Tomar un aperitivo en el Café del Spazio Armani, el edificio que el modisto tiene en Milán, la capital de la moda, es solo el inicio de un día para meterte de lleno en un mundo de glamour y lujo, precios desorbitados y escaparates increíbles, irresistible para los conocedores y deslumbrante para los novatos. Giorgio Armani tiene todo un edificio en el número 31 de la elegante Via Manzoni con la gran tienda del famoso estilista donde se pueden admirar la exposiciones de Emporio Armani, Armani Casa y Armani Fiori, además de que tiene un restaurante japonés y floristería. El café tiene unos precios razonables para Milán y los camareros seguro que los escogen en un casting porque son guapos y estilosos. Pero esta marca es solo una de las muchas que se pueden ver en la llamada milla o cuadrilátero de oro de la moda de esta ciudad italiana. En realidad son cuatro calles peatonales y la más conocida es la Via della Spiga, cerca de la Accademia de Brera, porque es donde más se concentran las grandes firmas. Milán es una gran urbe aunque tiene menos riqueza monumental que otras ciudades italianas, sin embargo el ambiente que se respira, sus tiendas, bares y restaurantes bien merecen la pena un viaje. Hay que parar en el café Zucca, toda una institución desde 1867 y que mantiene la decoración original de su época con unos preciosos mosáicos de estilo Liberty. Allí, mientras te tomas un café tienes unas impresionantes vistas de la catedral y puedes ver pasar a la gente que entra y sale sin parar en la Galleria Vittorio Emanuele, que es la galería comercial más famosa de Milán que une las dos plazas más importantes de la ciudad: la Piazza del Duomo y la Piazza della Scalla donde se ubica uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.
Los interiorismos y escaparatismos son más que llamativos en el “Cuadrilátero de la moda” o “Cuadrilátero de Oro” que es el epicentro de las marcas y la alta costura, delimitado por las calles Monte Napoleone, Via della Spiga, Via Manzoni y Via del Gesú. Armani, Missoni, Prada, Versace, Gucci, Valentino, Dolce & Gabanna, Fendi, Ferragamo y muchos otros tienen sus tiendas exclusivas en estas calles. La mayor parte de las tiendas han sido creadas por arquitectos famosos y exhiben obras que marcan tendencia en el mundo. Solo hay que darse una vuelta por aquí para entender porque llaman a los italianos los reyes de la moda. Buena parte de la gloria se la llevan las zapaterías, capaces de hacer perder la cabeza hasta al comprador más sensato si se para ante las vitrinas de Vierre, Testoni, Zanotti, Geox o Fratelli Rossetti. Alrededor de Milán se puede ir de compras también en los centros comerciales outlet con todas las famosas marcas de moda y la misma sensación de lujo pero por menos dinero. Hay rebajas en julio y en enero. La relación de Milán con la moda data de la Edad Media y el Renacimiento. Como Florencia y Venecia, Milán era un importante centro manufacturero de productos de lujo. Luego, en el siglo xix, Milán fue uno de los polos de la revolución industrial en Italia. Los milaneses se convirtieron en uno de los mayores productores de textiles y muebles de Europa. Después de la Segunda Guerra, Florencia le arrebató por un par de décadas su preeminencia como capital de la moda italiana; pero en los setentas, la moda milanesa recuperó glamour y vanguardia, mientras que las casas florentinas siguieron haciendo ropas de corte tradicional.
Los interiorismos y escaparatismos son más que llamativos en el “Cuadrilátero de la moda” o “Cuadrilátero de Oro” que es el epicentro de las marcas y la alta costura, delimitado por las calles Monte Napoleone, Via della Spiga, Via Manzoni y Via del Gesú. Armani, Missoni, Prada, Versace, Gucci, Valentino, Dolce & Gabanna, Fendi, Ferragamo y muchos otros tienen sus tiendas exclusivas en estas calles. La mayor parte de las tiendas han sido creadas por arquitectos famosos y exhiben obras que marcan tendencia en el mundo. Solo hay que darse una vuelta por aquí para entender porque llaman a los italianos los reyes de la moda. Buena parte de la gloria se la llevan las zapaterías, capaces de hacer perder la cabeza hasta al comprador más sensato si se para ante las vitrinas de Vierre, Testoni, Zanotti, Geox o Fratelli Rossetti. Alrededor de Milán se puede ir de compras también en los centros comerciales outlet con todas las famosas marcas de moda y la misma sensación de lujo pero por menos dinero. Hay rebajas en julio y en enero. La relación de Milán con la moda data de la Edad Media y el Renacimiento. Como Florencia y Venecia, Milán era un importante centro manufacturero de productos de lujo. Luego, en el siglo xix, Milán fue uno de los polos de la revolución industrial en Italia. Los milaneses se convirtieron en uno de los mayores productores de textiles y muebles de Europa. Después de la Segunda Guerra, Florencia le arrebató por un par de décadas su preeminencia como capital de la moda italiana; pero en los setentas, la moda milanesa recuperó glamour y vanguardia, mientras que las casas florentinas siguieron haciendo ropas de corte tradicional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario