La de las hoces del rio Duratón es, sin duda, una de las gargantas más hermosas y accesibles de España, que fue declarada Parque Natural en 1989, y cuenta con paredes verticales ocres y rojizas de más de cien metros de altitud. Para explorarla hay dos rutas: la senda larga de unos 12 kilómetros y otra a través de la senda circular de los dos ríos de 5 kilómetros, aunque también las puedes recorrer en barca o en piragua. En el camino hay multitud de tesoros naturales y arqueológicos como la presencia de unas 500 parejas de buitres leonados -además de otras muchas rapaces-, la ermita románica de San Frutos del siglo XIII, una de las primeras construcciones religiosas de la provincia de Segovia, o cuevas rupestres con grabados de la Edad del Bronce, puentes y calzadas romanas. El mejor lugar para disfrutar de las Hoces del Duratón en toda su grandeza es la Ermita de San Frutos, con las vistas más espectaculares del Parque. Está situada al borde del cañón, en un promontorio rocoso rodeado de precipicios que llama la atención. Para llegar a la ermita hay que coger una carretera forestal de tierra que sale desde la localidad de Villaseca. Cerca de la iglesita de San Frutos está la ermita de Santa Engracia, una pequeña celda bastante amplia para una sola persona y que era el lugar donde Engracia (hermana de San Frutos) pasaba sus días meditando y rezando. El Parque Nacional de las Hoces del Duratón tiene una longitud de 27 kilómetros y una superficie de 5.037 hectáreas.
Para recorrer el Parque Natural de las Hoces del Duratón, se puede pernoctar en la villa de Sepúlveda, con su aire medieval, llena de calles empedradas, restos de murallas, almenas, portales con blasones, palacetes...y una preciosa Plaza Mayor, presidida por el Palacio del Conde de Sepúlveda. La villa tiene uno de los mayores patrimonios románicos de España. Su iglesia del Salvador presume de ser una de las más antiguas del sur del Duero junto con San Esteban de Gormaz en Soria. Allí, como en la preciosa y también cercana localidad de Pedraza hay que degustar el plato típico del lugar: los deliciosos asados de cordero al horno de leña, que se han ganado una fama bien merecida. Dicen que el secreto está en las plantas aromáticas que crecen en los alrededores, que dan al cordero un sabor y una textura especiales. En cualquiera de los restaurantes de Sepúlveda seguro que está magnífico. El Parque de las Hoces del Duratón tuvo el año pasado la visita de un total de 133.292 personas. y se encuentra a solo una hora y veinte minutos de Madrid y a 15 kilómetros de Sepúlveda. No muy lejos llegamos a la aldea de Duratón. Hoy no es más que eso, un pequeño pueblecito, pero antaño fue mucho más porque en sus alrededores hay restos de una ciudad romana, cuyo yacimiento arqueológico arrojó numerosas piezas museísticas, y de una necrópolis visigoda.
Casa del Parque (Sepúlveda): 921 540586 (www.jcyl.es)
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