En un emplazamiento alucinante, dentro de un Parque Natural, y a pocos minutos del casco urbano de la localidad portuguesa de Sagres está el precioso Martinhal Beach Resort&Hotel, un cinco estrellas perfectamente integrado en la naturaleza y cuya arquitectura ha sido merecedora de un montón de premios. Nunca me he alojado en él pero es un placer visitar la zona, acercarse a la playa a tomar un café o una copa , comer en el restaurante Las Dunas o simplemente pasear o bañarte en la playa de Martinhal que está en la zona más salvaje del Algarve occidental. Su estructura es minimalista pero está enmarcado en una exhuberante vegetación y tiene habitaciones, apartamentos e incluso chalets privados con piscina y, naturalmente, todo con vistas al mar. El proyecto arquitectónico es del británico Matthew Wood que lo concibió a partir de materiales autóctonos, formando cubos y formas geométricas que se apoyan en materiales naturales como la piedra de la Sierra de Monchique, el ratán, la madera o el corcho. Tres restauramntes, bares, spa, pistas de padel, saunas o gimnasio última generación completan la oferta. La playa do Martinhal es de arenas blancas y agua azul intenso y verde, ideal para el buceo desde donde se divisa el Puerto de Sagres y los islotes de Martinhal. Ahora hay que aclarar que sopla mucho el viento allí casi siempre. En la playa hay un chiringuito, ideal para comer algo rápido o tomar una Sagres bien fresquita. Por cierto esta cerveza no se fabrica en Sagres sino en un pueblo al norte de Lisboa.
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