Paraiso de los surferos de toda Europa, la localidad portuguesa de Peniche, en la Costa de la Plata, destaca por su viento y sus olas perfectas, pero también por ser una pequeña ciudad medieval a unos 90 kilómetros al norte de Lisboa. Peniche es el segundo puerto de pesca de Portugal (langostas, atún, sardinas), así como un centro de astilleros y de conserveras de pescado. Los restos de las murallas y la recia ciudadela recuerdan la antigua función militar de la ciudad. Este encantador pueblo pesquero es famoso sobre todo por su fortaleza que llegó a ser una cárcel para presos políticos. La fortaleza de Peniche junto con el Fuerte de Consolação (sur de Peniche) y el Fuerte de São João Baptista en las Islas Berlgenas (oeste) formaban una composición estratégica defensiva supuestamente impenetrable, que resultó no serlo tanto puesto que la asaltaron las tropas napoleónicas y las inglesas.
A pesar de ser considerada una prisión de máxima seguridad durante la dictadura de Salazar, se conocen varios casos de fugas, los más destacados son el de Antonio Dias Lourenço que consiguió escapar serrando la puerta de la celda y descendiendo hasta el mar con una cuerda hecha de mantas rasgadas. Y el otro caso conocido popularmente como la "Fuga de Peniche", en el que 10 presos consiguieron escapar gracias a la ayuda de un guardia, que durmió a su superior con cloroformo. El guardia los cobijó bajo su capa hasta un punto oscuro de la muralla. De ahí descendieron hasta el mar con una cuerda de hecha con sábanas. En ambos casos todos salieron con vida nadando hacia la costa. En la actualidad Peniche destaca por una variada industria relacionada con la pesca así como por su sector turístico.
La playa más famosa de Peniche es la de Medão, más conocida como Supertubos, y después destaca la de Baleal, otro gran arenal abierto al Atlántico. Y a 3 kilómetros de la localidad se encuentra el Cabo Carvoeiro, con su faro y con unas coriosas formaciones rocosas y cuevas de gran valor paisajístico, desde donde se divisan las islas Berlengas, una reserva marina clasificada como Reserva Natural en la que habitan numerosas especies de animales y plantas únicas en todo el planeta. Para disfrutar de la playa normalmente si vas tempranito te tienes que llevar una chaqetita porque hasta las 12 no suele hacer mucho calor y tal vez este nublado y haya bruma, pero a partir de esa hora hará una temperatura muy agradable. Aunque por la noche, de nuevo, saca la chaqueta porque nunca sobra. Ah, como curiosidad, desde finales del s. XIX, la ciudad se esfuerza por reactivar su antigua especialidad: los encajes de bolillos. Hoy en día, la ciudad es más famosa por sus encajes y los numerosos restaurantes de pescado que hay a lo largo de su puerto, que durante el verano sirven algunas de las más sabrosas sardinas en Portugal, peixes grelhados, cataplanas, arroces y los riquísimos bolos de bolacha (tarta de galletas).
A pesar de ser considerada una prisión de máxima seguridad durante la dictadura de Salazar, se conocen varios casos de fugas, los más destacados son el de Antonio Dias Lourenço que consiguió escapar serrando la puerta de la celda y descendiendo hasta el mar con una cuerda hecha de mantas rasgadas. Y el otro caso conocido popularmente como la "Fuga de Peniche", en el que 10 presos consiguieron escapar gracias a la ayuda de un guardia, que durmió a su superior con cloroformo. El guardia los cobijó bajo su capa hasta un punto oscuro de la muralla. De ahí descendieron hasta el mar con una cuerda de hecha con sábanas. En ambos casos todos salieron con vida nadando hacia la costa. En la actualidad Peniche destaca por una variada industria relacionada con la pesca así como por su sector turístico.
La playa más famosa de Peniche es la de Medão, más conocida como Supertubos, y después destaca la de Baleal, otro gran arenal abierto al Atlántico. Y a 3 kilómetros de la localidad se encuentra el Cabo Carvoeiro, con su faro y con unas coriosas formaciones rocosas y cuevas de gran valor paisajístico, desde donde se divisan las islas Berlengas, una reserva marina clasificada como Reserva Natural en la que habitan numerosas especies de animales y plantas únicas en todo el planeta. Para disfrutar de la playa normalmente si vas tempranito te tienes que llevar una chaqetita porque hasta las 12 no suele hacer mucho calor y tal vez este nublado y haya bruma, pero a partir de esa hora hará una temperatura muy agradable. Aunque por la noche, de nuevo, saca la chaqueta porque nunca sobra. Ah, como curiosidad, desde finales del s. XIX, la ciudad se esfuerza por reactivar su antigua especialidad: los encajes de bolillos. Hoy en día, la ciudad
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