viernes, 9 de diciembre de 2011

Gastronomía manchega y cervantina en La Venta del Quijote, en Puerto Lápice

Es una casa rehabilitada que tiene la sobriedad de las antiguas ventas cervantinas, con sus paredes de cal, techos de bovedillas y suelo de baldosa. La Venta del Quijote, en Puerto Lápice (Ciudad Real) ha sido escenario de numerosas películas y sus diversos aposentos se han habilitado como comedores, con chimeneas de leña acogedoras en los fríos meses del invierno de La Mancha. Si por algo es conocido este pueblo es por este edificio del siglo XVll con gran sabor de la arquitectura popular manchega que tiene un gran patio de carruajes, salones y bodega.En este lugar es donde algunos investigadores situan la primera aventura de Don Quijote, donde fue armado caballero y es posible que el mismo Miguel de Cervantes visitara la venta en varias ocasiones. Duelos y quebrantos (torreznos de jamón, chorizo y tocino con huevos revueltos servidos en cazuela de barro), sopas de ajo, pisto manchego, gachas de matanza, caldereta de cordero o el guiso de las bodas de Camacho (pollo con higaditos, huevo duro y pan) son algunas de las especialidades gastronómicas de este restaurante, sin olvidar las flores manchegas o la bizcochá de postre. Cervantes era un perfecto conocedor de la gastronomía manchega, y en el Quijote podemos ver un reflejo de las costumbres alimenticias de su época: cocina muy humilde en determinados estamentos sociales, con pucheros de verduras, nabos y algo de carne; lentejas viudas... la olla o cocido y sus sobras era con lo que llenaban sus estómagos diariamente, aunque en el capítulo de las bodas de Camacho  de "El Quijote" el escritor narra la abundancia de los manjares de la época en la Mancha, eso sí, solo aptos para ser  servidos en la boda de este rico personaje. En la típica gastronomía manchega de los tiznaos, migas de pastor, pistos o asados de cabrito, no puede faltar en la actualidad el queso con Denominación de Origen, los ajos, el azafrán ni el aceite o la torta de pastor en los guisos.
Puerto Lápice fue inmortalizado por Cervantes al convertirlo en el escenario literario donde fue armado caballero Don Quijote de La Mancha. Parece que el origen del pueblo puede ser romano y que incluso llegó a contar con el llamado "Castillo del Foso",en el que se alojó el emperador Trajano durante un viaje a la zona. En el siglo XVI, Puerto Lápice era solo un grupo de casas dedicadas al hospedaje de viajeros y caminantes porque estaban en un cruce de caminos. Aún hoy el pueblo es algo así y la Venta, aunque muy turística, un lugar de parar a repostar fuerzas de camino entre Madrid y Andalucía. Si no es la hora de comer, siempre se puede comprar queso, vino o aceite en su tienda y probar las auténticas berenjenas embuchadas de Almagro.


Venta El Quijote. Molino, 4  13650 Puerto Lápice
926 57 61 10

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