Es el paradigma del Café porteño y demuestra la influencia de la cultura europea en Latinoamérica. Corría el año 1858 cuando un ciudadano francés apellidado Touan, recordando un café parisino, bautizó “Tortoni” a su establecimiento emplazado en las actuales calles Rivadavia y Esmeralda. En 1880 el café se trasladó muy cerca, a Rivadavia 826, un edificio propiedad de la familia Unzué de Casares, y desde entonces es un lugar de encuentro que se ha convertido en toda una institución entre porteños y foráneos. Desde muy pronto se convirtió en refugio de escritores, pintores, actores, músicos y políticos. En 1926 se creó la Peña del Café Tortoni en su subsuelo, en la que participaban el pintor Benito Quinquela Martín, la escritora Alfonsina Storni, el cantante Carlos Gardel, Nicolás Olivari, Raúl González Tuñón o José Ortega y Gasset, entre otros. La Peña organizaban concursos literarios, funciones musicales y lecturas de poesía. Todo este movimiento, que congregaba a la intelectualidad porteña, pronto se empezó a irradiar a otros sitios. Actualmente en el café se celebran espectáculos de tango y jazz en la bodega ubicada en el subsuelo. Tambien se realizan presentaciones de libros y concursos de poesía.
El café está amueblado y decorado igual que cuando fue inaugurado, esto le da un ambiente muy entrañable y antiguo dentro de la modernidad de la ciudad. Tiene incluso una exposición de dibujos y una pequeña tienda donde se puede comprar un recuerdo del Café. Es un sitio muy turístico por lo que han colocado unas figuras de Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni y Carlos Gardel (iconos argentinos) alrededor de una de las mesas de clientes, lo que sirve además para que los visitantes puedan sacarse fotos. El café, los submarinos, medias-lunas, y demás bebidas y alimentos para desayuno o la comida, aún estando buenos, es lo de menos ya que lo importante es poder percibir la historia que tiene este lugar. Pero eso no impide disfrutar del chocolate caliente con churros, en sus variedades: Común, Espeso o al Cognac; o la leche merengada (helado a base de leche y crema con canela)o cuando cae la tarde de una cerveza o sidra acompañadas de tablas de queso o fiambres. Bellas cristaleras adornan sus salones de paredes revestidas en maderas nobles, pobladas de antiguas mesas de roble y mármol verde donde se sentaron artistas y políticos internacionales. Como curiosidad decir que el escritor francés Stendhal en su novela "Rojo y Negro, de 1830, menciona la existencia de un Café Tortoni en París. En el subsuelo, la Sala La Bodega es el escenario de presentaciones de libros, espectáculos de tango y jazz, con la presencia destacada, desde 1978, de la Fénix Jazz Band en las noches de los sábados.
Una de las mejores maneras de descubrir Buenos Aires es mezclarse con su gente y verla bailar y disfrutar del tango. Y por supuesto, como no podía ser menos, la capital argentina está llena de lugares que presentan bailarines, cantantes y orquestas que exhiben la gracia y el glamour del tango, el género musical rioplatense. Aquí el tango sale a lucirse, a mostrarse a los que se acercan para conocer su encanto. Hay shows con cenas, escuelas de milongas, centros culturales o canchas de baloncesto que se transforman los sábados en improvisados salones de baile. Uno de ellos es la Confitería Ideal, un lugar donde los bonaerenses van a bailar tango aunque también es escuela. En un sitio encantador, donde apenas van turistas y donde siempre tienes a algún caballero que te saca amablemente a bailar si le echas valor. La Confitería Ideal abrió sus puertas en el año 1912 y desde entonces mantiene el brillo de sus óvalos de bronce y sus impactantes farolas que enmarcan su puerta de lado a lado. En la planta baja funciona la confitería donde se ofrece un excelente servicio de cafetería, opciones de té por la tarde y una variedad de dulces muy tentadora. Este estilo tan genuino y representativo de la Belle Epoque porteña, la convierte en el escenario ideal para reproducir el modo de vivir de esa época y por ello ha sido elegida por los directores de cine Alan Parker para filmar una escena de la película Evita, y también por Carlos Saura para su película Tango. En el primer piso, funciona todas las noches, y algunas veces por la tarde, una de las milongas más populares de la ciudad.´
Café Tortoni
Avenida de Mayo, 825.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(0) 1143424328
Café Tortoni
Avenida de Mayo, 825.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(0) 1143424328
Confitería Ideal
+54 11 5265-8069
Suipacha 380, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Capital Federal, Argentina
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