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lunes, 30 de mayo de 2011

Bursa, la hermosa ciudad verde de Turquía


Bursa es una ciudad de Turquía muy hermosa y que dista solo unos 400 kilómetros de Estambul. Esta zona de Turquía es montañosa, por lo que los paisajes que se pueden ver, son realmente fascinantes, variados y hermosos. Es una ciudad donde el viajero podrá disfrutar con sus monumentos, sus famosas murallas y zonas históricas. Es la cuarta ciudad más grande de Turquía y una de las más importantes en el ámbito cultural. Karagöz y Hacivat, dos famosos personajes de teatro de sombras chinescas, fueron en realidad dos personalidades históricas que vivieron y fueron enterrados en Bursa. Bursa también tiene algunos de los platos turcos más famosos, especialmente las castañas escarchadas y el iskender kebap. También son famosos los melocotones. A menudo se nombra a la ciudad como "Yeşil Bursa" o Bursa Verde, debido a los bosques que rodean la ciudad y a sus parques y jardines. Durante el dominio otomano, Bursa fue el origen de la mayoría de los productos de seda del entorno del sultán. Aparte de la producción local, se importaba seda salvaje de Irán y, en ocasiones, de China, y era el principal fabricante de kaftanes, almohadas, bordados y otros productos de seda para los palacios del sultán hasta el siglo XVII. También ha sido relevante históricamente la producción de cuchillos y de coches de caballos Actualmente, se puede encontrar una gran variedad de cuchillos artesanales y otros productos, aunque, en lugar de coches de caballos, existe una gran industria automovilística.
La Mezquita Ulu Camíi o Mezquita Verde es de estilo Selyúcida construida por el Sultán Yildirim Beuazit en los años 1396 hasta 1400 , ha sido reconstruida varias veces después de un gran terremoto y un incendio. Tiene una sala enorme , tapizada por una gran alfombra roja  donde se coloca cada feligres para la hora de su rezo. En las paredes cuelgan grandes dibujos con los 99 nombres de Ala y también diferentes versos del Corán pintados en negros. A la entrada como en todas las Mezquitas hay que descalzarse y las mujeres taparse la cabeza , a la salida se puede visitar el Mercado de la Seda ,  un patio donde muchas tiendas ofrecen sus productos de muy buena calidad, abajo en el patio central estan los establecimientos para tomarse unos buenos cafes o tés. La seda de Bursa es conocida en todo el mundo.Se pueden comprar pañuelos de seda como souvenir hechos a mano y aunque hay que regatear casi siempre se consigue un precio justo. La gente en Bursa es tranquila, los parques están llenos, sobre todo de personas mayores charlando a la sombra. Esta es una ciudad del interior, por lo que  todo el mundo acude a las llamadas a la oración y demás ritos musulmanes. Aquí es cuando empiezas a darte cuenta de que Turquía en sí no es tan "laica" como parecía Estambul y de que fuera de esta cosmopolita ciudad, siguen teniendo muy arraigadas las costumbres religiosas y parece ser que es muy importantes el peso social de la religión.

Cuesta Maneli, una playa naturista en el entorno del Parque Nacional de Doñana

Aunque ya no hay paraisos vírgenes y desconocidos en España,  la Cuesta Maneli situada en el Parque Natural de Doñana, entre las localidades de Mazagón y Matalascañas, dentro del término municipal de Almonte es una playa no urbanizada, rodeada de un acantilado de roca arenisca y dunas fosilizadas. Se accede a ella a través de una pasarela de madera de 1200 metros., que transcurre entre dunas, pinos y arbustos aromáticos. La pasarela termina en el borde del acantilado del Asperillo en un pequeño mirador desde donde se puede disfrutar de una magnífica vista de la playa, en ese punto parten dos escaleras a izquierda y derecha del mirador, también de madera, que facilitan la bajada hasta el nivel de la playa. Según llegas a la playa, al final del camino de madera, suele haber un chiringuito-aunque este año todavía no está instalado- y a un lado de la zona de baño hay una parte nudista y al otro lado hay zona de pesca.
Es una playa grande, muy tranquila y con espacio para todos, incluso para los perros que pueden acompañar a sus dueños mientras que en el resto de playas tienen prohibida la entrada. Al ser una playa sin servicios, lo que haga falta hay que llevarlo : agua, toallas, crema, sombrilla o lo que sea. Cuando nos acercamos a la playa la vegetación es la que podemos encontrar en el sistema de dunas móviles, barrones, clavelinas...Y sobre el mar volarán algunas gaviotas y en la playa podemos ver correlimos . La bajada proporciona el disfrute del sistema de cabezos declarado  Monumento Natural . La playa tiene una página en facebook      http://www.facebook.com/pages/Playa-de-Cuesta-Maneli/78831819375. Aunque los visitantes históricos de la playa dicen que hay demasiada gente ya y que estaba mejor antes, yo creo que merece la pena si las comparamos con las playas del entorno, por la paz y el paisaje.

sábado, 28 de mayo de 2011

El Paraiso, en Punta Umbría, el mejor pescado y marisco de Huelva

"El Paraíso" fue fundado en la primavera del año 1966 por Gonzalo Rodríguez Almansa y María Nevado González, padres del actual gerente del restaurante, Gonzalo Rodríguez Nevado. En sus comienzos tan sólo fue un chiringuito ubicado en una pedanía puntaumbrieña llamada El Portil. En el año 1975 fue trasladado para mayor amplitud del negocio a donde actualmente se encuentra ubicado, en La Bota, cercano al Paraje Natural Marismas del Odiel, un lugar rodeado de naturaleza. La especialidad son sus enormes coquinas o las gambas blancas de Huelva además de la cocina tradicional onubense. Su carta resulta variada, con gran abundancia de pescados y una completa carta de vinos. Los entrantes son muy variados, con platos que van desde las ensaladas hasta los revueltos como la tradicional tortilla de camarones. Aunque lo mejor es probar los mariscos y pescaditos de la zona. De segundo, también resulta casi obligatorio elegir uno de sus pescados a la plancha o la brasa. Corvina, pargo, pez espada, sargo, besugo, lubina, salmón, merluza… son algunas de las opciones, además de los arroces o fideuás. De postre predominan los platos caseros como las fresas al vino tinto con helado de vainilla. El marisco y el pescado fresco llegan a diario. Es muy importante reservar, sobre todo en verano, incluso con un par e días de antelación.
En Huelva hablar de gastronomía es hablar del restaurante El Paraiso de Punta Umbría, una ciudad que nació en el siglo XVII como una aldea sumergida alrededor de una torre construida para proteger a la población de los ataques piratas. La playa de La Bota que está justo enfrente del restaurante tiene 3.800 metros de longitud por 35 metros de anchura. Normalmente el nivel de ocupación de la playa es alto aunque esta aislada de la carretera donde aparcan los coches por montículos de arena. Es la playa más concurrida de la zona, tanto por bañistas como por pescadores. Situada entre pinares y dunas, permite dar agradables paseos y admirar su bello entorno natural.

Ctra Huelva El Portil, sn, 21100, Punta Umbria (Huelva)

Restaurante Casa Calvet en Barcelona, un lugar especial para una ocasión especial

En la primera casa de vecinos construida por Gaudí para los Calvet, una familia de fabricantes textiles, hay un estupendo restaurante en Barcelona. En el año 1900 esta casa fue premiada por el Ayuntamiento de Barcelona y hoy es propiedad privada por lo que su interior no se puede visitar. El restaurante Casa Calvet está ubicado en esta preciosa casa modernista obra de Gaudí con decoración de finales del siglo XIX. Siguiendo la tradición catalana, en cada plato se inventa y se encuentra la perfecta combinación de sabores. El sitio es precioso y es todo un lujo poder disfrutar de una cena romántica y deliciosa y a la vez de la arquitectura de Gaudí y aunque el precio es elevado merece la pena... aunque evidentemente no es para ir a menudo. El hígado de pato fresco con naranjas amargas, el arroz con bogavante, las verduras con queso de cabra, la perdiz con castañas , los raviolis de gambas con salsa de setas o el helado de romero, son sólo algunas de las creaciones del chef  Miquel Alija. Con una carta estacional que varía para cada época del año, que contiene platos vegetarianos y con una bodega de máxima calidad, el Restaurant Casa Calvet es un sitio muy recomendable de Barcelona. Encontrarlo es muy fácil pues está cerca de la plaza de Catalunya y del principio del paseo de Gracia, en una calle lateral, aunque cae un poco lejos de donde están situadas la Pedrera y la Casa Batlló, también de Gaudí.

