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domingo, 15 de mayo de 2011

Casa Lhardy, para comer cocido madrileño entre bandejas de plata y manteles de hilo

Si estás en Madrid, tienes unos 35 euros y empieza a apretar el frio, nada mejor que ir a Casa Lhardy a disfrutar de un buen cocido madrileño. Los tradicionales y más conocidos lugares para degustar este plato tradicional en la capital de España se remontan al siglo XIX, son Lhardy , en la Carrera de San Jerónimo, 8, precio de 35,50 euros en la carta; y el restaurante La Bola , en el número 5 de la calle del mismo nombre (en este último hay dos turnos, a las 13:30 y las 15, aunque el segundo es más bien orientativo ya que se espera a que el primero finalice). La Bola está bien, pero no tiene el glamour de Lhardy.  Emilio Huguenin Lhardy, fundador original del establecimiento, trabajaba en el Café Hardy en el bulevar de los Italianos en París cuando Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, le animó a montar un establecimiento en Madrid bajo el nombre de Lhardy, cuya cocina francesa fuera un distintivo en la villa y corte. Por fin, en 1838, tras encontrar un local en la Carrera de San Jerónimo, situó la patisserie en la primera planta y los salones en la segunda con entrada independiente, una estructura que aún hoy se mantiene. Lhardy revolucionó la cocina madrileña con un recetario moderno a base de pechugas Villarroy, suflés, vol-au vents, brioches, croissants o huevo hilado, y en sus mesas no faltaban faisanes, besugos, roast-beefs, lubinas y langostinos. Fue el hijo de Emilio, Agustín Lhardy, quien dio un giro ilustrado a la carta al introducir platos castizos que atrajeron a intelectuales y artistas, labor que prosiguieron sus descendientes hasta que su nieta, doña Luisa Lhardy Gassier, cedió en 1926, por 150.000 pesetas de la época, el establecimiento a los jefes de cocina y pastelería Antonio Feito y Ambrosio Aguado, cuyos nietos son hoy gerentes de un restaurante que, 150 años después, sigue manteniendo viva una oferta gastronómica que hace honor la leyenda de los Lhardy. Al cruzar la entrada una espectacular tienda llena de solera nos atrapa, es allí donde nos ofrecen la posibilidad de tomar un especial aperitivo consistente en un consomé, unas croquetas o algúna otra exquisitez como los hojaldritos, de pie, a modo de tertulia, admirando como nada ha cambiado mucho desde que se abrió al público el establecimiento. I si prefieres comer, en la segunda planta esta el restaurante, un lugar sólo apto para románticos capaces de imaginar como era el Madrid del siglo pasado. En su carta hay platos de la cocina internacional como el faisán al zumo de uvas, la perdiz estofada con cebollitas francesas, el gamo a la austriaca y un Soufflé de postre, pero sin duda la especialidad son los callos y el cocido a la madrileña.
Este cocido en Lhardy se presenta en dos vuelcos. Primero la sopa, perfectamente desengrasada, con sabor a carnes, legumbres y hortalizas. Y después los garbanzos con repollo y patata, además de gallina, pollo, falda y morcillo de vaca, tocino, punta de jamón, chorizo, salchicha, morcilla y el clásico relleno. Conjunto que se adereza con aceite de oliva o salsa de tomate. Junto al segundo de sus platos icono, los callos, muy renombrados, aunque a mí no me gustan, Lhardy ofrece especialidades gastronómicas documentadas en el siglo XIX, todas con el rango de recetas vintage. Si el interiorismo actual con arañas de gas en el techo, papeles pintados, grandes espejos, cornucopias y objetos en bronce oro, constituye un viaje en el tiempo, la carta no lo es menos. Escritores, políticos, banqueros, aristócratas, periodistas, hombres de ciencia y de toda la actividad se dieron cita en Lhardy; por ello es también el restaurante más veces mencionado en la literatura española. Numerosos testimonios bibliográficos nos hablan de sucesos acontecidos en sus salones, sociedades nacidas al calor de sus tertulias o conspiraciones fraguadas en sus dependencias.  Lo dicho, es un sitio para visitar al menos una vez en la vida.

Dirección: Carrera de San Jerónimo,8
Metro: Sol
Localidad: (28014)
Provincia: Madrid

2 comentarios:

  1. Hola susana! Madre mía que hambre me ha entrado leyendo tu post..!ajjaja por cierto enhorabuena por tu blog es genial.
    Me apetece muchísimo probar los sitios que comentas..tienen una pinta perfecta. A ver si este finde me acerco y me doy un atracón! jjaajaj yo te puedo recomendar qeu sí nunca has ido pruebes La Taberna de El Foque que está en la calle Manuel Pombo Ángulo 18. Y los miércoles el cocido completo te sale a unos 22.50. INCREIBLE ajajaj a mí es que me gusta mucho un cocidito cuando hace frío.
    Un saludo guapa.

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  2. Mil gracias por leer mi blog y por tus comentarios. Aunque soy de Madrid no vivo allí, pero no dudes que en mi primera escapada probare ese cocido. Un abrazo

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