La Praia Do Carvoeiro es un pequeño enclave cerca de Lagoa, en al Algarve portugués, con todo el aroma pesquero del municipio. Es todo un espectáculo ver a los pesqueros de bajura preparando sus enseres, así como las embarcaciones de madera, aunque en verano hay ya demasiada gente en la zona.
El pueblo es conocido por sus acantilados y solitarias calas, pero si duda es la belleza de su pequeña playa urbana al atardecer, sus casas coloristas y los pequeños botes de los pescadores sobre la arena lo que le confiere un atractivo especial. Cuentan que en 1554, hubo una batalla naval frente al Cabo de Carvoeiro y derrotaron a los piratas turcos, pero hoy en día el pueblo vive de la pesca y del turismo. Hay escuelas de buceo y la posibilidad de hacer excursiones en barco, pero lo que no falta son sitios donde comer y beber ya que hay una amplia oferta de restaurantes tanto en la plaza sobre la playa como en las calles adyacentes. En el acantilado sobre Carvoeiro se encuentra la fortaleza de Nuestra Señora de la Concepción, del siglo XVII, en cuyo interior hay una ermita dedicada a la Virgen de la Encarnación. Aunque la playita del pueblo se queda pequeña para la época estival se pueden ir a otras preciosas y menos saturadas como Praia da Marinha . El camino que lleva hasta la Marinha va por encima de un acantilado, y en la bajada hay un chiringuito donde una copita de un refrigerio, es de agradecer. En su terraza, la vista de las calas, unas pequeñas y otras mas largas, y el mar de frente crean un estupendo entorno. La costa entre Armacao de Péra y Ferragudo está dominada por formaciones rocosas. interrumpidas por bahías tranquilas con bonitas playas. Esta zona es muy conocida también por los golfistas.Y desde Carvoeiro se puede hacer una visita a Silves, la vieja capital musulmana del Algarve, que está a solo 10 kilómetros.
Encaramada a una colina en la orilla norte del río Arade, Silves ha jugado un papel fundamental en la historia de esta región portuguesa. Ocupada desde tiempos paleolíticos, ha visto pasar mil pueblos desde romanos a suevos, desde árabes a vikingos hasta quedar integrada en la corona portuguesa tras un breve periodo de dominación castellana. La Silves de hoy es una pequeña ciudad de poco más de 10.000 habitantes que mira con orgullo un pasado glorioso en el que la ciudad se erigió como capital de la Sura de Al-Garb el país de Occidente (así podría traducirse del árabe), una provincia dependiente del Califato de Córdoba. Su antigua alcazaba es, junto a algunos lienzos del triple sistema de murallas, la principal testigo de la antigua fortaleza militar que tuvo Silves. El edificio que hoy se puede ver data de época califal, aunque fue profundamente remodelado por los almohades y, posteriormente, por los portugueses . La ciudad se alza en forma de anfiteatro, en una colina rematada por el castillo y por la antigua catedral, junto al río Arade.
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