Barrio: L'Eixample Carrer de Casp 48, 08010 Barcelona, España
  • 93-412-4012
  • "Los Italianos", los mejores helados de Granada


    Lo peor del invierno en Granada es que cierra "Los Italianos", una heladería mítica en plena Gran Vía, frente a la catedral de Diego de Siloé, en el centro de la ciudad. Las colas que se forman en cuanto llega el buen tiempo demuestra que hacen los mejores helados de Granada. Recomiendo las especialidades como la cassata, el zucotto- helado de chocolate y licor, recubierto con una especie de bizcocho- o las tartas, aunque todos los sabores son riquísimos. Helados artesanos que son los más antiguos de la ciudad de la Alhambra. Hasta Michelle Obama y su hija aparecieron en las fotos, durante su estancia en Granada, con un helado de Los Italianos en la mano. Lo único malo es que solo tienen unas pocas mesas para tomarlos allí, pero es estupendo pasear por la calle Zacatín o encaminarse al Realejo con un cucurucho de stracciatela en la mano. Llevan más de 70 años en el mismo sitio, es un negocio familiar de orígen italiano, en un principio se fundó como “la veneciana” pero todo el mundo los conoce como los italianos. Frente a la catedral, Los Italianos respira fidelidad a un espíritu de esencias, de sabores  y cuya calidad está reconocida por cualquier gourmet que se precie. Atienden al público una treintena de empleados, siempre con la sonrisa puesta, entre los que figuran siete miembros de la familia. La heladería es un pasillo de unos cinco metros de ancho con salida a dos calles. Preñado de enormes espejos que reflejan pulcritud, las lámparas, los azulejos y la barra metálica, siempre reluciente, anteceden el espectáculo de cientos de barquillos que esperan ser coronados por bolas de helado de sabores infinitos: pistacho, jerez, turrón, chocolate…todo lo que desees e imagines....de marzo a octubre.
    En Granada ofrecerte helado de los italianos es sinónimo de calidad, de hecho en algunos restaurantes incluyen en su carta de postres la cassata .
    Desde 1936, este negocio familiar sirve además con solera la mejor horchata de Andalucía y granizadas con un toque mágico que atesoran miles de adictos. Cecilia de Rocco, de cerca de 80 años y dueña de la empresa familiar junto a sus hermanas, recuerda el origen de la heladería de más éxito en Andalucía. Al negocio le han salido novios en todas las ciudades, pero la cuarta generación de la familia todavía se resiste a convertir la heladería en una marca y divulgar el secreto de los helados por otros rincones lejos de Granada .

    Heladería Los Italianos. Gran Vía de Colón nº 4Granada
    Tel. 00 34 958 224 034

    jueves, 26 de mayo de 2011

    Carmen Mirador de Morayma en Granada: comer con los cinco sentidos

    Una mesa junto a la ventana, con unas vistas increíbles de la Alhambra con una ensalada templada, morcilla con piñones, mero con puré de manzana, milhojas de boletus , bacalao al horno con almendras, choto al estilo alpujarreño o merluza de Motril al vino, todo en un auténtico carmen morisco. El escenario es el restaurante El Mirador de Morayma, en el Albayzín granadino, que además ofrece caldos alpujarreños, vinos ecológicos elaborados en la bodega de la Alquería de Morayma en la Alpujarra a partir de su propia uva. Se trata de una preciosa casa  granadina situado en el Albaycín, a pocos pasos de la parada de la cuesta del Chapiz del bus 32 que conduce hasta ese barrio.
    El restaurante, que ofrece cocina típica granadina ,se divide en diferentes comedores respetando la estructura de la casa y decorados de forma tradicional, con antiguedades y pinturas. Algunos tienen fabulosas vistas a la Alhambra. Tambien tiene un agradable jardín para los días de verano.  La leyenda nos narra que la princesa Morayma residió en este rincón durante el cautiverio de su esposo Boabdil el último rey de Granada, lo que le da su nombre. Está muy cerca del muy visitado Mirador de San Nicolás lugar desde el que el ex-presidente de los EE.UU, Bill Clinton, dijo contemplar " The most beautiful sunset in the world " ( una de las más bellas puestas de sol del mundo ). Recomiendo que al efectuar la reserva se pida una mesa en la terraza acristalada o en la sala pegada a las ventanas porque las vistas desde este sitio sobre la Alhambra son una maravilla. Un carmen es una casa con huerto y jardín, oculta a la mirada de los vecinos. Es una forma de vida específica del Albayzín: la casa de campo en el interior de la ciudad con minucioso aprovechamiento de los espacios. Deriva de la palabra árabe karm (‘jardín’ o ‘viñedo’). Se trata de un tipo de vivienda típicamente granadino, autóctono de la colina del Albayzín y exportado a otros barrios, como el Realejo por ejemplo. Nació a partir de la expulsión de los moriscos, puesto que en solo dos años, de 1568 a 1570, el Albayzín pasó de ser populoso barrio a barrio en ruinas. El carmen tradicional está condicionado por su desarrollo en ladera, espacio habitable bastante reducido y la presencia agrícola en sus límites. Por lo general, no se trata de una finca de lujo, sino de una pequeña finquita utilitaria. Un minifundio ajardinado. Consiste en un conjunto de terrazas o paratas que ascienden o descienden, muchas veces sombreadas con parras, enredaderas y arbolado para mitigar los rigores del sol.

    Carmen Mirador de Morayma ./ Pianista García Carrillo, nº 2
    18010 Granada
    958 228 290

    lunes, 23 de mayo de 2011

    Misa gospel en Harlem, un domingo en Nueva York

    Una misa gospel en domingo en el barrio de Harlem sin duda cumplirá todas las expectativas puestas en ella y es una de las experiencias más interesantes que se pueden vivir en Nueva York. Parroquianos vestidos con ropas elegantes, gente entregada rezando, cantando acompañados de famosos coros gospel e intentando hacerte partícipar. Son las mejores voces de las iglesias de Harlem que siempre sorprenden al público por su potencia e incomparables melodías que van de himnos piadosos hasta sugerentes blues. Inspiran su música en el spiritual o en ritmos provenientes de las iglesias negras de los Estados Unidos. Si bien es posible encontrar iglesias baptistas por todo Harlem, entre las iglesias más conocidas etán la "Antioch Baptist Church" y  la Abyssinian Baptist Church, en la calle 138. Las mejor misa para asistir es la que se celebra los domingos a las 11:00 horas. En Nueva York organizan tours para ir, pero lo mejor es hacer el recorrido por tu cuenta y si no puedes entrar en una capilla porque el aforo está lleno acercarte a otra próxima. Por respeto hay que ir arreglado y lo ideal es sentarte al fondo, bien por dejar a los feligreses los primeros lugares bien por poder salir cuando uno quiera ya que estas misas duran más de dos horas. Para llegar hay que coger el metro hasta la calle 125 y la avenida de Saint Nicholas . Desde el metro a la Antioch Church no habrá más de 500 metros, se podría decir que es imposible perderse. Pues no. Es muy fácil. Porque a cien metros puede salir alguien invitándote a entrar en otra que está más cerca, en la misma acera incluso. La recomendación es ir a alguna en la que no haya grandes colas ya que hay iglesias casi en cada manzana. La experiencia será mucho más auténtica y los fieles estarán encantados de darte la bienvenida siempre y cuando se demuestre respeto y discreción por sus creencias.  Después se puede ir a tomar el brunch al restaurante Sylvia  o al famoso Cotton Club, en la zona donde dos de las calles más importante llevan nombres dos relevantes líderes negros, la calle 125 y Lenox Avenue, también llamadas Martin Luther King y Malcom X.
    Harlem ha sido durante años el barrio de la comunidad afroamericana, así como uno de los más artísticos de Nueva York. Al llegar al corazón de Harlem, se nota un drástico cambio de arquitectura y población, de hecho se trata del centro afroamericano más grande de los Estados Unidos. Harlem es la el una de las áreas de Nueva York de la que todos los neoyorquinos hablan, pero durante un tiempo, muchos de ellos no se atrevieron a pisar. La transformación que está sufriendo toda el área en los últimos años, mejorando la seguridad en las calles y la atracción de los curiosos ojos de los turistas, están por un lado revitalizando económicamente la zona, aunque también, alejándola según se quejan algunos de los que allí viven, de su esencia más auténtica. Harlem toma su nombre de la época en la que los holandeses, allá por el año 1658, llegaron a la zona llamándola ‘Nuevo Harlem’ en honor a la ciudad de Harlem en Holanda. Hasta primeros del siglo XX, no llegaron hasta aquí los primeros hombres y mujeres de raza negra. Sin embargo, tras su llegada, la población creció rápidamente con el transcurso de los años, teniendo que recordar necesariamente ahora lo que en los años 20 se llamó el ‘Renacimiento de Harlem’ que fue refugio de ritmos negros, comida sureña y algunos de los nombres que no morirán nunca pese al paso de los años como el de Ella Fitzgerald, Duke Ellington o Louis Armstrong… Ellos fueron los protagonistas de interminables veladas de jazz en algunos de los múltiples clubes que durante la década de los 20, fueron testigos de este renacimiento y desarrollo cultural de Harlem. Hoy en día en cambio, de los 46 clubes que llegaron a estar abiertos, no quedan más de media docena.

