Está solo a 345 kilómetros de Dublín y cuando llegas te asombras porque hablan en gaélico. Dingle, un lugar lleno de magia y encanto, es la más pequeña de las dos penínsulas que forman el condado de Kerry, en el suroeste de Irlanda. El paisaje es precioso y salvaje desde la escarpada montaña Slieve Mish (montaña de fantasmas) hasta el extremo occidental, donde la tierra se quiebra en una abruptas islas deshabitadas, espectaculares acantilados y playas alternadas. La ciudad de Dingle (An Daingean), es lo suficientemente pequeña para caminar y lo suficientemente grande-unos 2000 habitantes-para estar animada. Es un centro turístico formado por casas bajas y multicolores en torno a la bahía y por la noche en el pub O'Flaherty's hay actuaciones improvisadas .
Dingle es un lugar fascinante, con paisajes verdes, colinas rocosas, largas playas de arena y asombrosos acantilados .Dingle es una de las áreas de Irlanda protegidas por el gobierno, zonas llamadas Gaelic o “Gaeltachts”. El nombre gaélico (irish) de Dingle es Daingean Uí Chúis. Muchas de las ciudades y pueblos de la región tienen nombres gaélicos, por lo cual es mejor comprar mapas que tengan los nombres de los lugares tanto en gaélico como inglés. La mayor parte de la península habla gaélico, pero esto no es problema porque puedes manejarte en inglés. Son hermosas sus bahías y playas al sur, como la de arena blanca a la salida de Inch, donde se rodó en 1970 La hija de Ryan (Ryan’s daughter), de David Lean, una historia de escándalo social, con Robert Mitchum en un triángulo amoroso y con el activismo republicano contra la ocupación inglesa como fondo, todo ello, por supuesto, en un impresionante decorado natural. En el pueblecito marinero de Dingle desde hace más de 20 años, uno de sus habitantes más insignes, y desde luego, el más famoso es Fungi, un delfín de 300 kilos que estableció su residencia en la bahía. Dicen que es un animal salvaje que no acepta comida de los turistas ni los pesqueros y que llegó allí por amor, pues al poco de ser visto en la zona apareció en la playa el cadaver de un delfín hembra… En fin, es un espectáculo en sí mismo y el barco turístico que va a su búsqueda, devuelve el dinero si no se le avista. Fungi acude siempre puntual a sus citas e incluso tiene una pequeña estatua en su honor en el puerto. En Dingle también hay una enorme colección de piedras Ogham, consideradas la forma más antigua de la literatura irlandesa. Son en total más de setenta, y llevan el nombre de un varón. En muchas de ellas aparece escrito el nombre de Dovinia o Duibhne, diosa celta de la fertilidad. El mejor lugar para ver este tipo de piedras es Dunquin, situado frente a las islas Blasket, al otro lado de la bahía, en el pico de Dun Mor. Dingle también cuenta con una de los mayores asentamientos monásticos del mundo. Santuarios, tumbas, iglesias, cruces celtas por doquier son el ejemplo y los viejos testigos de piedra de los restos de la historia religiosa, mística y espiritual de la zona. Dicen que Irlanda es una tierra con encanto llena de 'green landscapes' y 'rocky hills' y que Dingle es el "the most beautiful place on earth", suena un poco exagerado pero si vas por allí no vuelves defraudado.
Dingle es un lugar fascinante, con paisajes verdes, colinas rocosas, largas playas de arena y asombrosos acantilados .Dingle es una de las áreas de Irlanda protegidas por el gobierno, zonas llamadas Gaelic o “Gaeltachts”. El nombre gaélico (irish) de Dingle es Daingean Uí Chúis. Muchas de las ciudades y pueblos de la región tienen nombres gaélicos, por lo cual es mejor comprar mapas que tengan los nombres de los lugares tanto en gaélico como inglés. La mayor parte de la península habla gaélico, pero esto no es problema porque puedes manejarte en inglés. Son hermosas sus bahías y playas al sur, como la de arena blanca a la salida de Inch, donde se rodó en 1970 La hija de Ryan (Ryan’s daughter), de David Lean, una historia de escándalo social, con Robert Mitchum en un triángulo amoroso y con el activismo republicano contra la ocupación inglesa como fondo, todo ello, por supuesto, en un impresionante decorado natural. En el pueblecito marinero de Dingle desde hace más de 20 años, uno de sus habitantes más insignes, y desde luego, el más famoso es Fungi, un delfín de 300 kilos que estableció su residencia en la bahía. Dicen que es un animal salvaje que no acepta comida de los turistas ni los pesqueros y que llegó allí por amor, pues al poco de ser visto en la zona apareció en la playa el cadaver de un delfín hembra… En fin, es un espectáculo en sí mismo y el barco turístico que va a su búsqueda, devuelve el dinero si no se le avista. Fungi acude siempre puntual a sus citas e incluso tiene una pequeña estatua en su honor en el puerto. En Dingle también hay una enorme colección de piedras Ogham
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