La dalia es una hierba con raíces como fibras de donde brotan tallos con hojas ralas como de albahaca, aserradas, casi siempre en grupos de tres, según la definición de la wikipedia. Y este restaurante bar Dalia de Sevilla tiene precisamente tres troncos, los tres hermanos que son sus propietarios: Alberto, Irene y Álvaro Lázaro Troncoso que hace un año emprendieron su aventura empresarial en la calle Trajano, junto a la Alameda de Hércules, pese a ser trianeros. Un delineante, una experta en Turismo que había trabajado en el aeropuerto de Sevilla...y Álvaro, el cocinero y el único con experiencia en la hostelería que se ha forjado en las cocinas de la Taberna del Alabardero o el Cenador de Salvador en Madrid. Como la Dalia, muy apreciada por su riqueza ornamental, el bar tiene una decoración encantadora, con un mural casi pop hecho con unas cortinas de IKEA, cristal e incluso libros de Ernesto Sábato en la barra. Toda una forma de hacer agradable el ambiente que enmarca una estupenda, sencilla, bien elaborada e inesperada cocina. Sencillamente geniales sus pintxos de bacalao y langostinos en tempura negra y mayonesa de lima o los canelones de carrillera con deuxelle de boletus y pesto de albahaca. También están estupendos los saquitos de confit de pato y pera con reducción al vino de naranja o la morcilla de arroz con pisto y huevos de codorniz, pero para mí una de sus mejores tapas son sus cremosas croquetas de rape y langostinos con alioli. Tienen muchas más cosas, incluso solomillo de canguro, una carne de moda en algunos locales sevillanos aunque no tan frecuente de comer en Australia (la tierra de los canguros) y parrillada de verduras, el plato que Alvaro odia preparar pero que siempre tienen porque muchos de sus clientes son extranjeros vegetarianos que acuden allí porque pernoctan en alguno de los hoteles de la zona y que "odian el ruido y comer de pie", según comentan. Su clientela son un 50% de turistas y el resto de sevillanos en la treintena. En este primer año de vida son muchas las cosas que han cambiado en el negocio. Empezaron siendo un restaurante más formal, con una cocina muy elaborada como la que le encanta preparar a Álvaro-uno de los platos de su carta era la vieira con langostinos en tempura y aire de champiñones-, pero han tenido que adaptar el local y la carta a unas exigencias más acordes con la clientela actual y la zona donde están ubicados. Lo han hecho con acierto y éxito, adaptando sus platos al gusto de los sevillanos y cambiando las gelatinas por el carpaccio de presa ibérica o la cazuela de jabalí, pero manteniendo su creatividad y su diferencia y siempre con materias primas de alta calidad. Tienen vinos andaluces: Barbadillo, que piden los extranjeros, y tinto Barbazul gaditano, suave e ideal para tapear. También otros estupendos de Yecla o Cariñena y un pan que siempre ponen caliente. Los hermanos Lázaro Moscosa no quieren formar parte de lo que llaman "la burbuja del gastrobar" que se ha levantado cuando gente de otros ámbitos profesionales se ha puesto a abrir bares como negocio refugio, huyendo de la crisis y del paro. Quieren ofrecer profesionalidad, buen hacer y quieren sobre todo estar y permanecer. Para ello, de momento,cuentan con la ayuda de una persona más en la cocina con Álvaro y con dos más que ayudan a Alberto e Irene en la barra, un servicio atento y encantador. El local, una antigua tienda de ropa surfera completamente remodelada, es un espacio abierto próximo a la Alameda de Hércules y un lugar donde se puede escuchar y hablar sin tener que dar gritos. Recomiendan, aunque yo no los he probado, postres como la tarta de queso con galletas oreo, el tocino de cielo y los brownies con crema inglesa y mousse de mascarpone. Lo dicho: moderno, elegante, con comida excelente y buenos precios. Hay que ir. Yo he tenido la suerte de hacerlo en una nueva edición del encuentro #comeycomparte, acompañada de estupendos profesionales, amigos y blogueros: los organizadores Cristóbal Bermúdez @tapasporsevilla y Angel Fernández Millán @angelfdezmillan; y los colegas Benito Caetano @BenitoCaetano, Mónica Niño @monirocampeona, y Constanza Lucadamo @lamaletadecon. Y por supuesto con los anfitriones @la_Dalia_rte. Todo un lujo
Calle Trajano 44. 41002, Sevilla
Télefono : (+34) 955 32 18 63
Conozco a los hermanos desde hace varios años, Álvaro es uno de mis (pocos) mejores amigos. Aprendí con él la alta cocina con la que ahora nos deleita. Nunca me ha fallado y por ello, cuando decidió a abrir La Dalia no dudé ni un momento en echarle una mano los dos primeros meses y, probablemente, sean los dos mejores años de mi vida profesional como cocinero. Y no dudaría en volver con él si me lo pidiera.
ResponderEliminarEn esta renovada etapa le deseo lo mejor. Y a los sevillanos y visitantes les recomiendo que pasen por su casa, que prueben su cocina. No se arrepentirán. Y no dudo de que volverán.
P.D.: El segundo apellido de los hermanos es Troncoso y no Moscosa :)