- sale unos 13 o 14 euros. El pescado es el rey de la gastronomía local en Tavira. Se pueden comer excelente marisco fresco: ostras, almejas, coquinas, gambas, etc..., aunque quizá lo más típico sea el atún, especialmente encebollado, la zapateira-buey de mar- y el bacalao, aunque es recomendable pedir el pescado del día “grelhado”, es decir al carbón, a unos precios más que ajustados.

Restaurante Tres Palmeiras.Rua Vale Caranguejo
Vale do Carangueijo

+351 281 325 840

8800-228 TAVIRA

Restaurante Ze María e Lita
Rua Maria Campina, nº14 - Tavira Tel: 918261897

La Latina: el encanto del castizo Madrid

Ubicado en el Madrid de los Austrias, La Latina es uno de los barrios más castizos y con más solera de Madrid. En este vecindario y sus aledaños podemos encontrar los vestigios de lo que fue la cuna de la ciudad. La delimitación del barrio es confusa debido a lo enrevesado de sus calles, pero podemos decir que está entre la calle Toledo y la calle Bailén y desde la Puerta de Toledo hasta la calle Mayor. Tiene importantes iglesias como la de San Francisco el Grande o la de San Andrés y edificios rehabilitados, está cerca del Rastro de la Ribera de Curtidores y de Sol, y mantiene el sabor de barrio barrio. Entre sus calles con encanto,  las Cavas, la Alta y la Baja, tuvieron mucha importancia, ya que allí se establecieron fondas y tabernas para los viajantes que traían mercancía para vender en los cercanos Mercados de la Cebada o de San Miguel. Con el paso de los años, las Cavas fueron mejorando la categoría de sus posadas, abriendo restaurantes y tiendas que vendían la mercancía de los viajantes y hoy están llenas de mesones y tabernas donde tapear y tomar una caña o un vermú. El origen de la Cava Alta y de la Cava Baja está en los antiguos fosos que se situaban en el exterior de la muralla para evitar los asaltos por sorpresa. Estas antiguas cavas permitían la entrada o salida aunque estuvieran echadas las puertas, incluso cuenta la leyenda, se fugaron por ellas gran parte de los árabes cuando Alfonso VI reconquistó Madrid. Otro sitio emblemático del barrio son el mercado de la Plaza de la Cebada y la Plaza de la Paja  que fue el centro neurálgico de Madrid durante la Edad Media, hasta que se construyó la Plaza Mayor.  El barrio es una deliciosa mezcla de personajes, lo visitan muchos turistas, pero La Latina tiene una población estable de artistas, bohemios eternos y vecinos de toda la vida. El carácter peatonal de la mayoría de sus muchas plazas hace que sus terrazas estén llenas todas las tardes desde el inicio de la primavera hasta bien entrado el otoño y que reúna grandes aglomeraciones de gente en las noches de los fines de semana, disfrutando de sus bares, tabernas y restaurantes. Y después de cenar o tapear por la noche en alguno de los "clasicos" del barrio como "La taberna de Lucio", "La Musa Latina", el "Orixe" o cualquier otro bar de la zona, es obligado ir a uno de los sitios más divertidos de la zona: El Berlín Cabaret en la Costanilla de San Pedro,  donde hacen actuaciones en directo todas las noches.

Drags queens, magos y humoristas, preferentemente, en un local que te transporta a los años 30. De lunes a jueves puedes sentarte (impensable de viernes a domingo) para ver la actuación, mientras te tomas una copa. Es un lugar mítico de la "movida madrileña" que lleva muchos años cosechando éxitos. Para entrar los fines de semana hay que ir temprano porque luego se forman unas colas imposibles. También van los rezagados, cuando sobre las 3 de la mañana cierran los otros bares de "La Latina", el Berlín Cabaret cierramucho más tarde. Es un sitio muy muy divertido, con el glamour de un antiguo cabaret y las actuaciones más "in".

Costanilla de San Pedro, 11 Madrid, 28005
Distrito: Centro 
Horario: L-J de 23:00 a 05:00 V-S de 23:00 a 06:00
Cómo llegar: L5 la latina