    sábado, 21 de mayo de 2011

    Karlovy Vary, la ciudad balnearia más bonita de la República Checa

    Es una ciudad balneario, famosa por sus aguas termales y el rio Teplá también de aguas calientes, que fue un importate destino turístico en el siglo XIX. Karlovy Vary significa además "el baño termal de Carlos", ya que en 1370 el emperador Carlos dio privilegios a esta bonita ciudad porque conocía la leyenda de los beneficios de sus aguas para la salud. Además de la vida balnearia y un amplio abanico de actividades sociales, con Karlovy Vary está relacionada la tradicional producción de cristal y porcelana, así como los más diversos festivales y conciertos. Karlovy Vary no se ha hecho famoso únicamente como balneario, sino también como la ciudad con la que está vinculada estrechamente desde hace casi dos siglos la producción del famoso licor de hierba Becherovka, que dicen tiene propiedades estomacales, o de la popular agua mineral Karlovarská kyselka. Se trata de una de las ciudades más bonitas y más visitadas de la República Checa y a tan solo unos 120 kilómetros de su capital, Praga, unas dos horas en coche.
    Alrededor del río Teplá hay muchas columnatas hermosa que cubren con sus arcos los manantiales termales. Fueron construidas para que los visitantes puedan hacer paseos tranquilos y beber el agua medicinal y al mismo tiempo estar protegidos del mal tiempo. La columnata más visitada se llama Vřídelní kolonáda y conserva su imágen original. En todas las columnatas se encuentran fuentes termales con efectos curativos. Hay 12 fuentes termales en total, las más conocidas son Vřídlo, Rusalka, fuente del Rey Carlos IV, Príncipe Venceslao.  La composición básica de aguas minerales es parecida, sin embargo, por la diferencia de la temperatura y el contenido del óxido de carbono tienen efectos diferentes. Las aguas más frescas tienen un leve efecto laxante, las más calientes un efecto moderador, reducen la secreción de la bilis y jugos gástricos.
    Entre las presonalidades más famosas que han visitado esta hermosa cuidad están los compositores Mozart, Strauss,.Beethoven o políticos y reyes como Pedro el Grande, Oto I ( el rey griego ), Vilém I y también el rey de España Juan Carlos I. La ciudad tiene también un importante festival de cine y otro de jazz. Pasear por esta bella ciudad es algo así como estar en un cuento de hadas. Es verdad que no se trata de una gran urbe y que se recorre en apenas un ratito, pero este sitio tiene un encanto especial.

    lunes, 16 de mayo de 2011

    Albur, una casa de comidas renovada, en el castizo barrio de Malasaña

    Dicen de si mismos que son una taberna y una casa de comidas al estilo antiguo. Está emplazada en un local de la mítica calle Manuela Malasaña que da nombre al popular barrio, zona de casticismo y solera madrileña y que junto a los Austrias es el barrio más visitado de la capital. Este local se ha utilizado como taberna desde 1933, pero fue el Albur quien en 1995 le dio un cambio para incorporar y actualizar la cocina tradicional española. La barra suele estar abarrotada porque con las cañitas ponen unas tapas deliciosas (el queso, especialmente, es para no perdérselo). Para las mesas, generalmente no hay que reservar, pero es recomendable ir a primera hora porque luego el sitio se llena, y no es para menos. La carta es ideal para disfrutar de lo mejor de la gastronomia joven y tradicional, donde la calidad, buen precio y estupendo servicio, unido con la originalidad de sus platos gustará a los exigentes y sorprenderá a los más curiosos. Es una cocina llena de sabor y sensaciones, de la que destacan los arroces, el pescado de Cádiz, los productos de León, la morcilla, el picadillo, la cecina, la ensalada de pescados marinados, el atún almadraba de Cádiz, el carpaccio de pulpo, la carne de buey con salsa de frambuesa o el solomillo de carne charra (Salamanca). Además en invierno los fogones se llenan de platos calientes destacando el cocido maragato y las lentejas estofadas. Cuenta con un buen menú del día ( tres primeros y tres segundos), a muy buen precio.
    En cuanto al vino, tienen pocas referencias pero bien elegidas. Muchos variedades de Vinos de Telmo Rodriguez (105, Basa, Lanzaga, Almudevre, Gago..) a precios normales (12 euros) y algunos vinos de Can Rafols del Caus (entre ellos el cava Gran Caus, bastante bueno a 18 euros).
    Albur está en Malasaña, un barrio donde hay multitud de bares, cafés y locales nocturnos. El barrio poco a poco va peatonalizandose y convirtiendose en un lugar cada vez más agradable. En sus encantadoras placitas como las de San Ildefonso, de Juan Pujol, del 2 de Mayo, o de las de las Comendadoras y de la Glorieta de Guardias de Corps en el barrio del Conde Duque uno puede tomar un café o una caña y contemplar el personal que va desde el joven roquero o gótico al intelectual alternativo, además de la gente castiza vecina de la zona de toda la vida. El barrio recibe su nombre de la bordadora Manuela Malasaña. Ella fue una de las protagonistas del suceso histórico que tuvo lugar en estas calles: En 1808, Madrid estaba ocupado por las tropas napoleónicas y el 2 de mayo, el pueblo se levantó contra el invasor, la revuelta fue acallada y de ahí los fusilamientos del 3 de mayo --el famoso cuadro de Goya-. Manuela Malasaña era una joven bordadora que fue detenida y fusilada por llevar unas tijeras, que según los franceses eran un arma. La otra "revolución" que sucedió en Malasaña fue la Movida madrileña: En los años 80, emergió en la ciudad un fenómeno juvenil importante, puesto que lideró los profundos cambios sociales, morales y estéticos que se produjeron con la caida del franquismo: Malasaña fue el centro de La Movida.
    Restaurante Albur.
    Calle Manuela Malasaña, 15
    28004 Madrid - Madrid
    Teléfono: 91 594 27 33


