La Mezquita Ulu Camíi o Mezquita Verde es de estilo Selyúcida construida por el Sultán Yildirim Beuazit en los años 1396 hasta 1400 , ha sido reconstruida varias veces después de un gran terremoto y un incendio. Tiene una sala enorme , tapizada por una gran alfombra roja donde se coloca cada feligres para la hora de su rezo. En las paredes cuelgan grandes dibujos con los 99 nombres de Ala y también diferentes versos del Corán pintados en negros. A la entrada como en todas las Mezquitas hay que descalzarse y las mujeres taparse la cabeza , a la salida se puede visitar el Mercado de la Seda , un patio donde muchas tiendas ofrecen sus productos de muy buena calidad, abajo en el patio central estan los establecimientos para tomarse unos buenos cafes o tés. La seda de Bursa es conocida en todo el mundo.Se pueden comprar pañuelos de seda como souvenir hechos a mano y aunque hay que regatear casi siempre se consigue un precio justo. La gente en Bursa es tranquila, los parques están llenos, sobre todo de personas mayores charlando a la sombra. Esta es una ciudad del interior, por lo que todo el mundo acude a las llamadas a la oración y demás ritos musulmanes. Aquí es cuando empiezas a darte cuenta de que Turquía en sí no es tan "laica" como parecía Estambul y de que fuera de esta cosmopolita ciudad, siguen teniendo muy arraigadas las costumbres religiosas y parece ser que es muy importantes el peso social de la religión.
lunes, 30 de mayo de 2011
Bursa, la hermosa ciudad verde de Turquía
La Mezquita Ulu Camíi o Mezquita Verde es de estilo Selyúcida construida por el Sultán Yildirim Beuazit en los años 1396 hasta 1400 , ha sido reconstruida varias veces después de un gran terremoto y un incendio. Tiene una sala enorme , tapizada por una gran alfombra roja donde se coloca cada feligres para la hora de su rezo. En las paredes cuelgan grandes dibujos con los 99 nombres de Ala y también diferentes versos del Corán pintados en negros. A la entrada como en todas las Mezquitas hay que descalzarse y las mujeres taparse la cabeza , a la salida se puede visitar el Mercado de la Seda , un patio donde muchas tiendas ofrecen sus productos de muy buena calidad, abajo en el patio central estan los establecimientos para tomarse unos buenos cafes o tés. La seda de Bursa es conocida en todo el mundo.Se pueden comprar pañuelos de seda como souvenir hechos a mano y aunque hay que regatear casi siempre se consigue un precio justo. La gente en Bursa es tranquila, los parques están llenos, sobre todo de personas mayores charlando a la sombra. Esta es una ciudad del interior, por lo que todo el mundo acude a las llamadas a la oración y demás ritos musulmanes. Aquí es cuando empiezas a darte cuenta de que Turquía en sí no es tan "laica" como parecía Estambul y de que fuera de esta cosmopolita ciudad, siguen teniendo muy arraigadas las costumbres religiosas y parece ser que es muy importantes el peso social de la religión.
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