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viernes, 28 de octubre de 2011

Taberna Salinas, un lugar de referencia gastronómica en Córdoba

No se debe ir a Córdoba sin visitar la Taberna Salinas, tan cerca de La Corredera, tan especial y tan cordobesa hasta en el recoveco de sus puertas. Hasta cuando está cerrada, tiene Taberna Salinas ese aspecto sobrio de las casas de siempre y , además de su aspecto literario, puedes valorar su hospitalidad y sin duda su gastronomía. La ensalada de naranja, cebolleta y bacalao, su salmorejo, las berenjenas fritas y los flamenquines, los garbanzos con espinacas, los boquerones rebozados hacen las delicias de los clientes porque tienen ese toque tradicional, como de cocina de la abuela. Fotos de Manolete, réplicas de Julio Romero y sillas de olivo y enea, así como el olor inconfundible a fino Moriles tomando cuerpo en las botas de madera francesa, son características de esta taberna que fue fundada tal y como hoy se conserva en 1924, aunque en el mismo edificio había un despacho de vinos desde 1879. Su dueño Manuel Jiménez, al frente del negocio desde hace 25 años, se ha preocupado mucho de mantener la decoración que lució esta casa en el siglo pasado para mantener su ambiente tradicional . Otro elemento fundamental de la taberna es el vino . Junto al de la tierra, para quien lo prefiera, hay escogidas opciones a los tintos.
Por alli han pasado Pio Baroja, Ortega y Gasset, Camilo José Cela, Ava Gadner-a la que le encantaba la ensalada de naranja, según cuentan-, además de políticos, toreros, artistas...gente variopinta, aunque los fines de semana tiene un ambiente más familiar y, debido a su fama, también recibe la visita de muchos turistas. En su barra de madera se puede esperar hasta conseguir mesa o simplemente tomar una cerveza con algo de picar sentado en su gran ventanal. La distribución de los comedores es a modo de casa antigua con una especie de patio cordobés techado y mesitas semejantes a las maquinas de coser que usaban nuestras abuelas . Comer en uno de sus salones es como comer en casa, son acogedores y tranquilos. Y aunque la Taberna salinas es un clásico en la ciudad, en Córdoba hay pocos planes tan apetecibles como ir de tapas por alguna de sus innumerables tabernas. Algunas de ellas tienen más fama que otras y es justo reconocer que se lo han ganado con su esfuerzo diario desde hace muchísimos años. Existen tabernas por casi todos los barrios y no hay que limitarse a la zona de la Judería, lo mejor es preguntar por donde te encuentres y seguro que te indican alguna estupenda. En Córdoba, al igual que en la vieja Pompeya, florecieron estos lugares donde se vendía vino al por menor y donde se alimentaba la sabiduría sorbo a sorbo. Allí y aquí, en los sitios más impertérritos y de mayor tránsito, en las encrucijadas de las calles, detrás de una misteriosa cortina, se descubría la taberna y su tabernero, un limpio mostrador de mármol y de madera, y unas estanterías que a modo de repisas cosechaban recuerdos y coleccionaban vasos y botellas de diferentes tamaños. En 1721, según recoge el libro "Córdoba monumental artística e histórica"  existían en Córdoba, 142 tabernas, además de las casas de los dueños de lagares y otros rincones disfrazados, donde se vendía vino. El número de tabernas siguió aumentando y en el 1875 había censadas en la ciudad 174 abiertas al público.

C/ Tundidores, 3 14002 Córdoba
Tlf.: 957 – 48 01 35
Web: http://www.tabernasalinas.com/

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