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sábado, 18 de junio de 2011

Mostar, una hermosa ciudad con las huellas de la Guerra de los Balcanes

Mostar es una de las ciudades más importantes de Bosnia-Herzegovina y  fue escenario del conflicto armado que en los años 90 sembró de terror en la mayor parte de los Balcanes. Al pasear por sus calles,  se ven las huellas de aquel conflicto y lo poco que se ha podido reconstruir hasta hoy. Los hezergovinos conviven todos los días con muchos edificios y lugares que todavía no se han recuperado puesto que aún hay casas con huellas de balas y ventanas rotas por los bombardeos. La guerra es paradojicamente la fuente de ingresos de este pueblo a donde acuden los turístas para conocer el escenario del conflicto y compran recuerdos relacionados con el mismo. Es una pequeña ciudad con un casco histórico bastante completo, cuyo Puente Viejo (Stari Most), que da nombre al pueblecito, se ha convertido en un símbolo de lo que fue el conflicto de los noventa y de la esperanza de un presente y futuro mejores.
Mostar está separada por el Río Neretva y rodeada de montañas, al igual que Sarajevo, fue uno de los lugares culturalmente más destacados de la Europa Otomana. Los turcos crearon preciosas mezquitas y le dieron un toque muy especial a sus calles y edificios, principalmente a lo que se conoce como Kujundziluk, que actualmente es el corazón musulmán de la ciudad bosnia. Mostar, al igual que la totalidad de Los Balcanes, aguantó a lo largo de su historia catástrofes y numerosas guerras, pero fue la de los años noventa la más devastadora de todas. La ciudad del Neretva sufrió los ataques del ejército serbio durante más de seis meses de constantes bombardeos. Los católicos (de etnia croata) y los musulmanes bosníos lucharon juntos contra ellos y lograron detener muchas de las acometidas de los yugoslavos que les asediaban desde muchos flancos. Pero las diferencias entre ambas confesiones y las viejas rencillas dieron un nuevo giro a la guerra tanto en Mostar como en el resto de Bosnia con la misma situación étnica. Católicos croatas y bosnios islámicos, comenzaron una lucha fraticida y cruel que llevó a la matanza de miles de inocentes y dejó un escenario de muerte, destrucción y desolación. La ciudad, sobre todo la parte más antigua, se ha ido restaurando y lo mismo ha ocurrido con el Puente del Siglo XVI desaparecido en las verdísimas aguas del Neretva. Bajo el auspicio de la UNESCO y la colaboración desinteresada de organismos y de los propios habitantes de la ciudad, se trazó un proyecto muy ambicioso consistente en levantar un puente exactamente igual al anterior que se inauguró en 2004. En la actualidad forma parte del Patrimonio de la Humanidad y vuelve a ser considerado el símbolo de la ciudad y unión entre las dos culturas en las que se divide (musulmanes bosnios al este del río Neretva y católicos croatas al oeste). Situado en el casco antiguo, es uno de los lugares más visitados por el turismo dado que se lo puede observar en su entorno rodeado de  calles medievales, también reconstruidas según el diseño otomano, con sus empedrados y las estrechas callejuelas que, en la actualidad, están pobladas por innumerables tiendas de artesanías típicas. Es también de tradición entre los jóvenes realizar saltos de altura desde el puente de Mostar en su punto más elevado, cayendo a las aguas cristalinas del Neretva . Mostar está a 80 kilómetros de Sarajevo y a unos 150 kilómetros de Dubrovnik. La distancia no es larga pero la única carretera que bordea la costa hacia el interior es tan bonita como lenta.

3 comentarios:

  1. Otra corrección: Mostar no es una ciudad bosnia, sino es capital Herzegovina. Herzegovina es una region historica que hoy en dia sigue existiendo con todas las de la ley y forma parte de Federación de ByH y tambien de la República Srpska que en su conjunto forman el estado soberano de Bosnia y Hercegovina. Por lo tanto el gentilicio de la gente que vive aqui, es Herzegovinos y no Bosnios. Gracias!

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  2. Lo corrijo de inmediato. Mucísimas gracias

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