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jueves, 26 de enero de 2012

La tarta de chocolate 5 estrellas, desde Portugal hasta Sevilla y Madrid

Entre sillas y muebles de diseño está, en el barrio del Arenal de Sevilla, la mejor tarta de chocolate del mundo o al menos así se publicita y la verdad es que está riquísima. Este 'bolo' portugués nació en Lisboa hace 20 años, su fama le llevó a Brasil y Estados Unidos y ahora ya está en Madrid y Sevilla. No lleva levadura ni harina, la receta es una mezcla de suave mousse de chocolate francés de alta confitería Valrhona y crujientes capas de suspiro (claras de huevo batido horneadas) que se deshacen en la boca.
Hay dos modalidades: con un 70 por ciento de chocolate-la más rica-y al 53 por ciento de cacao y se puede probar por raciones o cuñas individuales (4,50 euros) , o por encargo (la tarta pequeña de 8 raciones, 22 euros) o la grande (14 raciones, 32 euros). La historia del famoso bolo portugés se remonta a 1987 cuando un ex administrador de empresas, metido a cocinero, se instaló en el mercado de Santa Clara de Lisboa y allí hizo famosa su rica tarta. y es que el país vecino es famoso en todo el mundo precisamente por eso, por sus dulces. Tanto éxito tuvo que abrió una pastelería donde solo vendía esta exquisitez de chocolate. En 2003, una española cliente habitual de la pastelería la trajo hasta la calle Alcalá  número 89 de Madrid y tras triunfar en esta ciudad llega hace poco tiempo hasta Sevilla.  Para probar esta delicia hay que ir al barrio del Arenal, a la calle Gracia Fernández Palacios 3, junto a la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Allí hay un espacio integrado en el Show Room del Estudio Gavira donde conviven gastronomía, antigüedades, diseño y arte. En la capital de España puedes saborear la tarta de chocolate, reconocida como la mejor del mundo, en la calle Alcalá 89 o pedirla por encargo en el 634500986 o en obolodechocolate@gmail.com.

Estudio Gavira. Gracia Fernández Palacios 3 / 41001 Sevilla
(Junto a la puerta 18 Real Maestranza). Para encargar la tarta 954 211 914.

jueves, 19 de enero de 2012

El Loco Sibarita, coqueto bistrot con exquisita comida en el centro de Sevilla


Un sevillano, un onubense y un granadino se han unido para montar un pequeño y coqueto restaurante en la calle Jesús del Gran Poder, en Sevilla, en la parte trasera de la Casa de las Sirenas junto a la Alameda de Hércules. Se trata de El Loco Sibarita, una especie de bistrot con un cuidado diseño y una comida estupenda. Ensaladas de todo tipo con quesos variados, verduras de temporada rebozadas en una especie de tempura y cerveza, pescados estupendos, revuelto de trompetas de la muerte y lengua de vaca -setas- carnes y hasta cochinillo, así como unos postres increibles como el tiramisú o la tarta de manzana a la altura de los struddel alemanes.
Lleva abierto un par de meses y es un punto y aparte en la oferta de la zona. Tiene mesas de madera rodeadas de sillas y sillones de estilos diferentes con terciopelos y dorados, un pequeño patio que ahora tienen adornado con plantas y frutas y verduras y que en verano pretenden utilizar para algún evento especial y  al fondo, al lado, el baño que es muy bonito también tanto que en el de señoras tienen un silloncito y una pequeña mesa que invitan a quedarte allí un rato.  Diseño muy cuidado para un local tipo pequeño bistrot que bien podría estar en París o en Manhattan. Abren, de momento, de miércoles a domingo en horarios de almuerzos y cenas. El cocinero es uno de los dueños y prepara las verduras como nadie, crujientes casi "al dente" igual que los postres y todo lo demás. Él único pero, no tienen carta. Te cuentan lo que tienen ese día (siempre productos frescos y de mercado), pero no ves los precios. Sin embargo el local no tiene un fallo, mientras estás sentado en la barra tomando un vino puedes ver como el cocinero prepara sus exquisitos platos en una limpia y preciosa cocina a la vista, tiene techos altísimos y pinturas en cada pared. Hay que destacar el riquísimo pan que elaboran ellos mismos y te sirven en un saquito de tela. En un sitio como Sevilla donde es difícil encontrar un pan rico te dan ganas de ir allí a comprarlo cada día. Está ubicado en el mismo local donde hace unos años se encontraba El Café del Mar.