    domingo, 15 de mayo de 2011

    Judiones de La Granja en La Hilaria, en Valsaín

    Subes el puerto de Navacerrada, pasas las 7 revueltas y antes de llegar a la Granja de San Ildefonso te encuentras "La Hilaria", en Valsaín, donde puedes comer cordero, trucha, carnes rojas, y, como no, los famosos judiones. El restaurante, al que cada fin de semana acuden en masa los madrileños, es famoso por su cocina tradicional castellana y por la calidad de sus productos frescos y de temporada. Se cuenta que un cierto día Felipe IV preguntó si en Valsaín había olivas y el bufón Barbarroja le contestó , "aquí señor ni olivas ni olivares", en clara alusión al Conde Duque de Olivares que fue desterrado a Sevilla. En Valsaín hay praderas verdes y un rio, el Eresma. Casa Hilaria es un restaurante a pie de carretera, decoración estilo mesón y una cómoda terraza acristalada (necesario reservar para sentarse ahí). Tienen un par de menús degustación y ambos incluyen los judiones de la Granja. Sin duda se trata de un “As” de la gastronomía de Segovia y que junto al cochinillo asado, el cordero lechal y los chorizos de Cantimpalos completan un poker de ases gastrónomicos sin parangón a nivel nacional.
    El Judión tiene su origen en América y es introducido en La Granja por alguno de los reyes que se asentaron a veranear allí  a lo largo de los siglos. La variedad que se cultiva en La Granja  es la  judía de España. Se pueden comer con una receta tipo fabada con chorizo o con almejas. Pero, en Casa Hilaria les han cogido el punto exacto. Fundada en 1929, esta casona con unas impresionantes vistas sobre Peñalara, es punto de encuentro de los que gustan de la sencillez de la cocina tradicional. Al sitio ideal se le suma su proximidad a la preciosa localidad segoviana de La Granja. En la ladera norte del Guadarrama, en los bosques de La Granja, los Borbones construyeron un fastuoso palacio, a imagen y semejanza de Versalles. La versión resultó un poco más modesta, pero con el lujo de la Sierra de Guadarrama como telón de fondo. Carlos III, al que le gustaba cazar por estos parajes, añadió la llamada Casa de Infantes para que vivieran sus hijos, Don Gabriel y Don Antonio. La Granja de San Ildefonso se constituyó como residencia Real, siendo un ejemplo de arquitectura palatina europea, que marca de manera firme la transición entre la sobriedad de los gustos de los Austrias al refinamiento de los Borbones. Transición de lo español a lo francés y de lo francés a lo italiano. Y finalmente retorno a la interpretación de lo neoclásico en la Monarquía Española. La visita a la Granja de san Ildefonso se ha de concretar en cuatro lugares: El Palacio, los jardines y fuentes, la fábrica de vidrio y las iglesias del Real Sitio. Hoy, este vuelve a ser un lugar para el ocio y el relax a poco más de una hora en coche desde Madrid lo que supone que los madrileños abarrotan los numerosos restaurantes y asadores de la zona. El buen comer segoviano suele identificarse con los fogones capitalinos de Cándido, Duque, Amador y algún otro buen local de la ciudad, o con los periféricos de Sepúlveda, Pedraza o Turégano. Menos conocidos son los locales próximos a la capital. Entre los numerosos restaurantes de La Granja hay, al menos, otras dos buenas referencias: Canónigos (en la casa y plaza del mismo nombre) y Dólar (una institución en el lugar).

    Casa Hilaria. Carretera de Madrid
    40109 Real Sitio de San Ildefonso
    921 470 292


    Casa Lhardy, para comer cocido madrileño entre bandejas de plata y manteles de hilo

    Si estás en Madrid, tienes unos 35 euros y empieza a apretar el frio, nada mejor que ir a Casa Lhardy a disfrutar de un buen cocido madrileño. Los tradicionales y más conocidos lugares para degustar este plato tradicional en la capital de España se remontan al siglo XIX, son Lhardy , en la Carrera de San Jerónimo, 8, precio de 35,50 euros en la carta; y el restaurante La Bola , en el número 5 de la calle del mismo nombre (en este último hay dos turnos, a las 13:30 y las 15, aunque el segundo es más bien orientativo ya que se espera a que el primero finalice). La Bola está bien, pero no tiene el glamour de Lhardy.  Emilio Huguenin Lhardy, fundador original del establecimiento, trabajaba en el Café Hardy en el bulevar de los Italianos en París cuando Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, le animó a montar un establecimiento en Madrid bajo el nombre de Lhardy, cuya cocina francesa fuera un distintivo en la villa y corte. Por fin, en 1838, tras encontrar un local en la Carrera de San Jerónimo, situó la patisserie en la primera planta y los salones en la segunda con entrada independiente, una estructura que aún hoy se mantiene. Lhardy revolucionó la cocina madrileña con un recetario moderno a base de pechugas Villarroy, suflés, vol-au vents, brioches, croissants o huevo hilado, y en sus mesas no faltaban faisanes, besugos, roast-beefs, lubinas y langostinos. Fue el hijo de Emilio, Agustín Lhardy, quien dio un giro ilustrado a la carta al introducir platos castizos que atrajeron a intelectuales y artistas, labor que prosiguieron sus descendientes hasta que su nieta, doña Luisa Lhardy Gassier, cedió en 1926, por 150.000 pesetas de la época, el establecimiento a los jefes de cocina y pastelería Antonio Feito y Ambrosio Aguado, cuyos nietos son hoy gerentes de un restaurante que, 150 años después, sigue manteniendo viva una oferta gastronómica que hace honor la leyenda de los Lhardy. Al cruzar la entrada una espectacular tienda llena de solera nos atrapa, es allí donde nos ofrecen la posibilidad de tomar un especial aperitivo consistente en un consomé, unas croquetas o algúna otra exquisitez como los hojaldritos, de pie, a modo de tertulia, admirando como nada ha cambiado mucho desde que se abrió al público el establecimiento. I si prefieres comer, en la segunda planta esta el restaurante, un lugar sólo apto para románticos capaces de imaginar como era el Madrid del siglo pasado. En su carta hay platos de la cocina internacional como el faisán al zumo de uvas, la perdiz estofada con cebollitas francesas, el gamo a la austriaca y un Soufflé de postre, pero sin duda la especialidad son los callos y el cocido a la madrileña.
    Este cocido en Lhardy se presenta en dos vuelcos. Primero la sopa, perfectamente desengrasada, con sabor a carnes, legumbres y hortalizas. Y después los garbanzos con repollo y patata, además de gallina, pollo, falda y morcillo de vaca, tocino, punta de jamón, chorizo, salchicha, morcilla y el clásico relleno. Conjunto que se adereza con aceite de oliva o salsa de tomate. Junto al segundo de sus platos icono, los callos, muy renombrados, aunque a mí no me gustan, Lhardy ofrece especialidades gastronómicas documentadas en el siglo XIX, todas con el rango de recetas vintage. Si el interiorismo actual con arañas de gas en el techo, papeles pintados, grandes espejos, cornucopias y objetos en bronce oro, constituye un viaje en el tiempo, la carta no lo es menos. Escritores, políticos, banqueros, aristócratas, periodistas, hombres de ciencia y de toda la actividad se dieron cita en Lhardy; por ello es también el restaurante más veces mencionado en la literatura española. Numerosos testimonios bibliográficos nos hablan de sucesos acontecidos en sus salones, sociedades nacidas al calor de sus tertulias o conspiraciones fraguadas en sus dependencias.  Lo dicho, es un sitio para visitar al menos una vez en la vida.

    Dirección: Carrera de San Jerónimo,8
    Metro: Sol
    Localidad: (28014)
    Provincia: Madrid

    sábado, 14 de mayo de 2011

    Salzburgo, la ciudad más musical del mundo

    La ciudad de Mozart" es uno de los destinos más románticos de Europa, una caja de bombones llena de campanarios de iglesias y calles empedradas, coronada con un castillo y rodeada por los Alpes. Una de las mejores vistas se obtiene desde el Castillo y desde un museo de arte moderno que han puesto donde hasta hace unos años estaba el famoso Café Winkler. Lo mejor de Salzburgo es pasear por sus calles , plazas y visitar los Jardines de Mirabell donde Julie Andrews enseñaba a cantar a los niños de la familia Trapp el famoso "Do, re, mi". También hay que recorrer la famosa Getreidegasse donde cada tienda compite con unos anuncios de hierro diferentes y preciosos y por supuesto visitar la casa del hijo predilecto de la ciudad: Mozart, y comprar los famosos bombones o el licor de chocolate que llevan el nombre del insigne compositor.
    Aunque la cocina austriaca no es muy buena  hay en la ciudad numerosos restaurantes con influencia francesa o italiana donde comer . Entre sus platos típicos destaca la tortilla soufflé, el strudell de manzana y, para los días fríos, la sopa de queso. Son legendarios los cafés de Salzburgo que siempren te llegan acompañados de un vaso de agua con gas y alguna galleta. Pero la esencia de la ciudad no se vive del todo si no se asiste a uno de los conciertos de música clásica por los que es famosa. No hay que dejar de ir al "Sporer Wines and Spirits" , un pequeño bar, siempre repleto de gente. Está justo al lado del Hotel Gans y allí se encuentra una variedad increíble de vinos y bebidas espirituosas tan comunes en esta zona. La bebida de la casa es un licor de hierbas a base de naranjas que se hace exactamente igual desde el siglo XIX. Sabroso y dulce. Para probar, y si te gusta, puedes compra la botella. Como ciudad sede del famoso Festival de Verano de Salzburgo es cada año, desde finales de junio hasta finales de agosto el centro del mundo cultural. Pero desde hace ya tiempo los eventos musicales no se limitan solamente al verano ya que existen la Semana Mozart en el mes de enero; los Festivales de la Semana Santa y los Conciertos de Pentecostés; las actividades de la serie de eventos “Szene Salzburg”, por los Días Culturales de Salzburgo; el “Salzburger Adventsingen”, los Conciertos del Castillo o los Conciertos de la Fortaleza . Es decir, esta ciudad tiene su temporada durante todo el año.

