La forma de llegar ya es fántastica, puesto que vas en un barco desde Olhao, Faro o Fuseta, que tarda unos 20 minutos, disfrutando de un paisaje precioso del Parque Natural de la Ría de Formosa. La praia da Armona se sitúa en el extremo occidental de la isla de Armona, en el Algarve portugués, en las proximidades de Barra Grande, un pequeño poblado de pescadores y mariscadores, y, una vez más, es necesario atravesar los laberintos de arena y limo de la Ria Formosa para llegar a ella. En la isla, como en las vecinas de Culatra o Farol, no hay tráfico, solo unos pocos bares como El Tolinha, con comida típica de la zona , casera, abundante y a buen precio.Las playas son preciosas, arena dorada, aguas transparentes y dunas. Puedes bañarte y pasear sin necesidad de tener que ir esquivando a la gente y a las toallas. Hay mucho marisquito, para quien quiera entrenerse, mariscar y darse un homenaje de navajas, berberechos,coqiuinas y almejas. Pero además de comert, en esta reserva natural puedes ver refugios de camaleones y gran varidad de aves. La isla tiene bastantes casas en la zona más urbanizada que en origen eran de pescadores aunque hay construcciones nuevas y un único camping que pertenece a una cadena que se llama Orbitur. Está compuesto de bungalows, que son apartamentos individuales, situadaos en la arena al lado de la playa, sin espacio para tiendas de campaña. El camping o el alquiler de casas es la única manera de pernoctar en la isla ya que no hay hoteles ni apartamentos. La barrera arenosa es muy amplia, se pierde de vista y se extiende hacia oriente, hasta la Praia da Fuseta, estupenda para dar caminatas o recorrerla en barco. Los bancos de arena junto a la bocana forman unas agradables piscinas naturales. De la isla de Armona dicen los portugueses que tiene "una puesta de sol de otro mundo". Hay un caminito de cemento, de unos dos metros de ancho, que recorre la isla de norte a sur. Es el único camino asfaltado que se puede encontrar en la isla, nada de carreteras, ni coches, ni aceras. A cada lado del caminito están las casitas. Hay centenares de todos los colores, más grandes, más humildes... y también una serie de tiendas a lo largo de la isla donde puedes comprar fruta, verdura y cualquier cosa que necesites. Restaurantes hay pocos, está el Carlos Bar, el Tolinhas, el café Convivio, el Barbacana y otro más al final del camino casi llegando a la playa que llevan unos ingleses. Frente a la población de Fuseta, en el extremo este de la isla se encuentra la Playa Fuseta. Esta es la zona donde la Ría Formosa comienza a mostrarse más estrecha y hasta es posible llegar nadando desde tierra firme a la isla.
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