Calle Jesús del Gran Poder, 83
41002 Sevilla
610 847 217
 Horas de apertura: 12.30 - 00.30

martes, 17 de enero de 2012

Las Vegas, mucho más que la ciudad del juego y las bodas rápidas

Cuando murieron Frank Sinatra y Dean Martin todas las luces de Las Vegas se apagaron durante 1 minuto. No me interesan para nada el juego o los casinos y sin embargo me fascina esta ciudad de la que dicen que nunca duerme. Creo que todo viajero debería ir al menos una vez en la vida a Las Vegas, recorrer The Strip, la calle principal, y Freemont, la calle con 12,5 millones de luces donde empezó todo este imperio allá por los años 40, una década después de legalizarse el juego. No solo hay que ir porque suele ser el punto de partida para visitar el Gran Cañón, sino que hay que hacer la ruta de casino en casino admirando el volcán del Mirage, la fuente del Bellagio, los canales del Venetian... hasta dejar olvidado el último dólar en sus máquinas tragaperras, ruletas, mesas de póker, blackjack o las de dados.
Aunque no seas jugador, una vez que conoces el ambiente es difícil resistirse a probar suerte aunque solo sea en las tragaperras. La ciudad tiene un ambiente de fiesta durante todo el día: es neón, son masas de gente desplazándose de un lado a otro, hoteles espectaculares, comida y bebida a precios más que razonables, lujo a raudales...todo dirigido a llevarte a los casinos y que juegues...y por la noche más  espectáculos de todo tipo: circo, conciertos de cantantes famosos, striptease, la Torre Stratosphere, los casinos. No hay un solo monumento, el turismo de día se limita a visitar hoteles alucinantes y temáticos en el Boulevard de Las Vegas más conocido como The Strip, de varios kilómetros de largo, y que por la noche es famoso por sus impresionantes luces de neón. Los grandes hoteles en Las Vegas parecen haber creado ciudades en miniatura dentro de una ciudad en donde París, Las Vegas y Nueva York son las reproducciones en maquetas más famosas. New York está siempre más concurrida, allí se puede ver el Empire State, la Estatua de la Libertad y el Puente de Brooklyn encaramados sobre las calles más concurridas de la city, y en su interior encontrarás bares de cócteles de Manhattan junto con su mejor gastronomía. Justo enfrente de Nueva York, al otro lado de la calle hay una pirámide de vidrio negro que se eleva más de cien metros por sobre la superficie del desierto, con una réplica de una Esfinge de tamaño más grande que la verdadera. Junto a esta hay un castillo enorme decorado con brillantes colores. Ah, algunos casinos como  Excalibur, Circus Circus, Tropicana y el Palacio Imperial ofrecen clases gratuitas de juego, para perder el nerviosismo y adentrarte en el ambiente. 
En 1931 se legalizaron los juegos de apuesta por dinero en el desértico estado de Nevada, pero continuaron siendo ilegales en los poblados barrios del estado de California. En 1940, se construyó el primer hotel casino, llamado El Rancho Las Vegas, en el medio del Desierto Mojave en el Sur de Nevada, en una zona conocida como Las Vegas. Un año más tarde abrió un segundo casino llamado La Última Frontera. En 1946, Bugsy Siegal, un famoso gangster construyó un lujoso complejo hotelero al que llamó Flamingo. Soñaba con crear una nueva ciudad en medio del desierto pero murió en 1947 y su legado de lujosos hoteles casinos controlados por gansters continuó en Las Vegas por muchas décadas más. Hoy en día, este oasis de juegos, de apuestas ubicado en medio del desierto tiene más de un millón de habitantes y más de 38 millones de visitantes al año. En los tiempos en que Las Vegas permitía los juegos ilegales, la prostitución era legal y el divorcio ultrarápido, muchos ciudadanos de California viajaban hasta allí para obtener divorcios fáciles y bodas express. Así, aparecieron capillas de bodas -wedding chappels- por toda la Strip y en el centro. Hoy en día otros muchos estados posibilitan los divorcios y las bodas express, pero sigue teniendo su encanto casarse en Las Vegas.