    viernes, 13 de mayo de 2011

    Acogedora Quinta Do Caracol, en Tavira

    Tavira es uno de los pueblos más bonitos y desconocidos del Algarve portugues. Y para alojarse allí la "Quinta do Caracol"que es una encantadora casa del siglo XVII, emplazada en un bonito jardín típicamente portugués -palmeras que rodean una pequeña piscina, una casita para pájaros y un patio empedrado con guijarros-. Restaurada hace 20 años, los visitantes fueron recomendado el lugar de boca en boca, lo que hizo que su propietario, al ver aumentar la demanda, transformara algunas de las antiguas casas agrícolas en acogedores alojamientos. Su propietario, João Viegas, ha conseguido a la perfección rehabilitar el lugar sin que pierda nada de su homogeneidad y estilo. Quinta do Caracol consiste en un grupo de 9 casitas de estilo tradicional de Algarve. Están decoradas con objetos propios de la zona y piezas de la artesanía local.
    Los dueños son muy profesionales, acogedores y discretos La decoración del interior es sencilla, con una refinada atención al detalle. Los apartamentos están separados por patios, terrazas con flores y escaleras, que confieren un agradable ambiente . Repartidos entre una serie de pequeñas casas, todos los apartamentos llevan el nombre de una flor. Se puede tomar el sol afuera o disfrutar de una comida en el comedor del apartamento. El hotel está en el pueblo, a unos 3 kilómetros del mar. Es un sitio estupendo para familias con niños y para unas vacaciones tranquilas. Tienen aire acondicionado, cocina equipada y hay internet Wifi en todo el recinto.

    Bairro de Sao Pedro, Tavira 8800 - 405, Portugal

    Alamedeando en Sevilla: "Duo Tapas"

    Restaurante acogedor y amable en el trato, en la estupenda zona de la Alameda de Hércules  de Sevilla. "Dúo Tapas" destaca por su calidad,  por la gran variedad de tapas y su buena relación calidad precio, así como la posibilidad de degustar un menú al mediodía. Destacar el rissoto, los tallarines con verduras, el tataki de atún, los rollitos vietnamitas que allí se llaman "Tokio rolls", la tempura, el pulpo o los huevos rotos con trufa y boletus. Y los postres: los brownies, la tarta de limón o la de chocolate.
    Tienen una carta extensa a pesar del poco tiempo que llevan abiertos al público-menos de un año- y el trato al cliente es excelente. Es un sitio sencillo, no para gourmets, pero tiene una cocina muy personal e innovadora a unos precios más que competitivos. Una cocina de restaurante, pero a escala (y precios) de taberna de barrio. Una cocina rodeada del jaleo de una taberna, con gente del barrio, clientela habitual y sin más pretensiones. Este concepto de la tasca puesta al día, de combinar lo mejor de dos mundos (el ambiente y el precio de una taberna de barrio con la cocina y la formación del personal de un restaurante) está demostrando ser una fórmula de éxito, tanto para quien se atreve con la iniciativa como para los que la disfrutamos.
    "Duo Tapas" está junto a Alameda de Hércules, el más importante paseo de la Sevilla renacentista y barroca. Fue creación del Conde de Barajas en el año 1574, quien pobló estos antiguos terrenos pantanosos con frondosos árboles y bellas fuentes. En uno de sus extremos colocó dos columnas procedentes del templo romano de la calle Mármoles, que se coronaron con las esculturas de Julio César y Hércules. Al ser de 1574 se puede considerar a la Alameda de Hércules como el jardín público más antiguo de España y de Europa. En su paseo se puede ver la Casa de las Sirenas, un palacete del siglo XX hoy convertido en Centro Cívico, y muy cerca de ahí está la Basílica de la Macarena o la Iglesia de San Lorenzo, con la imagen de Jesús del Gran Poder.  Esta zona, recientemente rehabilitada, se ha convertido en el mejor espacio para la convivencia de la capital hispalense. Después de comer en "Duo Tapas" se puede tomar un café o una copita el el Café Jazz Nayma, el bar República, el Barón Rampante o el café Central.

    Duo Tapas. Calle Calatrava, 14. Sevilla, Andalucía, Spain 41002
    Tel. 661 589 295, 691 320 898
    Open: 12.30 – 16.30 / 20.30 – a la medianoche

    miércoles, 11 de mayo de 2011

    Arancini de arroz, fast food siciliano de calidad

    La cocina siciliana es rica y diversa y uno de sus platos más recurrentes , los arancinis,  son croquetas de pasta de arroz de color naranja (debido al uso del azafrán), lo que les da el nombre, ya que naranja en italiano es arancia y su diminutivo es “arancini”. Se trata de pasta de arroz y azafrán ligado con queso parmesano  o pecorino y huevo,  que se frien en aceite de oliva , o, se meten "al forno", aunque esto es menos común. Son bolas grandecitas  de 8-10 cm, y en su interior pueden llevar ragú de ternera y guisantes, u otros ingredientes elaborados con salsa de tomate o mozzarella. Se suelen tomar allí de aperitivo y las venden en pastelerías, bares e incluso en algunas playas ya que también sirven para un almuerzo liviano o una cena acompañados de una ensalada. Para la mayoría de los turistas esta es comida de la calle porque realmente nunca pides arancinis en un restaurante.  Pero para los sicilianos, son un emblema de su gastronomía, cocinados con tiempo y amor por sus madres y abuelas.  Todo mundo conoce allí a alguien 'que hace los mejores arancinis'. El autor más leido de Italia, Camilleri, cuyas novelas del detective 'Montalbano' dieron lugar a una famosa serie de películas, escribió una novela alrededor de este plato.  En 'Gli arancini di Montalbano', el detective  pasa por muchas cosas para asegurarse de que puede aceptar la invitación a cenar arancinis la noche de año nuevo en la casa de la madre de uno de sus informantes.
    Según la receta tradicional, el día anterior se prepara la carne de cerdo o tenera se corta en partes iguales y se tienen que cocinar a fuego lentísimo durante horas y horas con cebolla, tomate, apio, perejil y albahaca. Al día siguiente se cocina el arroz, el que llaman a la milanesa , se vierte en  una tabla,  se amasa con huevos y se deja enfriar. Mientras tanto cuecen los guisantes, se prepara la salsa  bechamel , se pica un pedacito de salchichón o chorizo y se mezcla con la carne picada en  un bol, todo a mano . Se amasa la carne con el arroz. Se procede a la prepación de las bolitas de arroz , echando en la palma de la  mano , la cantidad de arroz de una  cuchara de postre y luego se  forma una bolita. Cada bolita hay que dejarla  rodar en la harina, luego se pasa en la clara de huevo y en el pan rallado. Después se fríen en una sartén con aceite hasta obtener unas bolitas de arroz del color de oro viejo. Se absorve el aceite en una servilleta y a comer!! A también se hacen en forma de pera.

