Corfú es una isla verde llena de olivos centenarios y cipreses que caen sobre el mar, de calas recoletas, playas atestadas de veraneantes, costas vírgenes y pueblos asomando sobre sus colinas, y con una capital con gran influencia británica que tiene incluso un parque de críquet en la Explanada (Spianada), un parque enorme al que acuden turistas y autóctonos para pasear o jugar. Corfú también es conocida como Kérkira, en honor a la ninfa hija de Esopo de la cual se enamoró Zeus , la rapto y se la llevó a esta isla .
El casco antiguo de Corfú capital tiene un montón de influencias auropeas con edificios estilo veneciano o francés en El Listón, una elegante avenida plagada de cafés (el más caro de la isla, por supuesto) que sigue el estilo de cualquier rue parisina. El Listón debe su nombre a la costumbre veneciana de tener una lista de familias "de abolengo" inscritas en un "libro de oro" y solo aquellas que figuraban en ese libro podían pasear por este Listón. En verano, las estrechas calles de Corfú se llenan de turistas pero siempre quedan rincones donde se puede ver a las mujeres tendiendo o a los herreros trabajando .Desde la Fortaleza Vieja se obtenen magníficas vistas de la ciudad y en verano acoge un espectáculo de luz y sonido con bailes típicos de la zona. Tiene la ciudad una animada vida nocturna, discotecas con piscina, bares ingleses y sitios más relajados para tomar una copa, pero para la caida de la tarde imprescindibe ver la maravillosa puesta de sol sobre el mar Jónico desde Glyfada. Ya al norte de la ciudad se encuentran poblaciones como Kontoli, o Gouvia, en donde está uno de los puertos deportivos más grandes del Mar Mediterráneo, con capacidad para mil embarcaciones, Komeno, una ciudad cosmopolita, centrada en el turismo de lujo, o el pequeño pueblecito de Agios Marcos, que no debe dejar de visitar porque es precioso. En Corfú estuvo Gerald Darrell que describe su idílica infancia en "Mi familia y otros animales" y también Henry Miller que da su particular visión de Grecia en El Coloso de Marussi. Pero su visitante más ilustre fue durante años la omnipresente Sissí Emperatriz, Isabel de Austria, que se refugiaba en el Palacio de Achilleion para huir de la Corte de los Hasburgo.
En los espectaculares jardines del Palacio, que está a solo 19 kilómetros de la capital y se puede visitar, se rodó parte de la película "Solo para tus ojos" de James Bond. Fuera de la ciudad es bonita la bahía de Kassíopi, bordeada de un espigón lleno de tiendas y bares y Myrtiótissa, una de las mejores playas de la isla. Corfú es un buen punto de partida para visitar el resto de las islas Jónicas, famosas por ser la tierra de Ulises y que no están muy bien comunicadas entre sí aunque cuentan que empezaron a ser lugar de veraneo en épocas de los romanos. A casi todas las Jónicas (a las más grandes, al menos) se puede llegar por avión. Hay que probar las aceitunas, el aceite de oliva, los pistachos, el queso feta o el graviera, el pescado y, por supuesto, el vino de retsina, con aroma de pino, famoso en todo el país. Pero los platos más típicos de la isla son los sofritos- unas cazuelas de carne de ternera servida con una salsa blanca de vino, ajo, cebolla y pimientos-, las pastitsadas- capas de pasta que se alternan con carne - y los bourdetos -una cazuela de pescado blanco, aceite de oliva, cebollas y pimentones rojos picantes-.En todos los sitios se encuentra además el vino local servido del barril y el popular ouzo, licor de anís que es servido con agua e hielo como aperitivo que está fortísimo.
El casco antiguo de Corfú capital tiene un montón de influencias auropeas con edificios estilo veneciano o francés en El Listón, una elegante avenida plagada de cafés (el más caro de la isla, por supuesto) que sigue el estilo de cualquier rue parisina. El Listón debe su nombre a la costumbre veneciana de tener una lista de familias "de abolengo" inscritas en un "libro de oro" y solo aquellas que figuraban en ese libro podían pasear por este Listón. En verano, las estrechas calles de Corfú se llenan de turistas pero siempre quedan rincones donde se puede ver a las mujeres tendiendo o a los herreros trabajando .Desde la Fortaleza Vieja se obtenen magníficas vistas de la ciudad y en verano acoge un espectáculo de luz y sonido con bailes típicos de la zona. Tiene la ciudad una animada vida nocturna, discotecas con piscina, bares ingleses y sitios más relajados para tomar una copa, pero para la caida de la tarde imprescindibe ver la maravillosa puesta de sol sobre el mar Jónico desde Glyfada. Ya al norte de la ciudad se encuentran poblaciones como Kontoli, o Gouvia, en donde está uno de los puertos deportivos más grandes del Mar Mediterráneo, con capacidad para mil embarcaciones, Komeno, una ciudad cosmopolita, centrada en el turismo de lujo, o el pequeño pueblecito de Agios Marcos, que no debe dejar de visitar porque es precioso. En Corfú estuvo Gerald Darrell que describe su idílica infancia en "Mi familia y otros animales" y también Henry Miller que da su particular visión de Grecia en El Coloso de Marussi. Pero su visitante más ilustre fue durante años la omnipresente Sissí Emperatriz, Isabel de Austria, que se refugiaba en el Palacio de Achilleion para huir de la Corte de los Hasburgo.
En los espectaculares jardines del Palacio, que está a solo 19 kilómetros de la capital y se puede visitar, se rodó parte de la película "Solo para tus ojos" de James Bond. Fuera de la ciudad es bonita la bahía de Kassíopi, bordeada de un espigón lleno de tiendas y bares y Myrtiótissa, una de las mejores playas de la isla. Corfú es un buen punto de partida para visitar el resto de las islas Jónicas, famosas por ser la tierra de Ulises y que no están muy bien comunicadas entre sí aunque cuentan que empezaron a ser lugar de veraneo en épocas de los romanos. A casi todas las Jónicas (a las más grandes, al menos) se puede llegar por avión. Hay que probar las aceitunas, el aceite de oliva, los pistachos, el queso feta o el graviera, el pescado y, por supuesto, el vino de retsina, con aroma de pino, famoso en todo el país. Pero los platos más típicos de la isla son los sofritos- unas cazuelas de carne de ternera servida con una salsa blanca de vino, ajo, cebolla y pimientos-, las pastitsadas- capas de pasta que se alternan con carne - y los bourdetos -una cazuela de pescado blanco, aceite de oliva, cebollas y pimentones rojos picantes-.En todos los sitios se encuentra además el vino local servido del barril y el popular ouzo, licor de anís que es servido con agua e hielo como aperitivo que está fortísimo.
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