lunes, 16 de enero de 2012

El Parador del Mar Menor, buena gastrononía en un lugar idílico de Murcia

El Parador del Mar Menor es un sitio a donde merece la pena ir, no solo por su comida sino también porque tiene una ubicación alucinante, a cinco metros del mar. Lo tiene todo: gastronomía, encanto y unas puestas de sol espectaculares. Está junto a las salinas de Marchamalo, y se puede comer o cenar, tomar un aperitivo o una copa,  bajo techo rodeado de una cálida decoración de piedra, madera y hierro, o al aire libre, en un inmenso porche con tarima de madera...y todo ello, al pie de una playa , con el Mar Menor ante nuestros ojos.
Tienen una ciudada aunque pequeña carta, con cocina de autor. Está a unos 3 kilómetros del pueblo marinero del Cabo de Palos y la finca, de unos dos mil metros, se divide en diferentes ambientes: cuenta con un salón-restaurante frente al mar, otro salón más amplio para banquetes y una terraza-chill out donde relajarse y tomar una copa. Croquetas de chipirón, hojaldre de foie y pera, el tartar de atún con albahaca, dorada con lombarda y remolacha, carnes a la brasa y una carta de postres muy cuidada (sopa de mango, piña y melón; helado de coco, frutos rojos y hoja de menta; chocolate blanco con sirope de fresa natural...).  que se pueden degustar de manera más informal en la terraza o en el restaurante, son algunos de los platos que por si solos justifican la visita. A pesar de estar muy muy cerca de el horror urbanístico de La Manga, este restaurante está alejado de rascacielos y urbanizaciones, varado a orillas de la laguna salada más grande de Europa. El local fue una antigua cabaña de guardar barcas, que se restauró y pasó a convertirse en uno de los restaurantes más bonitos de Murcia.  El Mar Menor, con 180 kilómetros cuadrados de superficie, es la laguna salada más grande de Europa. Está separada del  Mediterráneo por una estrecha franja de arena de 22 kilómetros de largo y entre 100 y 800 metros de ancho, denominada La Manga del Mar Menor.  El entorno natural, el buen clima, la calidad de sus aguas y las inmejorables condiciones para la práctica de deportes náuticos hacen que el Mar Menor sea un destino turístico. Esta laguna cuenta con varias zonas protegidas , espacios naturales y paisajes, en los que la flora y la fauna autóctonas encuentran un lugar en el que desarrollarse sin los riesgos que supondría para su hábitat la acción humana.

Playa del Vivero. La Manga de Mar Menor. Cartagena. Murcia
Teléfono: 968 56 38 73