    La villa medieval de Erice, en Sicilia, la ciudad de las cien torres

    La isla de Sicilia tiene de todo, templos griegos , volcanes, nieve, arte, mar, buen clima y también ciudades medievales. A pocos kilómetros de Trapani y no muy lejos de Palermo, en la parte occidental de Sicilia, sobre la cima del Monte Giuliano se asienta Erice, ciudad capaz de fascinarnos con sus vistas  increíbles sobre la región circundante y sobre el archipiélago de las Egadi. También es maravilloso su interior gracias al aspecto medieval de sus palacios, de sus callecitas, iglesias y murallas muy bien conservadas. Pero, sobre todas las cosas, su aspecto más peculiar se lo prestan sus patios. Adornados con plantas y flores, eran y son aún el centro de la vida familiar, que, siguiendo una tradición árabe, se desarrolla en la intimidad, de espalda a la calle y a los extraños. Según el historiador griego Tucidides, Erice fue fundada por los exiliados troyanos que aquí desembarcaron después de la huída de Troya mezclándose con la población local de los Sicanos fundando el pueblo de los Elimi. Entre las callejuelas de Erice hay más de 60 iglesias y  magníficas fachadas de las casas patricias, en una superposición de estilos que van desde el gótico, al renacentista y al barroco. Divertido el shopping en las tiendas artesanas que exponen cerámicas variopintas y alfombras tradicionales, trabajadas aún en viejos telares. Las subidas y bajadas de callejuelas conducen a la gran plaza central, piazza Umberto I, a la que se asoma el Palacio Municipal (Palazzo Municipale) con la rica biblioteca Vito Carvini. Los Jardines del Balio son, sin duda, el lugar más sugerente de Erice.
    Toman el nombre de Baiuolo, el gobernador normando que residía en el castillo circundado por este parque. Erice es capaz de seducir con los ojos pero también con el paladar. Los dulces son el plato fuerte de la gastronomía ericina, los de riposto, rellenos de conserva de cidra y decorados ricamente con glaseado de colores pastel, los bocconcini de almendra, los perfumados frutos de Martorana, los cuaresmales, los bellos y feos, todos se pueden comprar en las suntuosas pastelerías y panaderías de la villa que elaboran  también por los cannoli sicilianos y las cassatas . Erice fue sede del culto a Venus, la diosa de la fertilidad, cuyo templo ocupaba el lugar sobre el que hoy se alza el Castello di Venere. La ciudad, como está en alto, suele ser fria y brumosa. Hoy Erice es el lugar de veraneo de algunos sicilianos y unos pocos extranjeros que tienen allí su segunda residencia. La carretera de acceso al pueblo es zigzagueante e interminable pero tiene espléndidas vistas y arriba espera la recompensa: un pueblo de postal.

    martes, 10 de mayo de 2011

    La ciudad corsaria de Saint- Malo, la más visitada de la Bretaña francesa

    Conocida como la ciudad pirata o corsaria.  Sus habitantes no se consideran ni franceses ni bretones, sino de Saint-Malo, por lo que se denominan los Malouins.  Famosa por su ciudad amurallada y su relación con el mar, la ciudad es una de las más visitadas de la hermosa Bretaña francesa. Puerto importante de comercio, pesca, recreo y de viajeros, es también una estación balnearia. Su centro histórico tiene una muralla circular, con una construcción que data del siglo XIII.  La playa de Saint Malo es suave y brava a la vez, si das un salto te sumerges en el agua color esmeralda y si das otro, casi pisas Inglaterra. Tiene una curiosa piscina con agua de mar que se encuentra en la zona de playa del Bon Secours y se forma al bajar la marea. ¡Incluso tiene un trampolín!  El agua casi siempre está helada (hasta cero grados centígrados) pero la arena es suave y finísima.  Si le das la espalda al mar, te encuentras con la fortaleza salpicada de torreones que protegen a Saint Malo.
    Desde la playa se divisa claramente el Fuerte Nacional, al que se puede acceder a pie con marea baja (de propiedad privada y posibilidad de visita guiada).  Y desde el Fuerte, las vistas a la ciudad y la playa son preciosas. Es en Saint Malo junto al Mont Saint Michel, donde se producen las mareas más importantes de Europa. Para entrar en la parte antigua de St. Malo hay que atravesar una gran puerta; todavía se puede entrar en coche pero solo por algunas puertas y no se puede acceder a todas las calles ya que muchas son peatonales. Lo más interesante de St Malo está dentro de la parte antigua (fuera hay casas señoriales dignas de ver, el puerto, un islote al que se accede durante la marea baja, y alguna playa cercana). Dentro se encuentran los mejores restaurantes que para colmo no son caros, pastelerías, tiendas de artesanía y souvenirs, monumentos y casi todo lo bueno de esta ciudad bretona. Es posible caminar por encima las murallas y ver la ciudad desde arriba. La ciudad corsaria tiene tras de sí una trayectoria histórica turbulenta, llena de declaraciones de independencia, sitios, piratas e incluso un gran incendio que destruyó la mayor parte de la ciudad que ha sido fielmente reconstruida. Lo más interesante que se puede hacer es pasear. Ser un mero observador de lo que te rodea es un auténtico lujo cuando se recorren las calles intramuros de esta villa siempre aderezada por músicos callejeros, atardeceres serenos, un elevado malecón donde el tiempo se detiene y los barcos asisten impasibles a el paso del tiempo . La ciudad que se encuentra en el interior amurallado de Saint Malo se denomina "Intramuros" ya que queda dentro de dos kilómetros de muralla que se conserva en perfecto estado después de más de 700 años de vida. De las ocho entradas a la ciudad, la de Saint Vicent es la principal. Allí, en el interior de los muros que defendían a los vecinos de los invasores, parece haberse parado el tiempo por sus empedradas calles y sus elegantes casas de granito. Como ciudad marinera, Saint Malo es un enclave turístico en la actualidad. Pero a diferencía de la Costa Azul, el turismo que va a Saint Malo y otras zonas de la costa bretona, es un turismo principalmente británico y de otros lugares del Norte de Francia y de Europa. Allí no encuentras el ambiente chic de Saint Tropez, Cannes o Mónaco, pero encuentras otra atmosfera que supones debe ser un poco como los veranos de principios del XX. Es otro ambiente, más atlántico que tanto nos llama la atención a los mediterráneos. a pesar de la lluvia, es una ciudad que no se debe dejar de visitar si vas por Bretaña o Normandía. Está a pocos kilómetros del Mont Saint Michel y muy cerquita de allí hay otra ciudad portuaría, Dinard, con una playa que recuerda un poquito a la de la Concha de San Sebastian.

    sábado, 7 de mayo de 2011

    Aveiro, la Venecia de Portugal

    En tu escapada a Portugal no todo tiene que ser Lisboa o el Algarve. Situada a medio camino entre Coimbra y Oporto, Aveiro , conocida como la “Venecia de Portugal”, es una pintoresca ciudad surcada por canales y rodeada de salinas gracias a que se encuentra casi en el interior de una ría que le protege de los embates del océano Atlántico. Esa posición le valió que su desarrollo estuviera relacionado con el mar y la pesca de bacalao. Actualmente, los canales de Aveiro se encuentran franqueados por casas de estilo “art nouveau”. Destaca también su bonito barrio de pescadores. Precisamente durante el recorrido por la ría de Aveiro se pueden ver unos coloristas y pintorescos barcos llamados moliceiros, unos veleros alargados y planos con los que se recogía un alga que usaban para el abono agrícola. Estos barcos en la actualidad solo se usan de manera decorativa, para excursiones turísticas y se sacan con motivo de las fiestas de la localidad. En Aveiro hay una infinidad de cosas para ver: desde el  Museu de Aveiro, un antiguo convento Dominicano que gozó de fama en el siglo XV gracias a una princesa real que decidió abandonar la lujosa vida de palacio y marcharse a vivir allí, o la Catedral de São Domingos, también del siglo XV, sin olvidar el bullicioso mercado de pescado conocido como la Praça do Peixe, y que se encuentra rodeado de bares, cafeterías y restaurantes con excelente pescado fresco y mariscos.
    No es Aveiro ni mucho menos Venecia, pero tiene su encanto. Sobre todo es una ciudad muy animada por su carácter universitario. Tanto en el centro histórico como en la ría, los turistas pasean buscando la belleza del paisaje. Sin embargo el verdadero encanto de Aveiro reside en sus costas, que albergan estupendas playas de arena. Desde Aveiro hasta Figueira da Foz hay una bonita costa con playas de extensos arenales y un fuerte mar, muy azul y donde practicar surf y windsurf. La playa más emblemática es la de Figueira da Foz, con sus calles adoquinadas, terrazas, hoteles y su casino. Es amplísima y en ella se puede jugar al fútbol, al baloncesto o al tenis.

