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martes, 7 de junio de 2011

La Ribeira, el barrio más bonito de Oporto, y sus vinos

La Ribeira, las bodegas, sus vinos, su casco histórico con sus estrechas callejuelas, sus puentes. ¡Alucinante Oporto!. La Ribeira es parte del casco histórico de Oporto, Património Mundial de la UNESCO. El "Cais da Ribeira", es de las zonas más antiguas de la ciudad y concentra en la orilla del río Douro casas antíguas con fachadas espetaculares de autentica arquitectura portuguesa, bares, restaurantes y hoteles. Allí tenemos destacadas la "Praça da Ribeira", "Rua da Fonte Taurina", una de las más antíguas de la ciudad, el muro de los "Bacalhoeiros y la Casa do Infante". Aunque todo el casco antiguo de esta ciudad portuguesa es impresionante, sin duda La Ribeira es uno de sus barrios más vivaces, una franja colorida que recorre la orilla del río Duero derramándose desde la colina, frente a Vila Nova de Gaia, donde están las famosas bodegas que también hay que recorrer para descubir cual es nuestro vino oporto preferido. Pasear por el interior del barrio, por las empinadas y tortuosas calles que recorren la colina, supone un esfuerzo físico así que lo mejor luego es comer o pasear junto al rio, en alguno de los restaurantes que se suceden por su calle principal y que tienen en su mayoría terrazas con mesitas al aire libre,  ideales sobre todo en verano, para terminar el día cómodamente sentado observando el paisaje.
Junto a la Plaza de la Ribeira está el Puente de Luis I, diseñado por un discípulo del gran Eiffel, uno de los tantos que caracterizan a Oporto cuya particularidad es que se compone de dos plantas, una que enlaza La Ribeira con la zona de cantinas de la otra margen y otro más elevado, que une la ciudad alta de Oporto con la colina de Vila Nova. Caminar por el puente parece ser una actividad no apta para quienes sufren de vértigo aunque durante el verano hay jóvenes que montan el espactáculo tirándose al Duero desde lo alto. En la entrada del puente parte el Funicular dos Guindais que une la Avenida Gustavo Eiffel con Largo 1º de Dezembro, en lo alto de la ciudad. A lo largo del muelle hay empresas que ofrecen cruceros por el rio y una de las estampas más típicas de este paseo son los llamados "rabelos", unos barquitos de madera construidos originariamente para el transporte de los toneles de vino.  La segunda ciudad de Portugal destila personalidad y es inevitable la visita a una de sus enormes bodegas repletas de barriles de roble donde maduran los vinos que dan fama mundial a la ciudad. La verdad es que las visitas de las bodegas son interesantes, pero bastante similares entre unas y otras, por lo que no suele merecer la pena entrar en más de una de ellas. Vista una bodega, vistas todas. Algunas de las bodegas más famosas y recomendables para visitar son las de Calem, Sandeman, Offley o Ferreira. En Oporto de producen básicamente seis tipos de vinos tintos dulces y también blancos secos. Los Ruby son los más jóvenes y frescos. Son mezcla de varias añadas y envejecidos en madera de dos a tres años; los Tawnys vienen del inglés “tostado”. Son vinos que han permanecido más tiempo en madera, por lo que adquieren un matiz marrón rojizo. Aunque son mezcla de diferentes cosechas suelen llevar en la etiqueta la categoría de la edad y los hay de 10,20, 30 años...; Los Colheita proceden de una sola cosecha (que se especifica) y envejecen en madera un mínimo de 7 años antes de ser embotellados. Se puede decir que es un tipo de tawny añejo de gran calidad; los LBV, siglas de Late Bottled Vintage (vintage de embotellado tardío). También proceden de una sola cosecha y envejecne en barrica de cuatro a seis años. Normalmente se filtran y estabilizan antes de su embotellado por lo que no deben tener posos ni mejorar en botella; los Crusted , vinos que prácticamente han desaparecido. Muy pocas bodegas los elaboran a pesar de ser unos vinos excelentes. Crushed significa “costra” y es un oporto típicamente del gusto inglés. Se obtiene mezclando una selección de vintage de diferentes cosechas y embotellándolos en su juventud. Mientras envejece en botella un mínimo de dos años, produce sedimentos o costra, por lo que debe ser decantado antes de su servicio; y, por último, los  Vintage, sin lugar a dudas el rey de los oportos, la máxima calidad. Sólo se elabora en añadas declaradas excepcionales por el Instituto do Vinho do Porto. Se seleccionan las mejores viñas de las mejores parcelas y las algunas bodegas todavía hacen el prensado de la uva con los pies. Es uno de los vinos más longevos que se conocen, no alcanza su pleno desarrollo hasta pasados al menos 20 años. Se crían sólo dos años en barrica y su bouquet característico lo alcanza mediante años y años de crianza en botella.

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