Pulpo, tranquilidad y mar en Santa Luzía (Portugal)

A unos 3 kilómetros de Tavira (Portugal) se encuentra la Capital do Polvo (del Pulpo), Santa Luzía, un pueblo de pescadores que irremediablemente está creciendo en los últimos años pero que sigue teniendo el encanto de los sitios marineros todavía no masificados. Desde allí se puede ir, en un trenecito o andando, hasta la playa de Barril de arena fina y dorada, y a playa Estreita, donde se llega con un barco que cruza la ria de Formosa. Cerca tienes otras playas desiertas o muy frecuentadas, pero siempre mucho mar y muy buen tiempo con varios restaurantitos con encanto que ofrecen pescado fresco, gruisos de pulpo (polvo), dulces de nata o algarroba y vinos de Tavira o el Alentejo.

A la playa de Barril puedes acceder andando o en un trenecito que está todo el día dando vueltas. Para los perezosos o noveleros es mejor coger el tren, aunque el paseo es muy agradable. Al camino se accede cruzando un puente sobre la ria y después te encuentras con una mini estación, de la que parte otro camino para los que quieran ir andando. Tardas unos 5 minutos en tren y unos 15  a pie. El tren cuesta 1 euro por persona. La playa dispone de bares y restaurantes y también alquilan hamacas y sombrillas. Santa Luzia es un pequeño pueblo de casas de una sola planta, puertas coloreadas, paredes descascarilladas, calles adoquinadas, aires de trasnochada y cautivadora villa bohemia y olor a mar.  La capital del polvo portugués se encuentra discretamente resguardada en un puerto de mar del Algarve, que a la entrada ya anuncia qué es y dónde se está: «Bienvenido a la capital del polvo», dice el cartel. El puerto de Santa Luzia es un ir y venir de pequeñas barcas de madera donde los marineros llegan cada día con sus redes repletas de pulpos que se consumen en todos los restaurantes que recorren el paseo marítimo. En las cartas aparece lo mismo: polvo con arroz, ensalada de polvo, polvo grelhado, feijoada do polvo...pero todo con vistas al mar y regado con un vino Marqués de Borba del Alentejo. Quien quiera saber a qué sabe un pulpo recién pescado, perfectamente cocido, sencillamente servido y tiernamente llevado a la boca, Santa Luzia es su lugar y sus restaurantes del puerto la mejor pista.