viernes, 13 de enero de 2012

Cuajada de Carnaval, pastel granadino hecho con restos de dulces navideños














La cuajada de carnaval se hace en Granada en estas fechas, los meses de enero y febrero, para dar salida a los mantecados que sobraron de Navidad. Son capas superpuestas de polvorones migados y aplastados, natillas con canela, bizcochos de soletilla, cabello de angel, almendra tostada picadita, más mantecados y así sucesivamente hasta acabar con una capa de natillas o crema pastelera, cubierta siempre de una última de polvorones aplastados que se espolvorean con azúcar glass y canela, a ser posible y como filigrana última con un dibujo de una granada como adorno. Una vez montada, se mete en la nevera al menos media horita y listo. Todo ello debe ir preparado en uno de los famosos lebrillos vidriados de cerámica de Fajalauza granadina. Es muy fácil de hacer y está para chuparse los dedos aunque, eso sí, hay que olvidarse de la prometida dieta de principios de año tras los atracones de las fiestas. Parece que este postre se invento para aprovechar los mantecados sobrantes de la Pascua, evitando que se pusieran rancios al entrar el calor. Ya en el año 1913 en uno de sus libros, Emilia Pardo Bazán se refiere al dulce: "En Granada tuve ocasión de ver unos dulces que ostentaban en la superficie dibujos de azúcar reproduciendo los alicatados de los frisos de la Alhambra; y no por artificio de confitero moderno, sino con todo el incofundible carácter de lo tradicional." La repostería granadina tiene además los famosos piononos, los soplillos de la Alpujarra y la torta real de Motril , o una extensa variedad de dulces de los conventos como los huevos moles de San Antón, la bizcochaza de Zafra, los pestiños de la Encarnación o el hojaldre de San Jerónimo. Son imprescindibles para la repostería de Granada, la miel, azúcar y la almendra. También parece que aunque su origen es árabe, la cuajada de Carnaval la popularizaron las monjas de Granada y se llamaba Torta de San Antón. Se puede tomar con un licor de membrillo o un vino dulce, incluso con una copa de cava.
Y si no han sobrado mantecados de la Navidad, la cuajada se puede comprar en una de las numerosas y estupendas pastelerías que hay en la ciudad. Yo recomiendo la de "López Mezquita", en la calle Reyes Católicos, una de las más antiguas de la ciudad frecuentada desde el siglo XIX que lleva el nombre del notable pintor granadino José María López Mezquita y que está llena de exquisiteces. Una de mis recomendaciones son los "moínes", una especie de magdalenas de estilo árabe y con azúcar por encima que están buenísimas, igual que la pastela moruna o las mediasnoches con jamón y huevo hilado que muchos granadinos se llevan a los toros durante la Feria del Corpus. "López Mezquita" tiene también cafetería.

Pastelería López Mezquita. C/ Reyes Católicos, 39  18001 Granada
958 22 12 05

miércoles, 11 de enero de 2012

La barra del "Balandro", gastronomía gaditana frente a la bahía

Hay mucho que ver en Cádiz y muchos sitios donde comer pero el restaurante "El Balandro" es de paso obligatorio si estás en la ciudad. La carta está inspirada en el mar, con el aceite de oliva de la tierra como base y los más típicos alimentos andaluces. Destacan los platos marineros con los pescados y mariscos frescos de la bahía gaditana, elaborados con recetas tradicionales en la dieta mediterránea. Los fritos, el caldero de bogavante  y el resto de arroces, el atún, la ensalada de pulpo, los pescados, las carnes e incluso las pastas son para repetir... y los postres caseros inmejorables. Puedes sentarte en el salón o tapear en la barra, muy cómoda y mirando al mar, más informal y económica y no por ello de menos calidad. El restaurante está situado en un enclave único de la capital gaditana, frente a la Bahía y rodeado por los  jardines de la Alameda Apodaca, llenos de ficus y plantas. Además, todo lo que merece la pena ver de Cádiz-que es mucho-queda a pocos pasos de allí. Las tapas son imaginativas y los precios económicos ya que tapear en la barra con vinos o bebidas y postres te puede salir por unos 18 euros y comes hasta quedar lleno. Es mejor ir temprano porque se pone hasta arriba de gente -los gaditanos suelen preferir la barra a los salones- aunque el local es amplio y diáfano, decorado en tonos blancos y azules. Siempre hay que dejar un hueco para la amplia gama de postres entre los que destacan los dulces de leche, tiramisú, los brownies de sabroso chocolate sobre helado y la leche frita con helado de turrón. Los dueños de El Balandro tienen otros dos locales en Puerto Real y San Fernando.

