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lunes, 22 de diciembre de 2014

Howth, pueblo pesquero con encanto, vistas, focas y excelente pescado, donde perderse en la bahía de Dublín

A unos 15 kilómetros de Dublín está Howth, una preciosa aldea de pescadores con un bonito puerto pesquero y deportivo, un cementerio con unas magníficas vistas al mar, piedras neolíticas y ruinas medievales, restaurantes con encanto, focas amigables y algunas mansiones en las que viven famosos dublineses como la cantante de Cranberries o dos de los componentes de The Dubliners, toda una institución allí. Tiene además un espectacular marisco fresco y la mejor vista de la bahía de Dublín , por lo que se ha convertido en una de las excursiones preferidas desde la gran ciudad. Nada más salir de la estación del DART, el tren de cercanias que te lleva desde la estación de Connolly en Dublín, te encuentras los fines de semana y festivos un mercado con artesanía, comida del lugar o antiguedades. Después, si consigues hacer la visita en un día soleado, lo mejor es pasear por los acantilados, saborear el paisaje y el mar irlandés y acabar comiendo en uno de sus preciosos restaurantes (recomiendo Aqua) alguna langosta, ostras o marisco. Junto a Howth hay un islote conocido como El Ojo de Irlanda (Ireland,s eye) con restos de un antiguo monasterio y un montón de aves. 
Entre sus otras visitas está la del castillo de Howth, mitad en ruinas mitad restaurado, con su leyenda como todos los de Irlanda, y el Museo nacional del Transporte, pero lo mejor es callejear por sus calles empinadas, por su puerto y sus alrededores.
Se puede llegar en coche, en tren, en autobús y en barco, aunque lo mejor es el DART como ya he dicho. Se dice que el nombre de Howth viene del noruego ya que fueron estos los que fundaron la ciudad de Dublín y colonizaron esta costa estableciendose en ella como una base de operaciones entre Escandinavia y el Mediterráneo. 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Trinity College, la imprescindible y respetada Universidad de Dublín


Samuel Beckett, Bram Stoker y Oscar Wilde han pasado por sus aulas y han paseado por sus más de 190.000 metros cuadrados de extensión. La Trinity College es la universidad más antigua de Irlanda y una de las más famosas del mundo y no puedes dejar de visitarla si vas a Dublín, por su ambiente y su maravillosa biblioteca donde se deposita un ejemplar de todo libro publicado en Reino Unido.El Long Room, el salón principal, tiene ejemplares diminutos del Antiguo Testamento o el último comic sobre La Guerra de las galaxias o Camelot, hasta un total de tres millones de ejemplares repartidos en ocho edificios. Un placer para los sentidos y la estética en una biblioteca parecida a la de las películas de Harry Potter. La joya indudable es El Libro de Kells, un manuscrito del año 800 con el texto en latín de los cuatro Evangelios, creado por unos monjes de Iona y con unos esplendidos grabados. Cada día el libro se abre por una página para que se pueda contemplar en su totalidad, aunque claro habría que estar allí a diario. En la old Library está también el arpa más antigua del país, del siglo XV, que es símbolo de Irlanda.
El campus fue fundado por la reina Isabel en un solar de los monjes agustinos en 1592 con la intención de dar una educación a los jóvenes protestantes. Hasta 1793 estuvo vetada a los católicos y hasta 1900 no entraron mujeres. Actualmente es un campus vivo, lleno de bicicletas, estudiantes, profesores y turistas. La plaza principal es Parliament Square donde te puedes sentar a descansar, ver pasar gente y a disfrutar de la arquitectura clásica de los edificios. Con los edificios antiguos se mezclan construcciones modernas y esculturas contemporáneas, como la de Henry Moore. Se puede hacer una visita guiada por 10 euros pero lo mejor es perderte por el campus y entrar en la Biblioteca por tu cuenta que es lo único que cuesta dinero. 
Dublín ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad de la unesco como Ciudad de la literatura. Trinity College está en pleno centro de la capital, frente al banco del Ulster y a dos pasos de Grafton Street, una de las principales arterias comerciales de la ciudad.

Horarios de la Trinity College: Biblioteca: Lunes a sábado de 9:30 a 17:00 horas. Domingo de mayo a septiembre de 9:30 a 16:30 horas y de octubre a abril de 12:00 a 16:30 horas. Visitas guiadas: Todos los días de mayo a septiembre entre las 10:00 y las 15:00 horas y de septiembre en adelante sólo algunos fines de semana.