    Kas, un precioso puerto pesquero de la costa licia, y el pueblo turco donde nació Papa Noel

    Kas es una población pesquera situada en la costa sudoccidental de Turquía que tiene muy rincones extraordinarios que dejarán sin palabras a los viajeros. Si lo que se busca son lugares con historia, en Kas vamos a encontrar bastantes cosas, desde una tumba licia perfectamente conservada, hasta un teatro que está en perfectas condiciones. Si por el contrario lo que se quiere es tranquilidad, en Kas está asegurada, ya que a pesar de que cada año cientos de personas llegan hasta aquí, sobre todo en verano, este pueblo todavía conserva una armonía y una calma inusual. Uno de los lugares más emblemáticos de Kas es su puerto. Allí cada día llegan los pescadores con sus capturas y el ambiente es inmejorable. Además hay muchas cafeterías y restaurantes en los alrededores que tienen unas terrazas idílicas desde las que se puede seguir el ir y venir de la gente. En Kas también encontramos bastantes tiendas, no sólo de recuerdos, sino de todo tipo de productos, y el ambiente que hay por las noches es espectacular, sobre todo en verano.
    Turquía es una caja de sorpresas empezando por esta fascinante Costa Licia, un tramo sobre el Egeo que va desde Antalya hasta Fethiye. La costa Licia posee, aparte de las playas más bonitas del mediterráneo, muchas ciudades antiguas, incluso una ciudad sumergida en el mar. Barracudas, peces doncella y acantilados que albergan tumbas licias son solo algunos de los secretos que alberga la bahía de Kas, a solo tres millas de la isla griega de Castelorizo. Todo esto se une a un casco antiguo de casas blancas al más puro estilo mediterráneo. La costa licia está cerca de muchos de los sitios imprescindibles de visitar en Turquía:  Patara, Kalkan, Kas, Mira, Finike, Adrasan, Olympos, Cirali, Tekirova. Como curiosidad decir que muy cerca de allí está la cuna de Papa Noel o San Nicolás. Según la leyenda San Nicolás nació en Patara, en el sur de Turquía, el pueblo  que tiene la playa más larga del país. Se dice de él que era una persona bondadosa y que incluso hacía milagros. Tras fallecer sus padres donó su fortuna a los necesitados y se hizo monje.
    Fue entonces ordenado Obispo de Myra, que se encuentra a unos kilómetros de su pueblo natal. Allí, una de sus buenas acciones provocó que durante siglos, hasta la actualidad, y en gran parte del mundo, millones y millones de niños ansíen la llegada de un día al año en el que reciben juguetes y caramelos. Así se forjó el personaje conocido como Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, Father Christmas, Sinterklaas, o Baba Nöel. También cuenta la historia cómo rescató a tres mujeres jóvenes de la esclavitud. El padre de las chicas se arruinó y no podía pagar la dote de sus hijas por lo que las ibaa vender como esclavas. Nicolás se enteró, y en la oscuridad de la noche arrojó oro dentro de la casa. Evitó así que las chicas fueran esclavas y fue conocido como benefactor que hacía regalos. Muchas más historias le rodean, como la de que salvó a unos marineros en Jerusalén, que devolvió la vida a tres niños y que paró uno de los barcos de mercancías que transportaba maíz y libró al pueblo de una hambruna. En Myra, la ciudad que le hizo obispo,  una figura de Santa Claus con un niño en el hombro y otro en la mano preside una de las calles principales, y a sus espaldas está la iglesia de San Nicolás, cuyos primeros cimientos datan del siglo VI D.C. El edificio ha pasado por terremotos, guerras y destrucciones, pero se mantiene la tumba del santo y se conservan frescos de su rostro. La figura real del santo medía al parecer algo más de un metro y medio, y era delgado. En 1869 ya aparecía con una toga roja así que no lo inventó Coca Cola, pero  esta marca sí que popularizó su imagen actual.

    viernes, 6 de mayo de 2011

    Los colores y encajes de la isla de Burano, en la laguna de Venecia

    En la Laguna de Venecia hay una pequeña isla, famosa por su Museo del Encaje y sus coloridas construcciones. Burano tiene un ambiente muy distinto a aquel que se percibe en Murano o en el centro histórico de Venecia. En Burano, las construcciones están pintadas en colores muy llamativos, dando así al lugar una apariencia increíble. Cuentan que las casas fueron pintadas con esos colores para que los pescadores puedieran reconocer sus hogares desde donde hacían su labor, en las aguas lejos de la Isla. Esta idea es romántica y muy agradable, pero muy probablemente no sea totalmente cierta. A pesar de eso, los colores y la peculiaridad de Burano hacen de este lugar un paraíso para cualquier fotógrafo. Las casas son todas pequeñas, de dos plantas, con una arquitectura característica y propia. El pueblo, de pescadores, está surcado por canales al igual que Venecia, en los que hay amarradas embarcaciones de todo tipo,. Los que quieran  comprar encaje en Burano, deben saber que es posible encontrar piezas de la mejor calidad y hechas a mano pero también hay mucho encaje de contrabando hecho en China y otras partes de Asia de manera industrial. Para distinguir unos de otros lo mejor es fiarse por los precios.  Burano está situada a 9 kilómetros hacia el norte de Venecia, yhabitada por aproximadamente 3000 personas. Burano, siendo pequeña tiene una sola plaza, con una sola iglesia que tiene un campanario bastante característico: tiene una fuerte inclinación (como la torre de pisa) debido a que van cediendo las bases que conforman el subsuelo.
     Para llegar a Burano desde Venecia, la mejor y más fácil forma de hacerlo es tomando un  vaporetto de la línea LN. El bote lo puedes coger en la Fondamente Nuove en Venecia o en la parada Faro en la Isla de Murano. Un viaje desde Murano hasta Burano dura aproximadamente 30 minutos. Los vaporettos pasan muy seguidos y no hay que esperar casi nada, aunque también existen las visitas programadas que llevan a tres de las islas  de la Laguna : Murano, Burano y Torcello. Recomiendo que os acerquéis a conocer esta isla , no os llevara mucho tiempo, y podréis disfrutar de la tranquilidad de un paseo por sus estrechas calles, perderos por los pequeños canales y visitar las tiendecitas de recuerdos que son mucho más baratas que en Venecia. Recomiendo comer en uno de los restaurantes de la isla, la comida suele ser excelente y la atención muchísimo mejor que en la abarrotada Venecia.

    jueves, 5 de mayo de 2011

    Restaurante Rami, el buen gusto de la cocina otomana en la zona histórica de Estambul

    Tres mares,y dos estrechos han conectado las tierras de climas suaves que han dado lugar a la cocina otomana, considerada entre las tres más importantes del mundo. Las familias turcas se reúnen dos veces al día en torno a la mesa, para el desayuno o almuerzo y para la cena. Una mesa otomana sin pan es inimaginable: el pan de maiz del Mar Negro y las baguettes de Estambul se consideran de lo más refinado. Rami es uno de los restaurantes con encanto, cercano al Topkapi y justo en un lateral enfrente de la Mezquita Azul.  Una romántica opción para cenar en Estambul, situado en una antigua casa otomana de madera restaurada, es en realidad un restuarante museo, ya que en él se exponen varias obras del pintor impresionista turco Rami Uluer. Velas, espejos, pequeñas mesas, música, terraza y vistas sobre la Mezquita Azul... Y por si fuera poco una deliciosa cocina turca,  los sis kebab para repetir, las ensaladas de yogur, los pescados en aceite de oliva, los rellenos de las verduras y hojas de parra  (dolmas) y los dulces de masa fina en almíbar están para chuparse los dedos. En verano se puede cenar viendo el espectáculo de luz y sonido de la Mezquita Azul, una de las más bonitas de la ciudad. Este restaurante es recomendable sobre todo por la recuperación que han hecho de la comida otomana. El menú degustación con vino cuesta unos 40 euros y merece la pena pagarlos. Es necesario reservar y si estás en Estambul entre mayo y octubre, lo mejor es pedir una mesa en la terraza del último piso con unas vistas increíbles sobre Sultanahmet.
    Y al salir de Rami, frente a la Mezquita Azul, hay bancos donde la gente se sienta a charlar, tomar té o algunas de las muchas frutas que venden por la calle en un ambiente muy agradable. Pero aún mejor es acudir a un café y, bajo un emparrado o a la sombra de un plátano, pedir un té de manzana y un narguile y dejar pasar el tiempo viendo al mundo girar delante de uno o jugando una partida de chaquete.
    En la calle Divanyolu, también en Sultanahmet está el famoso el patio “Corlulu Ali Pasa” en Yeniceriler, esquina Bileyciler. Casi todos los clientes son turcos y hombres. Puedes tomar un té mientras un niño te lleva una narguile, con una boquilla de plástico para fumar y carbón caliente. El patio se construyó en el siglo XVII por Corlulu Ali Pasa, yerno de Mustafá II y gran visir de Ahmet III. Actualmente se encuentran en el patio varias tiendas de alfombras y javes o cafés tradicionales, frecuentados por los vecinos del barrio y los estudiantes de la cercana universidad. El ambiente es muy pintoresco, con alfombras cubriendo el suelo y las paredes, cojines y el humo de los narghiles iluminado por la luz que escapa entre las plantas que cuelgan del piso superior. Es un sitio ideal para relajarse tras hacer compras en el Gran Bazar, tomando un té y quizás fumar tabaco aromatizado con frutas en un narghile.