ALAMEDA APODACA, 22  11004 Cádiz
956 22 09 92
HorarioDe lunes a domingo de 13.00 a 16.00 y de 20.30 a
24.00

lunes, 9 de enero de 2012

Kreuzberg, el barrio "cool" y bohemio de Berlín

Kreuzberg es uno de los barrios de moda en Berlin. Limita al norte con Mitte, el centro monumental de la capital alemana y alberga el famoso Checkpoint Charlie y el Judisches Museum (Museo Judio), pero sobre todo lo que hay que destacar es su animado ambiente, lleno de tiendas y cafes. Como todo Berlin este es un barrio de contrastes donde artistas conviven con la gran cantidad de inmigrantes que se han instalado alli. Despues de visitar la East Side Gallery, se puede empezar a adentarse en el barrio por el puente Oberbaumbrücke desde donde se tiene una preciosa vista de la zona norte de la ciudad, con la torre de la television a lo lejos, y de la escultura del Hombre Molecula que flota al sur, sobre el rio Spree.
Desde alli hay que dirigirse a Oranienstrasse, pasear y entrar en algunos de sus restaurantes indios o turcos. El barrio fue bombardeado en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido. Parece que durante un tiempo la vivienda barata en la zona atrajo a artistas contraculturales y activistas y aunque en la actualidad los precios han subido y se ha instalado en la zona gente acomodada, el vecindario parece encontrase muy comodo con su ambiente bohemio.
En estos años hay alli una gran presencia de extranjeros, sobre todo turcos, tantos que a la zona cercana a la estación de U-Bahn Kottbuser Tor se le llama "pequeña Estambul. Este barrio "cool" es perfecto para comer al medio día en los numerosos kebabs y restaurantes turcos. El barrio se ha desarrollado en los últimos años gracias a que alli se han instalado empresas web, galerías de arte, diseñadores... los apartamentos se han renovado y se ha convertido en un lugar de moda, más y más caro. Pero sigue teniendo este increíble ambiente oriental en ciertas calles, restaurantes, discotecas, propaganda de candidatos turcos a las elecciones del barrio y precios en las tiendas escritos en turco… Se puede ir al Gorlitzer Park, famoso por las numerosas familias turcas haciendo barbacoas el fin de semana, y a Bergmannstrasse y Oranienstrasse para los restaurantes y bares.
Tambien es un lugar donde va la gente joven de marcha por la noche. Algunos de ellos rematan la fiesta desayunando en la terraza del Café Am Engelbecken , situado junto al estanque homónimo, que en invierno se convierte en una pista de hielo gratuita donde los vecinos patinan y juegan al hockey. Hasta hace unos años cuentan que se le conocia como "El Bronx berlines" ya que fue uno de los lugares con más movida y atmósfera explosiva en el Berlín del oeste antes de que cayera el muro en 1989. Kreuzberg fue baluarte de los "Alternativos" y  "Ocupas". Estudiantes y pacifistas de toda Alemania federal conquistaron este distrito condenado a ser derribado, ocupando las casas y creando una movida alternativa y anarquista. Al mismo tiempo vinieron los emigrantes turcos, que se alojaron en los apartamentos asequibles en la zona de mayor rehabilitación de la ciudad. Esta mezcla de gente y culturas, los choques de mentalidad y la difícil política urbanística convirtió este distrito en uno de los más excitantes, pero al mismo tiempo más peligrosos de Berlín. Keuzberg fue distrito bohemio y alternativo en los años 80. Junto al río y en las inmediaciones del fotogénico puente de Oberbaum se hallan tres de los grafitis más conocidos de Kreuzberg, firmados por el artista italiano Blu y ubicados en Schlesischestrasse con Cuvrystrasse y en Falcken-steinstrasse  La caída del muro y los drásticos aumentos de los precios de los alquileres dada la centrica situacion de la zona originaron una migracion constante del barrio de desempleados, artistas y estudiantes a los distritos vecinos Prenzlauer Berg  y Friedrichshain. La arquitectura del barrio es muy bonita ya que son casas del siglo XIX y no horribles bloques residenciales de los años 70 del siglo XX. Se puede visitar Viktoriapark, recorrer Kreuzbergstrasse hasta que, una vez cruzado Mehringdamm, se convierte en Bergmannstrasse,  una de las calles con más ambiente y de tiendas más alternativas de Berlín, dónde da gusto pasear. Bares clásicos del barrio son Würgeengel (Dresdener Strasse, 122), un local tipo años 50 donde disfrutar de un cóctel, y el simpático Ankerklause (Kottbusser Damm, 104), perfecto para despedir la tarde con buena cerveza alemana.
Mercadillo turco: Maybachufer, martes y viernes 12-18.30 horas

