En la zona de Southbank londinense, no puedes dejar de subir a la Oxo Tower. En la planta 8 hay un restaurante y un bar que te ofrece una de las vistas más espectaculares de Londres. Uno de esos rincones que todo el mundo debería conocer. Apúntatelo y lleva allí a alguien especial. Sorprenderás. Además, puedes cenar algo o tomar una cervecita o un cocktail- son famosos sus bloody mary-con el Támesis de testigo. El restaurante es caro, unas 50 libras por persona, pero puedes optar por tomar algo en la zona de la brasserie o simplemente pedir un vino o un cocktail y disfrutar de las vistas del Big Ben o la Catedral de Saint Paul.
A principios del siglo 20 la colocación de anuncios en las calles de Londres era considerada de lo más vulgar, incluso estaba prohibida en las fachadas de los edificios, en gran parte como respuesta al caos de los siglos anteriores, cuando la fiebre del anunciante llegó a oscurecer calles enteras abarrotadas de carteles compitiendo entre sí. Las autoridades tuvieron que frenar esa vorágine de alguna forma, pero algún que otro comerciente dispuesto a anunciarse a toda costa, echó mano del ingenio para saltarse la prohibición. A la orilla sur del Támesis, junto al puente de Blackfriars, se construyó una torre en lo alto de un almacén. La torre muestra un enorme anuncio de carne “Oxo” que se puede ver desde varios kilómetros de distancia y que se saltó la prohibición integrando, de manera muy inteligente, las letras OXO en la estructura del edificio en forma de gigantescas ventanas de cristal rojo. .Hoy en día la Oxo Tower lberga tiendas de diseño y galerías. Lo mejor es llegar a ella dando un paseo por la ribera del Támesis y ver la Tate Modern.
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