Comer en Dublín : en un banco, una iglesia....o un pub, sin perderse el pescado de la bahía de Howth

Aunque la cocina irlandesa no es la más recomendable del mundo, si se puede decir que tiene una materia prima excelente, desde las verduras, las  ostras de Galway, la ternera, el cordero , los pescados , las morcillas y las patatas que preparan de mil maneras. Comer en Dublin es a menudo una aventura que se ve recompensada por el entorno curioso y amigable en el que se produce. Desde un antiguo banco, una iglesia convertida en pub y discoteca o cualquiera de los mil pub que se reparten por la ciudad te ofrecen unas posibilidades estupendas y a buen precio.
A poco más de 100 metros de Trinity College, la Universidad de Dublin, se encuentra mi preferido The Bank on College Green, ubicado en un edificio victoriano impresionante que en 1895 se inauguró como sede del Banco del Ulster y que recuerda el esplendor de ese imperio financiero. Junto a los servicios, en la planta baja, aun quedan cámaras acorazadas y los sillones de cuero y el mármol evidencian épocas de esplendor. Ahora The Bank ofrece desayunos, comidas, cenas y copas durante todo el día. A mediodia sandwiches, hamburguesas, fish and chips o sopas del día como la chrowder de marisco y por la noche una carta más amplia que abarca platos de pescado para dos que incluyen ostras, salmón ahumado, mejillones, langostinos, cangrejo, calamares rebozados y pescados de la bahía por 18 euros ; cervezas por 5, y platos de pasta o carne desde 13 a 19 euros. No es barato como no lo es comer bien en Dublin pero merece la pena por el sitio y el ambiente, por la noche amenizado con la música de un pianista en directo. Se llena de turistas y de dublineses, pero siempre es fácil pillar una mesa en el restaurante o en el pub solo con esperar unos minutos en la barra tomando una Guinness . 

Y de un Banco a una antigua iglesia porque justo al otro lado del río Liffey, en la confluencia de Jervis con Mary Street, esta The Church, un pub, restaurante y discoteca, siempre atestado pero con muy buen ambiente. La planta de la calle está presidida por un antiguo órgano que se impone en el recinto con una barra en el centro y vidrieras del que fue un edificio religioso que cerró en 1964 y a donde acudía el ilustre escritor irlandes Johnatan Swift, autor de Los viajes de Gulliver.  La comida normalita y correcta, pero hay menús de dos platos a mediodia por unos 25 euros y por la noche por poco más de 40 euros que merecen la pena en especial por el sitio, a que también se puede ir solo a tomar una pinta de Guinness o un café irlandés. 

Y en cualquier pub del país se pueden degustar durante todo el día platos tradicionales de la cocina irlandesa a buen precio, simples y contundentes. Desde el desayuno irlandes compuesto por huevos, salchichas, bacon,  black y white pudding (morcilla blanca y negra) , maíz, tomates, champiñones y todo tipo de panes en especial uno de soda, hasta los clásicos mejillones del Atlántico, el popular estofado de cordero y el guiso de ternera a la Guinness. Nada espectacular pero rico. Y todo acompañado de patatas hechas de mil maneras diferentes, un tubérculo fundamental en la dieta de la isla verde.  

Pero si hay tiempo no hay que dejar de visitar el bonito pueblo pesquero de Howth, a 20 kilómetros de Dublin, a dónde se llega en el DART, un tren de cercanías cómodo. La visita es una excusa para comer en Aqua, un restaurante con preciosas vistas sobre el mar ubicado en la zona del puerto de esta villa. En Aqua hay que pedir langosta, ostras de Galway o cualquiera de los seafood platters con marisco espectacular y bien preparado. El sitio es precioso y se come muy muy bien, aunque no es barato pero la calidad y las vistas lo merecen. Si no se quiere comer a la carta hay menús con varias opciones para elegir a unos 25 euros. Aqua tiene probablemente las mejores vistas al mar de todo Dublin. El comedor tiene unos inmensos ventanales que dan la sensación de estar comiendo dentro del mar. Es casi imprescindible reservar. Un saxofonista te ameniza la comida.