Kas es una población pesquera situada en la costa sudoccidental de Turquía que tiene muy rincones extraordinarios que dejarán sin palabras a los viajeros. Si lo que se busca son lugares con historia, en Kas vamos a encontrar bastantes cosas, desde una tumba licia perfectamente conservada, hasta un teatro que está en perfectas condiciones. Si por el contrario lo que se quiere es tranquilidad, en Kas está asegurada, ya que a pesar de que cada año cientos de personas llegan hasta aquí, sobre todo en verano, este pueblo todavía conserva una armonía y una calma inusual. Uno de los lugares más emblemáticos de Kas es su puerto. Allí cada día llegan los pescadores con sus capturas y el ambiente es inmejorable. Además hay muchas cafeterías y restaurantes en los alrededores que tienen unas terrazas idílicas desde las que se puede seguir el ir y venir de la gente. En Kas también encontramos bastantes tiendas, no sólo de recuerdos, sino de todo tipo de productos, y el ambiente que hay por las noches es espectacular, sobre todo en verano.
Turquía es una caja de sorpresas empezando por esta fascinante Costa Licia, un tramo sobre el Egeo que va desde Antalya hasta Fethiye. La costa Licia posee, aparte de las playas más bonitas del mediterráneo, muchas ciudades antiguas, incluso una ciudad sumergida en el mar. Barracudas, peces doncella y acantilados que albergan tumbas licias son solo algunos de los secretos que alberga la bahía de Kas, a solo tres millas de la isla griega de Castelorizo. Todo esto se une a un casco antiguo de casas blancas al más puro estilo mediterráneo. La costa licia está cerca de muchos de los sitios imprescindibles de visitar en Turquía: Patara, Kalkan, Kas, Mira, Finike, Adrasan, Olympos, Cirali, Tekirova. Como curiosidad decir que muy cerca de allí está la cuna de Papa Noel o San Nicolás. Según la leyenda San Nicolás nació en Patara, en el sur de Turquía, el pueblo que tiene la playa más larga del país. Se dice de él que era una persona bondadosa y que incluso hacía milagros. Tras fallecer sus padres donó su fortuna a los necesitados y se hizo monje.
Fue entonces ordenado Obispo de Myra, que se encuentra a unos kilómetros de su pueblo natal. Allí, una de sus buenas acciones provocó que durante siglos, hasta la actualidad, y en gran parte del mundo, millones y millones de niños ansíen la llegada de un día al año en el que reciben juguetes y caramelos. Así se forjó el personaje conocido como Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, Father Christmas, Sinterklaas, o Baba Nöel. También cuenta la historia cómo rescató a tres mujeres jóvenes de la esclavitud. El padre de las chicas se arruinó y no podía pagar la dote de sus hijas por lo que las ibaa vender como esclavas. Nicolás se enteró, y en la oscuridad de la noche arrojó oro dentro de la casa. Evitó así que las chicas fueran esclavas y fue conocido como benefactor que hacía regalos. Muchas más historias le rodean, como la de que salvó a unos marineros en Jerusalén, que devolvió la vida a tres niños y que paró uno de los barcos de mercancías que transportaba maíz y libró al pueblo de una hambruna. En Myra, la ciudad que le hizo obispo, una figura de Santa Claus con un niño en el hombro y otro en la mano preside una de las calles principales, y a sus espaldas está la iglesia de San Nicolás, cuyos primeros cimientos datan del siglo VI D.C. El edificio ha pasado por terremotos, guerras y destrucciones, pero se mantiene la tumba del santo y se conservan frescos de su rostro. La figura real del santo medía al parecer algo más de un metro y medio, y era delgado. En 1869 ya aparecía con una toga roja así que no lo inventó Coca Cola, pero esta marca sí que popularizó su imagen actual.
Turquía es una caja de sorpresas empezando por esta fascinante Costa Licia, un tramo sobre el Egeo que va desde Antalya hasta Fethiye. La costa Licia posee, aparte de las playas más bonitas del mediterráneo, muchas ciudades antiguas, incluso una ciudad sumergida en el mar. Barracudas, peces doncella y acantilados que albergan tumbas licias son solo algunos de los secretos que alberga la bahía de Kas, a solo tres millas de la isla griega de Castelorizo. Todo esto se une a un casco antiguo de casas blancas al más puro estilo mediterráneo. La costa licia está cerca de muchos de los sitios imprescindibles de visitar en Turquía: Patara, Kalkan, Kas, Mira, Finike, Adrasan, Olympos, Cirali, Tekirova. Como curiosidad decir que muy cerca de allí está la cuna de Papa Noel o San Nicolás. Según la leyenda San Nicolás nació en Patara, en el sur de Turquía, el pueblo que tiene la playa más larga del país. Se dice de él que era una persona bondadosa y que incluso hacía milagros. Tras fallecer sus padres donó su fortuna a los necesitados y se hizo monje.
Fue entonces ordenado Obispo de Myra, que se encuentra a unos kilómetros de su pueblo natal. Allí, una de sus buenas acciones provocó que durante siglos, hasta la actualidad, y en gran parte del mundo, millones y millones de niños ansíen la llegada de un día al año en el que reciben juguetes y caramelos. Así se forjó el personaje conocido como Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, Father Christmas, Sinterklaas, o Baba Nöel. También cuenta la historia cómo rescató a tres mujeres jóvenes de la esclavitud. El padre de las chicas se arruinó y no podía pagar la dote de sus hijas por lo que las ibaa vender como esclavas. Nicolás se enteró, y en la oscuridad de la noche arrojó oro dentro de la casa. Evitó así que las chicas fueran esclavas y fue conocido como benefactor que hacía regalos. Muchas más historias le rodean, como la de que salvó a unos marineros en Jerusalén, que devolvió la vida a tres niños y que paró uno de los barcos de mercancías que transportaba maíz y libró al pueblo de una hambruna. En Myra, la ciudad que le hizo obispo, una figura de Santa Claus con un niño en el hombro y otro en la mano preside una de las calles principales, y a sus espaldas está la iglesia de San Nicolás, cuyos primeros cimientos datan del siglo VI D.C. El edificio ha pasado por terremotos, guerras y destrucciones, pero se mantiene la tumba del santo y se conservan frescos de su rostro. La figura real del santo medía al parecer algo más de un metro y medio, y era delgado. En 1869 ya aparecía con una toga roja así que no lo inventó Coca Cola, pero esta marca sí que popularizó su imagen actual.
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