domingo, 8 de enero de 2012

El KaDeWe de Berlín, el mejor y mayor mercado gourmet de Europa

Son los almacenes más conocidos de Alemania y los más grandes de Europa. El KaDeWe de Berlín ha sobrevivido a la história de Alemania, fue muchas veces reconstruido, cambió varias veces de propietarios, y ardió en llamas durante la Segunda Guerra Mundial pero sigue en pie y además, según anuncia su publicidad, es la tercera atracción más visitada de Berlín, después del Reichstag y la Puerta de Brandemburgo. Una atracción especial desde finales de 1920 es la planta gourmet, que está en el sexto piso y es desde 1978 la segunda sección de alimentos más grande del mundo.  Tiene 7000 metros cuadros de superficie y más de 34.000 artículos y es el departamento más grande de delicatessen de Europa. 500 personas, incluyendo chefs, pasteleros y panaderos trabajan en este área. Unos 110 cocineros y 40 reposteros preparan a los clientes en más de 30 stands de gourmet especialidades culinarias de todo el mundo.
Uno de los sitios mas especiales es el Oyster Bar, con dintintas variedades de este manjar y precios que van desde los 13,90 euros el plato en adelante y que se pueden tomar con un vino blanco Riesling frio buenisimo. El restaurante del KaDeWe con más de mil plazas es el mayor de toda la ciudad. El departamento de vinos ofrece más de 3.400 vinos de las bodegas más importantes del mundo. Anualmente se venden más de 12 mil botellas de champán . Asimismo el departamento de quesos ofrece una variedad de 1,300 quesos internacionales, de los cuales 400 son franceses, 200 alemanes y 100 de la compañía Peck en Milán. Además el KaDeWe cuenta con más de 1.200 variedades de salchichas y jamón para elegir así como con 400 variedades de pan. Kaufhaus des Westens o, en español, “Almacenes de Occidente" tiene logicamente cientos de etiquetas de vinos de todo el mundo y conservas, chocolates Fauchon, Godiva, Neuhaus y Valrhona, restaurantes, puestos de degustación y cafés. Otro atractivo es la sección de pescadería y marisco, que ofrece productos extraordinarios. Hay también unas cuantas barras de algunas prestigiosas casas como Moet Chandon o Veuve Cliquot que, por precios razonables (dado el producto y el lugar, una copa cuesta 9,50 euros) permiten darse un pequeño capricho o, incluso, pedir la bebida y disfrutarla en otra barra acompañando al plato que más apetezca  Desde luego este espacio mítico necesita de varios días de visita ya que se puede dar una vuelta al mundo "gastronomica" desde este lugar singular. En sus más de 60.000 metros cuadrados, en el resto de plantas de estos grandes almacenes se pueden encontrar las mejores marcas de moda, exposiciones y un restaurante al uso en la última planta con vistas espectaculares sobre la capital alemana, pero realmente fuera de la planta gourmet no tiene nada que no tengan otros centros comerciales similares en Europa como los londinendes Harrod,s, las Galerias Laffayette o el Corte Inglés. KaDeWe está cerca de la calle comercial Kurfürstendamm (Ku Dam), conocida por ser el lugar donde se produjo la “Noche de los Cristales Rotos” y donde se encontraba el famoso burdel “Salón Kitty”.

Aunque hasta finales del siglo XIX Kurfürstendamm fue poco más que un camino, a principios del siglo XX se convirtió en el lugar de reunión preferido de intelectuales y artistas. Fue en esta época cuando surgieron los primeros teatros, cafés, cabarets y clubs nocturnos. Durante la Segunda Guerra Mundial la zona fue gravemente dañada por los bombardeos aliados y no fue hasta entrados los años 50 cuando comenzó a recuperarse. Durante los 28 años que Berlín estuvo dividida por el Muro, si Alexanderplatz fue el centro neurálgico del Berlín Comunista, Kurfürstendamm lo fue del Berlín Occidental. Hoy es una calle de 3,5 kilometros llena de tiendas entre las que destacan las KaDeWe, el "Harrods de Berlín" (junto al metro Wittenbergplatz).

