Es un bar lleno de historia, entrañable y especial, la Taberna El Gorrión de Jaén es uno de esos sitios que no puedes perderte cuando visites esta ciudad. Todo está casi como cuando la fundaron en 1888, el trato es amabilísimo y son estupendas sus raciones de jamón y queso, los ahumados y las salazones. Pero es que además, en el sótano tienen un jamón que "indultaron", es decir que decidieron no comerse y metieron en una urna de cristal , tras la Primera Guerra Mundial, porque el entonces dueño del local se enamoró de una jóven clienta a la que la grasa del jamón había manchado el vestido. Si se lo pides, el camarero seguro que está encantando de bajar y enseñarte ese peculiar "fósil". El Gorrión está muy cerquita de la hermosísima Catedral de Andrés de Vandelvira, en una zona llena de tascas que los jaeneros llaman 'el callejón de los borrachos" con su ironía casi más castellana que andaluza. Las paredes de la taberna están llenas de artículos de periódicos que le han dedicado y son mchas las reseñas literarias que aluden a ella, sobre todo en la obra de Juan Eslava Galán y otros ilustrados jiennenses. Sobre su barra de madera oscura todavía hay tizas para llevar las cuentas y es un lugar muy frecuentado a mediodía y entre las nueve y las once de la noche. Junto a El Gorrión está La Manchega con la que se disputa el decanato de los bares, otra taberna típica decorada con asuntos taurinos y cuadros cásicos. Independientemente de la gastronomía, este especio urbano, antigua judería de la ciudad, poseee un gran encanto por su tipismo.
Calle Arco del Consuelo, 7
Jaén
Tlf 953 232 000
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