    Restauranta Rami. Cankurtaran Mh.
    Utangaç Sokak 6, Istanbul, Turquía
    0212 517 6593
    Tranvía:
    Sultanahmet

    lunes, 2 de mayo de 2011

    Lamb and Flag, el pub más antiguo de Londres, junto al Covent Garden

    Muy cequita del Covent Garden, en Rose Street esquina a Garrick Street , se encuentra Lamb and Flag (El cordero y la bandera), un pequeño bar de madera cuya licencia de apertura es de 1623,  la más antigua de Covent Garden, y posiblemente una de las más antiguas de Londres.  El viejo edificio londinense ha tenido que ser remodelado para dar cabida a la creciente demanda sobre todo entre los trabajadores de las tiendas y las oficinas cercanas. Aunque el frontal del edificio y las habitaciones de la planta superior son del siglo XIX, su núcleo es del siglo XVII. Vigas de madera, una chimenea y suelos de pino resultan acogedores para una comida tipicamente inglesa como cordero, carne con pure de patata, pastel de riñones, sopa de guisantes y una amplia selección de cervezas. Mucho ambiente y sin demasiado turista. Está un poco escondidillo, pero merece la pena buscarlo y tomarse una pinta allí con los locales.  Dicen que ya Dickens era un habitual del pub. También cuentan que antaño se conocía este pub como "el cubo de sangre" dadas las peleas a puñetazos que se organizaban dentro y que incluso el poeta Dryden fue atacado en el callejón que hay junto al local que estaba poblado de putas. Está lleno sobre todo a mediodía y los fines de semana, y los viernes por la noche los londinenses se reúnen allí después de salir del trabajo. Seguro que no es el mejor pub de Londres pero es una buena muestra para observar la vida de la ciudad y un sitio con mucho encanto. Los domingos se puede disfrutar de un asado mientras se escucha a una banda de jazz que interpreta canciones tradicionales. También preparan comida para llevar.


    Dirección: 33, Rose Street, Londres, WC2E 9EB 
    Tel: 0871 951 1000 (ref 692) Tel: 0871 951 1000
    Lunes a sábado de 11 a.m.-11 p.m., domingos 12, 22:30

    Capadocia, en Turquía, el país de las maravillas y de las chimeneas de las hadas

    Acercándote desde Nevsehir hacia los valles de Capadocia (Turquía), te encuentras con una colina coronada por un castillo y cuyas laderas están llenas de pináculos muchos de ellos habitados. Uçhisar es una de las grandes atracciones de Capadocia, porque subir a su castillo supone tener a tus pies todo el paisaje, incluido el monte Erciyes con su cumbre nevada al fondo. Desde allí tienes una vista espectacular de Capadocia, desde donde puedes identificar la situación de Göreme, Zelve o las Chimeneas de las hadas. Uchisar es un pequeño pueblo de esta región de Anatolia central cuyas casas están cavadas en las rocas. Además de lo curioso de las viviendas, todo su alrededor está lleno de valles y montañas erosionadas por la lluvia y el viento, que han dado lugar a un paisaje único en el mundo. Desde Estambul hay más de 700 kilómetros y se tarda unas 9 horas y media en llegar en coche, por lo que es recomendable hacer una parada en Ankara, la capital del país, a solo 3 horas y media de allí. Cuando llegas a Uchisar es como si hubieras retrocedido 80 años en el tiempo, por el aspecto de sus casas y su manera de vivir. Allí se pueden encontrar bellos ejemplos de las casas trogloditas, iglesias rupestres, ciudades subterráneas excavadas en toba (el subsuelo de la región que es una mezcla de las lavas, las cenizas expulsadas de los volcanes Erciyes, Hasan y Melendiz con el cemento natural del terreno). Sin embargo, Uçhisar es el punto más alto de la región si no  contamos los volcanes, con una estructura que corona un promontorio, llamada Castillo de Uçhisar.  En las obras de Gaudi se pueden ver la influencia de la Capadocia, de hecho La Sagrada Familia es una copia del famoso Castillo de Uçhisar.
    Y a unos 4 kilómetros se encuentra el Parque Nacional de Goreme (Göreme Milli Parklar), conocido también como Museo al aire libre de Goreme. Este parque nacional es quizás el territorio más famoso de todos los paisajes de Capadocia. El parque fue declarado por la Unesco  Patrimonio de la Humanidad en el año 1985. Los asentamientos en el área comenzaron en los siglos III y IV, cuando los cristianos del período romano fundaron varios monasterios. Como la mayoría de las construcciones en Capadocia, no se trataba de edificios, sino de sitios excavados en la roca, en forma de cuevas artificiales. Aún existen restos de monumentos, capillas, alcobas, almacenes e iglesias, muchos de ellos decorados con frescos de los siglos XI y XII. Previo pago de entrada, y siguiendo caminos bien marcados, en el valle de Göreme pueden visitarse capillas tan espectaculares como la San Eustaquio, decorada con pinturas que se remontan al siglo XI; o la de la Serpiente, en la que aparece el emperador Constantino y un san Jorge de la leyenda luchando contra una gran serpiente. Tampoco se pueden dejar de ver Las Chimeneas de las hadas que fueron creadas por la erosión del viento y el agua, causantes de que las piezas de roca más duras permanecieran en la cima de altas columnas de piedra más blanda. Este paisaje "extraterrestre" impresionó tanto a George Lucas que había decidido filmar algunos episodios de La Guerra de las Galaxias allí. Situadas en un espectacular valle entre las ciudades de Nevsehir y Urgrup, las chimeneas presentan muy diversas e interesantes formas. Además existen 36 ciudades subterráneas en el área de la Capadocia. La mayor de ellas es Derinkuyu, que está a unos 25 km. de Nevsehir, capital de la provincia del mismo nombre, con 7.000 habitantes. La ciudad subterránea de Derinkuyu, cuyo primer nivel fue excavado por los hititas allá por 1400,  está situada bajo una colina. Fue descubierta por casualidad, cuando un habitante del
    municipio estaba derribando una pared de su casa-cueva, y se abrió al público en 1965. Se extiende por 4 km2 y se calcula que era capaz de albergar a 2.000 familias en 7 plantas, alcanzando una profundidad de 70 a 85 metros por debajo del suelo.
    Son muchas cosas las que hay que ver y, por tanto, se necesitarán por los menos dos días para recorrer la región. La mejor época para ir es entre abril y junio o ya pasado el verano, en septiembre u octubre. Una de las recomendaciones es, si se puede, recorrer la Capadocia en globo. No es barato, unos 200 euros, pero resulta inolvidable. Para dormir recomiendo alojarse en algún hostal de la zona. La gente es amable , cordial y se termina compartiendo desayunos y experiencias con los propietarios. Hay diferentes categorias y precios de alojamiento. Un buen sitio para buscar dónde dormir es la oficina de Turismo de Göreme.