domingo, 23 de diciembre de 2012

Ójala, en el barrio de Malasaña, para cenar en una playa en el centro de Madrid

Comer en una playa, en pleno barrio madrileño de Malasaña, con platos de fusión y sabores del mundo. Es lo que te ofrece el espacio gastronómico Ojalá, uno de los más originales de este castizo barrio, que pretende simular ese paraíso escondido en la gran urbe. La entrada tiene un comedor normal, con decoración sesentera pero en el sótano se encuentra su comedor más original, con mesitas bajas, taburetes con cojines y arena de la playa por el suelo y con una carta, compuesto por platos procedentes del mundo entero, para disfrutar de la experiencia de poder degustar sabores de todo el mundo. Ensaladilla rusa con huevas de salmón; Guacamole, picada de tomate, cebolla y cilantro con tortitas de maíz fritas; Aros de cebolla rojos y blancos; Mini croquetas de boletus o Wraps relleno de cocktail picante de gambas o o los “noodles” con jengibre y setas shiitake, son algunas de las entradas para compartir mientras que como principal puedes elegir entre platos como el Carpaccio de ternera con parmesano, rúcula y mostaza en grano; la Brocheta de pollo con costra de sésamo al curry rojo y salsa de soja, Pulpo con espuma de patata y pimentón; sus mini hamburguesitas de ternera; Lomo de ciervo glaseado a la pimienta roja o el magret de pato con salsa cremosa de estragón. Y siempre hacer un espacio para las tartas o el brownie de chocolate. Sus raciones son abundantes a un precio muy razonable.
Öjala funciona además desde la mañana así que ofrece desayunos y también funciona como coctelería. Los dueños son los mismos de la Musa Latina, otro local muy recomendable en la Plaza de la Paja, una de las más bonitas de Madrid. El Öjala tiene una iluminación es bastante peculiar. Aprovechando la tenue oscuridad, se proyectan  imágenes y películas de cine mudo en las paredes de manera sucesiva que acaban de darle ese toque tan original al sitio. Y siguiendo con peculiaridades, es también de destacar el protagonismo de las tizas de colores, en la actualidad tan poco freuentes, ya que en los baños del restaurante nos encontramos con estos utensilios que normalmente usábamos en épocas escolares, pero que aquí se usan para decorar los lavabos a nuestro gusto. Los camareros son muy atentos, educados, nunca retiran un plato sin antes preguntar, rápidos, eficientes, buena presencia y siempre amables. También respetuosos y empáticos, ya que saben perfectamente cuando intervenir en una mesa y cuando no. Un lugar ideal para ir a cenar con amigos, entre mesas dispuestas sobre una alfombra de arena al estilo árabe, con tableros bajos y multitud de cojines para reclinarte y comer como si fueras un marajá de la India, o para comer  arriba uno de sus excelentes menús de mediodía. Y si luego queréIs dar una vuelta por los alrededores sólo hay que girar por la calle de la izquierda y bajar todo recto hasta llegar a la Plaza del Dos de Mayo. Si por el contrario preferís tomar algo, todos los garitos de Malasaña y Tribunal están a vuestra entera disposición. 
Calle de San Andrés, 1 28004 Madrid
915 23 27 47

2 comentarios:

  1. Gracias por el post, Susana.
    Lo hemos colgado. Nos encantó.
    https://www.facebook.com/RestauranteOjala?ref=tn_tnmn

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  2. Gracias a vosotros. A mi me encanta el bar !

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