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miércoles, 20 de julio de 2011

Alcoutim, una ciudad portuguesa fronteriza y bella, a orillas del Guadiana

Es una villa serrana que tuvo minas de cobre, hierro y magnesio hasta el periodo romano. Los minerales se transportaban desde el rio Guadiana hasta otras zonas del imperio. Alcoutim es un bonito pueblo a orillas del río Guadiana, a unos 40 km al norte de Vila Real de Santo António, perteneciente al distrito de Faro en la region del Algarve.  
Pero Alcoutim también es conocido porque en el siglo XIV se firmó el tratado de paz entre Castilla y Portugal, aunque tras la pérdida de importancia del rio Guadiana el municipio pasó a ser una zona estancada que hoy está en proceso de recuperación. Se trata de un puerto fluvial cuya arquitectura es típica del Algarve, con casas blancas rodeadas de un anfiteatro de colinas en las que destaca su castillo y los veleros anclados a la orilla de su río. En su casco antiguo realza su iglesia parroquial. Alcoutim es una villa historica, como atestiguan los abundantes vestigios arqueológicos que se encuentran en la zona. El municipio, está flanqueado al sur por el rio Guadiana, en tiempos navegable hasta Mértola, siendo un importante medio de comunicación. Las memorias de aquella época son recuperadas en el Museu do Río, uno de los espacios museológicos con los que cuenta el municipio. Destaca también el Núcleo de Santa Justa, una antigua escuela de los años 50 rehabilitada, y el Núcleo de Vaqueiros, dedicado a los trabajos agrícolas. El castillo de Alcoutim tiene forma de polígono irregular, con una superficie aproximada de unos 3.100 m2. Actualmente se conservan dos puertas: La principal, orientada hacia el norte, y otra hacia el este. Ambas son ojivales, lo que indica que se tratan de las de Mértola y del Guadiana mandadas abrir en tiempos de don Dionís. En el patio de armas se ha habilitado el pequeño museo donde pueden contemplarse objetos de distintas épocas, así como parte de la cimentación más primitiva de la fortaleza, y también algunos sarcófagos de piedra encontrados allí mismo. El resto del patio es un cuidado jardín que, aunque impropio de un sitio semejante, convierten el recinto en un agradable lugar. Se puede llegar a Alcoutim bien desde el sur de Portugal, por la carretera desde Castro Marim, o bien desde Sanlúcar de Guadiana en España, cruzando el río en barca, con lo cual se puede aprovechar para visitar el castillo de San Marcos. Es aquí donde el río se transforma con la marea y los barcos a menudo tenían que esperar horas para que las mareas bajasen. Alcoutim es una ciudad en laderas empinadas de calles empedradas, pequeñas plazas y un paseo pavimentado a lo largo del frente del río, que está poblado por un puñado de cafés y restaurantes. El río es muy estrecho en este punto y varios barcos de vela y embarcaciones fluviales flotan suavemente sobre las aguas , con un telón de fondo del material, colinas verdes. La cocina de Alcoutim sabe a sierra, con sus platos de carne de cordero y de cerdo, con la presencia de los conejos, liebres, perdices y jabalíes en tiempo de caza. Pero se puede tomar un tentempié con solo vino casero y el sabroso pan cocido en los viejos hornos de leña, con aceitunas, jamón, embuchado de carne, chorizo, quesos de cabra y de oveja preparados según recetas de hace siglos. 
A las afueras del municipio hay una  playa fluvial situada muy cerca de la frontera española que es muy visitada por la limpieza y agradable temperatura del agua, así como por sus completas infraestructuras: césped con zonas de sombra, campo de voleibol playa, aparatos de gimnasia, aparcamiento, duchas, y servicios sanitarios, acceso para minúsvalidos y sillas adaptadas para el baño. El acceso se realiza a través de la carretera que une Alcautim con Vila Real de Santo António. Para que este “oasis” pueda ser aprovechado plenamente por personas discapacitadas, la playa está equipada con un Tiralot, equipamiento que permite a personas con discapacidades motoras y personas con movilidad reducida acceder fácilmente al arenal y al agua.


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