Fassbender & Rausch en Berlín, el paraiso para los amantes del chocolate

La mejor chocolatería del mundo (del que yo conozco, claro está) se encuentra en Berlín, en el barrio de Mitte junto a la Gendarmenmarkt. Se trata de Fassbender & Rausch, dirigida por la actual dinastía de dos familias chocolateras que se unieron allá por los años finales del siglo XIX y que siguen haciendo disfrutar a todo aquel que atraviesa las puertas de su
tienda o sube a la cafetería restaurante que tienen en la primera planta a probar una de sus innumerables recetas de tartas, chocolates calientes o helados, cafés o tés con todo tipo de cacaos, con distintas procedencias, distintos grados de pureza o formas. En metro la parada perfecta para llegar es Stadtmitte. La tienda se sitúa en la planta baja y arriba está el bonito y elegante café. También es un sitio estupendo para comprar algún detalle del viaje, puesto que tiene mucha variedad de trufas y cajas de bombones a unos precios estupendos. Hay unos cofres llenos de chocolatinas a 4,85 euros los mas pequeños que son perfectos para regalar. Es impresionante la cantidad de chocolates que tienen, las diferentes presentaciones y por si esto fuera poco, además han hecho para los escaparates enormes réplicas de chocolate de diferentes monumentos de Berlín como la Puerta de Brandenburgo o el Reichstag. Todos los amantes del chocolate que pasen por Berlin tienen que acudir a este lugar imprescindible. Esta abierto de lunes a domingo desde las 11 de la mañana hasta las 20 horas y es un deleite para la vista, el olfato y el gusto. El restaurante de Fassbender & Rausch abierto en 2006 y único en su estilo en Europa tiene las mejores recetas de los paises que producen cacao, con un toque especial de su chef. Allí todos los platos aunque sean de ensaladas, carnes- costillar de cordero al gratén de cacao, por ejemplo- o pescados tienen como ingrediente el chocolate, pero tambien puedes acudir allí y tomar solo un café y un pastel y en la tienda tienen una oferta de más de 1000 productos diferentes. El objetivo de la marca es hacer el mejor chocolate del mundo porque un buen chocolate te hace feliz, según aseguran en su lema.
Tienen cacaos de Nueva Guinea, el Puerto Cabello de Venezuela, de Tobago, de Madagascar, de Ecuador, Trinidad o Costa Rica. Ciertas especias, que en América Latina se añaden desde hace tiempo a las recetas de chocolates, ya no son raras en las creaciones de esta marca de chocolate alemana. El jengibre, el chile, el marc de champagne y la pulpa de fresas son algunos ingredientes que añaden a sus tabletas o bombones. La que dicen que es la tienda de chocolate más grande del mundo es una atraccion en si misma. Aunque todo es lujo en la cercana calle de Friedrichstrasse y es dificil acceder a un traje de Versace o un bolso de Louis Vouitton es fácil darse un capricho en este paraiso para los golosos ya que un chocolate o un pastel en la cafetería te pueden costar 3,90 euros y, desde luego, la experiencia bien merece la pena. De los chocolates para beber hay tres intensidades diferentes: del 43, 70 y 80%. La primera es una version de chocolate con leche, mientras que las otras dos son cacao puro mas espeso e intenso. En definitiva entrar en Fassbender& Rausch es hacer un viaje en el tiempo, a la época en la que las chocolaterías eran una obra de arte. Suelos de madera y de latón, vidrieras, y la sensación de una estancia muy acogedora y para colmo con unas estupendas vistas de los edificios de Gendarmenmarkt, una de las plazas mas bonitas del barrio de Mitte.
Charlottenstr. 60 
10117 Berlin
Barrio: Mitte 
030 20458440